diecinueve

1.8K 147 25
                                    


Me canso de pensar y comienzo a concentrarme en la conversación con los chicos, lo que no me sale con mucho éxito porque sigo intrigado por lo que fueron Louis y Ed, ¿hermanastros? ¿Mejores amigos? ¿Fue el novio de Jade? Sí, debe ser eso, fue el novio de Jade, por eso que la saludó de esa forma tan demostrativa. Sacudo la cabeza y miro a Louis que está susurrándose con Ed y de nuevo me viene esa frustración de la mañana, en este mismo momento desearía saber de qué están hablando.

Louis me mira y vuelve a susurrarle algo a Ed, ¿y si están hablando de mí? Pero, ¿por qué hablarían de mí? ¿Y por qué en susurros?

-Harry, ¿qué opinas? –Me pregunta Liam y Louis y Ed dejan de susurrarse.

-¿Ah?

-¿Qué opinas de que mañana hagamos una fogata en la playa?

-Ah, sí, está bien.

-¿Te pasa algo?

-No, estoy bien, ¿por qué debería pasarme algo?

-Porque no has hablado nada y no has tocado tu comida.

-No tengo hambre...me iré a acostar, tengo sueño, buenas noches.

Me paro y subo a la habitación que comparto con Niall para salir al 'balcón' de la habitación. Me coloco apoyado en la pared y veo el cielo estrellado. Estoy cómodo acá arriba, sin que nadie me moleste. Solo se escucha el sonido del mar y solo siento la brisa de la noche chocando contra mi cara.

¿Te ha pasado que de pronto te sientes mal sin ninguna razón? Porque yo me siento así.

De pronto siento unas ganas incontrolables de llorar, respiro profundamente y mirando el cielo suelto un suspiro. Cierro los ojos suavemente, apoyo la cabeza en la pared y dejo que las lágrimas caigan por mi cara, deslizándose por ella y cayendo en mis hombros, estoy así unos minutos, después me seco la cara, me sueno la nariz, me coloco un suéter, saco una cajetilla de cigarros con el encendedor y bajo, los chicos siguen en el patio, bailando y tomando cerveza, por lo que ninguno se da cuenta de que salgo de la cabaña, me coloco el gorro del suéter y voy a la playa.

No me alejo mucho y me siento en la arena, enciendo un cigarro, y después siento que alguien se sienta a mi lado.

-Fui a la habitación donde te quedas con Niall y no estabas, ¿por qué te fuiste?

-No lo sé, supongo que necesitaba tiempo solo.

-Oh... ¿Entonces me voy?

-No, quédate.

-Está bien.

En silencio nos quedamos viendo el mar, vemos cómo las olas chocan contra las otras olas y escuchando ese hermoso sonido.

-¿Por qué tienes los ojos rojos?

-¿Ah?

-Aun es la oscuridad se pueden ver los rojos e hinchados que están, ¿qué pasó?

-Nada...

-Dime, yo te podría ayudar, sabes que puedes confiar en mí, Harry, dímelo.

Suspiro. -¿Has sentido que todo está bien, que no hay ningún problema, pero, de pronto, te sientes aun peor que mal?, sientes que estás solo, que les molestas a todo y simplemente...no sé Louis, no puedo explicarlo.

-Siempre me siento así, Harry.

-¿Enserio?

-Sí.

-Pero nunca te he visto triste.

-No lo demuestro.

-No es bueno guardarse todo para sí mismo.

-Siempre lo he hecho... ¿Por qué no caminamos?

Me estira la mano y la acepto, comenzamos a caminar por la playa, solo estamos nosotros y siento como si todo fuera perfecto.

Seguimos tomados de la mano y estamos por llegar al faro, nos hemos alejado mucho de la cabaña pero no me importa, con Louis a mi lado me siento seguro.

-¡Ah! Lo siento. –Me dice Louis cuando se da cuenta de que me sigue tomando de la mano y sonrío, pero no me la suelta.

-No, no importa, se siente bien.

Me sonríe y le sonrío de vuelta. Nos sentamos en una roca cerca del faro.

-¿Puedo colocar mi cabeza en tu hombro? –Pregunto.

-Sí, sí, claro.

Se acomoda, coloco mi cabeza en su hombro y aspiro su olor. No me doy cuenta cuando ya estoy pasando mi nariz por su cuello lentamente.

-Ha...Harry, qu...que, ¿qué haces? –Me pregunta nervioso.

-Nada... -Murmuro.

Estoy cerca de su mandíbula y estoy a punto de besarle pero él para.

-No Harry, para.

Pero yo sigo.

-¡Harry, para!

Salgo de mi trance y veo que está mirando hacia el otro lado, intentando no mirarme a los ojos.

-Lo siento. –Susurro.

-No importa, vámonos.

Caminamos con un silencio incomodo acompañándonos en nuestro corto viaje hasta la cabaña.

Louis camina rápido y prácticamente tengo que correr para alcanzarlo, cuando lo alcanzo ya vamos subiendo las escaleras.

-Lo siento Louis, solo me dejé llevar y...lo siento.

-Está bien, solo fue un impulso, espero que no vuelva a pasar.

Seguimos subiendo pero recuerdo que me tiene una respuesta pendiente.

-¿Qué fueron tú y Ed? –Le pregunto antes de entrar.

-¿No te lo dijo? Él fue el primer novio que tuve. –Entra y me deja perplejo en la puerta.

Hermanastro ; Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora