─Sigamos, ¿Qué animales quieres ver ahora? ─Hanamiya le preguntó a Kuroko una vez guardó el teléfono en su bolsillo.
Kuroko aclaró su garganta, se llevó el puño rozando sus labios, y así controlar un evidente rubor. Era el hecho de haber estado de pie sin moverse delante de Makoto sabiendo que este se quedaría con esa pose por siempre, le avergonzaba el hecho de pensar que podía ver esa imagen cuando quisiese.
─No lo sé...─Contestó, pero rápidamente cambio esa respuesta─Podemos ver a los tigres esta vez.
─ Tu amigo el de cejas extrañas, Kagami ¿Cierto? el me recuerda a uno.
Kuroko rió débilmente en silencio tras lo dicho.
─A mi también me recuerda a uno, a veces, son casi idénticos; hablando del instinto y lo salvajes.
Ambos hablaban mientras caminaban, y Hanamiya observaba cada acto del menor, claro que de una manera discreta, sabía que él era igual de observador y podía darse cuenta de que le miraba demasiado.
─Por otro lado.─Hanamiya se atrevió a decir─Tu pareces un lindo cachorro.─Y no sólo se atrevió a decirlo, sino que esto fue acompañado por un distintivo guiño con gracia.
Kuroko miró hacia otro lado mientras se cubría el rostro con una de sus manos. Y entre su escondite cerró los ojos con fuerza. "¿Qué clase de cosa había dicho Makoto ahora mismo?"
─ No soy...un cachorro, Makoto-san. Por favor...
─ Pero si eres muy lindo.─ Dijo acercándose a él al quitarle la mano del rostro. Ver aquella expresión suya, era increíble por parte del otro. Se veía tan lindo, tan lindo cuando esta avergonzado. Hanamiya se dejó llevar una vez más, por esa clase de expresión.
─ Basta, Makoto-san. En serio, ademas...yo no soy una persona linda. no podría considerarme así.
Kuroko se había enojado, pero Hanamiya pensó que eso era aún más adorable.
Como aquella vez, ese segundo intento de poder salir con él.
Teppei y Hyuuga no lo dejaban ni un momento solo, no después de haber escuchado tales palabras del ser más agresivo y menos considerado que conocían, eran casi como guardianes, o como unos padres sobre protegiendo a su hijo más pequeño.
Pero Hanamiya buscó la forma de encontrarse con Kuroko a solas, una en donde él no pensara que ahora le acosaba, no era así, Hanamiya sólo quería encontrar una forma para volver a decirle al menor lo que quería, de lo contrario...de lo contrario...
─ Kuroko.
─ Kuroko.
Hanamiya estaba entre los arbustos, y debido a que Kuroko no lo escuchaba por culpa de que un libro se robaba totalmente su atención, Hanamiya salió del escondite y estiró la mano hasta poder tomar al otro del cuello de su playera. En cuanto Kuroko sintió el jalón se sostuvo con fuerza de la banca donde estaba sentado, Hanamiya estiró la otra mano que rodeó la cintura del otro y así, logró jalar a Kuroko quien ahora formaba parte del escondite.
Kuroko forcejeó obviamente, y le dio un fuerte codazo al estomago de Hanamiya, él soltó el aire, y Kuroko intentó pedir ayuda, pero su voz fue ahogada de forma voluntaria. Pues Hanamiya había acercado sus labios tan pero tan cerca y de tan lenta manera que Kuroko mismo tapó su boca. Podía notarse lo anonado que se encontraba el menor a todo esto. Aunque cuando vio a Makoto no parecía tan impresionado.
─ Kuroko, necesito hablar contigo.
Y él parecía comprender a que se refería Hanamiya, suspiró levemente una vez Hanamiya alejó su boca. Kuroko se quejó pues el golpe ahora surtía efecto en su cuerpo. Se había raspado un poco los codos y estaba sentado de una forma tan incomoda. Hanamiya tenía los brazos extendidos los cuales lo tenían de las costillas. Ahora que Kuroko se percataba más de esto, en verdad le incomodo.
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Hanamiya es diferente.
FanficA los ojos de todos, Makoto Hanamiya es una persona sádica, hipócrita y sobre todo cruel ante los sentimientos y esperanzas de los demás. Sin embargo dentro de ese chico tan arrogante que parece carecer de toda bondad, hay algo tan profundo como el...