Casi Prohibido(gay/yaoi)(EN REVISIÒN Y EDICIÒN)

Parte 4

Seguía aún con los ojos cerrados y con aquel dulce aroma a menta impregnando mis narices y con aquel extraño deseo de querer que me besara sin embargo de un momento a otro aquella atmósfera se vio suprimida de una manera abrupta cuando ambos nos soltamos y nos separamos. David se me quedó mirando con los ojos como platos mientras respiraba agitadamente, yo tambien me quedé en shock al realizar lo que estábamos a punto de hacer. ¡Iba a besar a David! ¡A otro chico! exclamé en mi mente. Mi garganta estaba seca y mi corazón latía hasta el punto de querer salirse del pecho, me había quedado mudo en aquel instante sin siquiera una palabra que pudiese pronunciar, simplemente mis labios no respondían.

——Will perdón yo...——David titubeó, se sentía avergonzado por lo que acababa de pasar, podía notar en su rostro la vergüenza algo que jamás pensaría que podía sucederle a alguien como David Hartright. Yo seguí en silencio e inmóvil sin embargo unos segundos pasaron y pude sentir unos labios húmedos sobre los míos. En ese instante sentí como si todo a mi alrededor se hubiera detenido y en mi interior sentí como si se hubiera desatado un huracán de emociones, una sensación que yo jamás había experimentado antes y no supe como reaccionar, tan solo dejé que David posara sus labios sobre los míos mientras que con sus manos me acariciaba la espalda haciendo que mi piel se encrespara. Luego de ello me dejé llevar y abrí mas mis labios para que pudiera besarme mejor, mis manos se comenzaron a mover solas y empezaron tambien a acariciar su espalda y mi cuerpo empezó a acercarse mas al de él haciendo que nuestros pechos se tocaran el uno al otro. Sin embargo la atmosfera nuevamente se detuvo abruptamente pero esta vez fui yo quien retrocedió y tomé un impulso para abofetearlo. En ese momento caí en cuenta de lo que estaba haciendo y varios pensamientos confusos empezaron a atravesar mi mente. 

——Quiero salir de aquí——decreté.

——Will——dijo David. Sin embargo yo no le hice caso, me levanté de la bañera y pasé por encima de él para salir y por poco trastabillo pero para mi suerte no lo hice. Asi mismo desnudo corrí hacia la habitación y David siguió atrás mío, ambos completamente desnudos pero en ese momento lo único que quería era irme de allí. Tomé mi ropa y así mismo mojada me la coloqué encima corrí hacia la puerta, la abrí y salí de allí, miré para atrás para ver si David venía tras de mi (cosa que el fondo quería que hiciera) pero no lo hizo. Bajé las escalera, salí de la casa, luego salí por el portón principal hacia la calle y traté de caminar lo mas lejos posible. Ya era muy tarde en la noche, la lluvia había cesado pero el frío azotaba mi cuerpo como no tienen idea. Empecé a caminar por las aceras intentando buscar la salida y en el camino los recuerdos de aquel beso me vinieron a mi mente. Detuve le caminata ya cansado y me senté en la orilla de la acera con mis manos acurrucadas dentro de mi abrigo y allí mirando al vacío reflexioné en lo que acababa de pasar. David me había besado, yo me dejé, ahora me sentía confundido, en primera porque estaba descubriendo algo de mi que jamás había sabido, podían gustarme los chicos ¿Cómo le diría esto a mi madre? esa fue la primera interrogante que vino a mi cabeza aunque no era del todo cierto, no me gustaban los chicos ni ninguna otra persona, tan solo David, veía algo en David que jamás había visto en otra persona y tal vez si otra persona hubiera hecho lo que David hizo lo hubiera matado, pero ¿Cómo le explicaría esto a mi mamá? No lo entendería y me catalogaría como marica cosa que no era y en segundo ¿Qué pasará cuando David se entere de mi verdadero yo? ¿Me odiara por ser pobre? o ¿Me odiará por que le mentí? Además ¿Por qué me preocupaba? Acaba de abofetearlo y me estaba preocupando su opinión sobre mi. 

Cuando levanté la mirada vi las luces incandescentes de un automóvil acercándose hacia a mi, cuando me fijé bien era el coche color negro de David que se estaba aparcando justo en frente mio. Me levanté de la acera y vi que comenzó a bajar la ventana del copiloto y nos miramos el uno al otro.