Parte 7

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Narra Will

Me quedé perplejo ante la proposición de David quien seguía de pie frente a mi con el anillo en la mano. Ni siquiera sabía como reaccionar o como responder ante tal pregunta ¿Novio? Y peor aún ¿De otro hombre? Estaba tan confundido que mi interior se había convertido en un torbellino de emociones que creo estaban a punto de estallar, mi piel se empezaba a erizar y comencé a sentir nuevamente aquel calor que me hizo insensible al frío de invierno.  El silencio se había interpuesto entre nosotros dos y tan solo podíamos escuchar el sonido del viento aunque también me pareció escuchar unos siseos detrás de los arbustos, David parecía no escucharlos porque sus ojos verdes estaban puestos sobre mi impacientes por una respuesta que yo demoraba en darle. En cambio yo si escuché aquellos susurros extraños.

——Te apuesto a que dirá que no——escuché uno de los susurros.

——¡Cuidado! ——Justo después de ese grito, tres personas salieron de los arbustos dejándose tumbar sobre el suelo quedando regadas en el piso. Allí pude ver a una pelirroja, una pelinegra y otra de cabellos trenzados. Eran Leila, María y Lia quienes estaban espiando en los arbustos y se habían caido.

——¿Pero...?——pregunté anonadado.

——¡Por fa dile que si! ¡dile que si! ¡dile que si! ——suplicó Lia  levantándose y corriendo hacia a mi——¡porfa! ¡Necesito esta historia! ——chilló.

——¡Vamos respóndele al pobre hombre! Esta desesperado por tu respuesta——enunció Leila. Yo volví a posar mi vista en David quien seguía con sus ojos verdes colocados sobre mi, aquellos ojos verdes que me dejaban atónitos con solo verlos, luego contemplé el resto de su rostro, tan perfecto y tan simétrico que daban ganas de tocarlo para acariciarlo. De mis labios no podían salir palabra alguna y lo único que se me ocurrió fue darle un beso en aquellos labios, el de ojos verdes no se esperaba que lo besara pero así lo hice, lo besé y me sumergí en la humedad de sus labios.

**

Aquella tarde como de costumbre había vuelto a mi casa aún no asimilando lo que había sucedido en aquel extraño jardín de la escuela. De un momento a otro era novio de un chico rubio, rico e idiota y que nunca me hubiera caido bien. El rubio había querido acompañarme a mi casa, pero yo nuevamente le invente alguna excusa y era lo que mas me preocupaba de todo, ya no podría inventarle mas excusas, tenía que confesarle la verdad, incluso de que mi madre era una mujer que trabajaba en su casa y que le había mentido, a mi madre también debía decirle que ya era suegra. Cuando entré a mi casa ella estaba bajando las escaleras haciendo resonar aun mas fuerte el chirrido de la vieja madera podrida, como era de esperarse notó en mi rostro que algo sucedía y por supuesto tuve que contarle la rara pedida de mano de aquel rubio.

——Oh mi David siempre tan detallista y cariñoso. Él es así——suspiró mi madre——Es increíble que sea mi yerno——comentó.

——Fue muy lindo pero me siento incomodo mamá——confesé——Siento que no estoy listo, tengo que concentrarme y no perder una beca en esa escuela además de que debo de confesarle que tu eres mi mamá.

——Will, te tengo que confesar algo——. La miré sorprendido y tuve miedo de escuchar lo que debía confesarme. ——Yo ya sabía que algo sucedía entre tu y David antes de encontrarte en su cocina. ——comentó. Me sobresalté y debí admitir que tenía mucha vergüenza tanto que sentí que el rubor me recorría las mejillas hasta el punto de arderme como si hubiera metido mi rostro en una llamarada.

——¿Cómo? —— inquirí sorprendido.

——Will, soy la nana de David, como no lo voy a saber. He sido como su segunda madre. David me había hablado de ti, te describió, dijo que estaba enamorado de ti desde que te vio. Claro que no le he confesado que eres mi hijo pero él ya me había hablado de ti.

Casi Prohibido(gay/yaoi)(EN REVISIÒN Y EDICIÒN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora