CAPÍTULO 2

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Mi madre Vivien si se le puede llamar así, porque nunca ha hecho realmente el papel de madre, pero bueno puedo decir que la quiero

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Mi madre Vivien si se le puede llamar así, porque nunca ha hecho realmente el papel de madre, pero bueno puedo decir que la quiero. Una vez al mes abre una caja donde hay un mechón de cabello rubio del que hubiese sido mi hermano. Si así es, mi madre estuvo embarazada antes de que yo naciera, nunca pudo ver al bebé, digamos que le dijeron que había muerto pero nunca le dieron su cuerpo para poder velarlo, ni si quiera le dejaron verlo, solo le dieron ese mechón de cabello que supuestamente era del bebé. Tal vez mi madre nunca llegó a superar eso, y por ese motivo nunca me ha tratado igual, creo a veces que le tiene más cariño a ese mechón de pelo que ami. Pero aún asi debería poder hacer el papel de madre conmigo, igual que mi padre. Pero estoy acostumbrada, realmente todo me da igual.

-Escuché pasos en el piso de arriba y me encaminé a guardar mi diario en un lugar seguro para que nadie puede encontrarlo cuando entró mi madre en mi habitación con un plato lleno de galletas de jengibre- 

-Violet he traido galletas de tu pastelería favorita, ¿Quieres alguna? -Depositó el plato encima de mi escritorio-

-No, gracias -la miro un momento y conecto mis auriculares a mi Iphone 5, para escuchar música. Sabía que algo iba a pasar, siempre que viene a mi habitación y me ofrece comida y sobre todo cualquier tipo de dulces de la pastelería Berry's es porque quiere establecer una conversación conmigo, como la que tuvimos hace dos semanas sobre el bullying que estaba sufriendo en el instituto.

-Vi... -Se sienta en una esquina de mi cama y me desconecta los auriculares del móvil- Tenemos que hablar, verás...

-Hago una seña de stop con la mano para que no continúe- Mamá no me interesa lo que tengas que decirme, se que va a ser malo, porque ya conozco esta táctica estúpida que tienes, ahora si no te importa me gustaría que me dejases en paz el resto del día, o mejor del año. -Me levanto de la cama y salgo de mi habitación en dirección a la cocina-

Violet, escúchame o será peor -grita mi madre desde mi habitación- Odio cuando me grita, enserio no quiero saberlo, no puedes entender eso como madre mía que eres?

-Violet -entra mi madre en la cocina- Mira estoy cansada de tu comportamiento, o empiezas a cambiar de actitud o tu padre va a tener que tomar medidas y... -La corto- Entonces soy yo la que tengo que cambiar? es increíble que a pesar de todo tenga yo la culpa, no te das cuenta Vivien, de que no soy yo aquí el problema? Como diablos quieres que cambie? Si no tengo el apoyo de nadie en esta casa, papá se lleva el día trabajando y cuando vuelve a las tantas de la noche no se preocupa en saber si estoy bien o no simplemente se va a dormir, y tú te llevas el día pensando en como hubiese sido todo si ese estúpido bebé tuyo hubiese nacido. Aquí yo no soy el problema, sois vosotros -le espeto en la cara y me marcho a la calle-

Al día siguiente encuentro todo cambiado, los muebles de mi habitación habían desaparecido y en su lugar había un montón de cajas con el nombre de frágil.

-Por fin te has despertado, espero que te haga ilusión Vi, supongo que tu madre te lo habrá contado todo, ponte algo cómodo y baja a la cocina a desayunar nos espera un largo viaje -sonríe y sale de la habitación-

Me vestí rápidamente sin entender nada de lo que estaba ocurriendo, aunque con ver las cajas que había por todas partes, lo suponía todo.

-¿Qué significa todo esto? -digo algo alterada-

-Violet vamos a mudarnos- dice ahora mi madre, que ni si quiera soy capaz de poder mirarla a la cara de la ira que tengo dentro de mí

-Pero, por qué? -empiezan a brotar lágrimas de mis ojos- No pienso irme, esto es una mierda, siempre teneis que decidir por mí, ¿tengo algún tipo de opinión en esta maldita familia? -me marcho de la casa hacia la calle y me dirijo hacía el bar de la esquina- 

-Buenas días, ¿qué te pongo? -dice el camarero que según su placa de identificación se llama Mike-

-Un café -digo mirando al suelo con la mirada pérdida-

-Enseguida -sonríe el muchacho-

Durante esa fracción de tiempo entre que me ponían el café o no, me di cuenta que no había ningún cartel que pusiese prohibido fumar, a si que saque un cigarrillo del bolsillo de mi rebeca junto con el mechero y me lo encendí, aspiré todo el humo hasta llenar mis pulmones para poder luego expulsarlo por la boca, ya me sentía mucho mejor.

Aquí tienes -depositó el café encima de la mesa y se marchó mirando extrañado a una chica como yo con un pitillo en las manos-

Me bebí el café rapidamente porque para mi sospresa estaba ya casi frío y me terminé de fumar el cigarro, cuando vi aparecer a mi padre, sí mi padre Ben por la puerta de la cafetería y ni si quiera me molesté en apagar el cigarrillo, era tan grande la ira que sentía dentro de mi que me apetecía restregarle por toda la cara que sí, que era una fumadora compulsiva.

Violet Harmon -me miró con unos ojos terriblemente dilatados por el odio y me agarró del brazo- Se acercó a la barra a pagar mi café aún agarrándome del brazo y nos dirigimos a la salida.

Esto es increíble -suelta una risa sarcástica- Este comportamiento no es propio de tí Vi, tu madre me ha contado la conversación que tuvisteis ayer, ¿crees que esto es normal? Cuando lleguemos a Los Angeles te prometo que vamos a tener sesiones todos los días, vas a tener suerte de que no te ingrese. No me salían palabras de la boca, solo sentía odio y se que si hubiese pronunciado palabra alguna no le hubiesen gustado a nadie. Como si de un animal se tratase me llevo de nuevo hasta la que había sido mi casa durante diez años y me metió en la parte trasera del coche y junto a mi madre en la parte del copiloto marchamos, hacia lo que sería nuestro nuevo hogar, aunque para mi era un coche que me llevaba encarcelada a un nuevo y peor infierno.



†α†є   &   √ıσℓєτ  ♦ ۩ ۞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora