Secretos guardados

Capitulo 8: "Amigos"

-Marian, no quiero que te vayas.

-¿Por qué, Michelle?

-Porqué... pues... te voy a extrañar mucho.

-Yo tambien amiga, pero ya hemos planeado el viaje.

-Pero... bueno. Cuidate mucho ¿Si? Te quiero.

¿Por qué cambió de actitud de un momento a otro? Estará tramando algo, ó buscará algo. No es hora de pensar.

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*04:30*

La alarma sonó, y me levanté apurado. Mientras puse agua a hervir, me higienizé. Llevé mis cosas a la sala y preparé un café para poder despertarme, con 3 rodajas de pan con dulce. Pongo a cargar el celular y me siento a disfrutar mi desayuno. Termíno y salgo a fuera a esperar a Nicolás. Reviso que no falte nada, era la quinta vez desde anoche que lo hacía pero más vale prevenir que lamentar.

mochila con utencilios...Tá.
Bolso con ropa... Tá.
Cargador... Tá.
Celular... Tá.
Comida para el camino... Tá.
Bien... creo que está todo.

*5:00*

Me llega un mensaje de Nicolás *Marian, estoy yendo*. Yo solo quería saltar, correr, trepar arbóles. Estaba ansioso. No veía la hora de salir ya, cuando lo veo venir de lejos, mi corazón latía mas rápido *¿Está bien este viaje?* ¿Qué estoy pensando?

Subo las cosas al baúl, y nos vamos a la casa de Lían. Estabamos muy contentos. Nicolás, al igual que yo, preparó comida rápida para el camino. Unos sandwichs de jamón y queso, magdalenas, scones y un paquete de galletitas dulces. Yo solo preparé sandwichs de Jamón y queso, minis tostaditas y una docena de facturas.

*05:15*

Lían salió a la vereda a esperarnos, y tenía 4 bolsos. Parecía que se iba a vivir solo. Y él también preparó comida para llevar, 5 docenas de magdalenas rellenas de dulce. Luego de saludarnos, nos dirigimos a la estación de servicio a cargar gasolina al auto. Allí compramos un termo portátil con agua caliente y preparamos café e ibamos "desayunando". Nicolás de conductor. Yo en el asciento de acompañante y Lían atrás acostado. Será una aventura estupénda, sin lugar a dudas. Coloqué un disco con música pop-rock para que haya un poco de euforia, pero tranquila. Ibamos disfrutando de la vista. Primera parada... Rosario-Santa Fé.

Ya ibamos 3 horas de viaje y queriamos llegar. Aunque no quisimos ir a mas de 60km/h. La música nos tranquilizaba, cantabamos, haciamos chistes, ahora Lían está comiendo magdalenas y yo solo observo el paisaje tan maravilloso. Los campos se extendían por kilometros y eran animales, flores, árboles... un lujo de la naturaleza.

Al llegar, recorrimos el monumento a la bandera y nos sacamos una cantidad de fotos que dejamos sin bateria a una de las cámaras. Buscamos un hotel cercano a la zona céntrica, por suerte encontramos uno y a un precio accesible, más contentos no pudimos estar. Solo será una noche ya que después partiremos para Buenos Aires.

En el hotel, Lían recibe una llamada, nos hace seña de que parece importante y salió al living del hotel. Con Nicolás nos miramos y quedo en eso. Al rato entra Lían y pide hablar conmigo a solas.

-Marian, era Michelle.

*¿Michelle?* -Ah... ¿Ocurrió algo?-

-Te extraña y no deja de hablar de tí. Quiere encontrarse con nosotros en Buenos Aires con Jannet.

-Si Nicolas está de acuerdo.

-Yo si. -dice Nicolás caminando hacia nosotros-

-Ya está hecho los 5 recorreremos el país -Dice Lían con una sonrisa-

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Al dia siguiente, nos levantamos temprano para no perder tiempo y recorrer los lugares mas importantes y que nos llamen la atención, antes de salir para Capital. Pasado el mediodia salimos con el auto y teníamos 10 horas de viaje con una parada para descansar de por medio.

Al llegar a Buenos Aires, Lían dicidió que era buena idea ir a esperar a las chicas a la terminal donde llegarán. Asique fuimos para allá, y llegamos con 1 hora de adelanto. Cuando suena mi celular.

-Hola Michelle...

-Marian, ya estamos por llegar, te extraño muchisimo.

-Bueno, ya estamos aquí esperándolas.

-Dale, no se vayan a mover porque los mato.

Llegó el micro y desde una de las ventanillas se veía las caras de las chicas pegadas al vidrio saludándonos. Bajáron y Michelle, corriendo, me abrazó y besó mi mejilla. Yo estaba atónito, no podía creer. Al mirarnos, estabamos muy pocos centímetros el uno del otro.

-Te extrañe -Dice Michelle con lágrimas en los ojos-

-Yo.. yo también, pero no llores.

-No estoy llorando.

-¿Ah no? ¿Y qué son esas lágrimas?

-Es que hay mucho viento y hacen que mis ojos parezcan llorosos pero no.

-Hmmm....