No puede ser tan difícil...

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Entre ambos finalmente habían acabado con los cuatro enemigos que se le ponían en frente, fue un combate corto de no más de cinco mimutos pero eventualmente los había dejado sin aliento.

Ellie: ¿Los matamos a todos ya? -Dijo la chica con las manos apoyadas en sus rodillas.

Dante : Si, están todos muertos,viviremos unos minutos más para la batalla. Será mejor que me dirija a las Guarniciones para ver como están las cosas; quizás no habría perdido tanto tiempo si no hubiera estado persiguiendote chiquilla. - Afirmó con una cara de disgusto hacia ella.

Ellie: Tenías la opcion de acabar conmigo y problema arreglado. Total, robé tu espada, tenías el derecho- Se defendió

Dante : Tal vez...

Seguido de esto le apuntó con su poderosa espada ya manchada con sangre enemiga.

Dante: ¿Acaso no te enseñaron disciplina? -Ahora el hombre estaba enfadado, sin embargo, como parte de ser un soldado de renombre se mantenía siempre calmado. O al menos eso intentaba, no desatar su ira contra alguien a quien le doblaba la edad... y el tamaño.

Ellie: Ey, me han enseñaron a sobrevivir; este mundo esta hecho mierda y si te quedas quieto, puedes darte por muerto... Aunque...

Ellie sabía que su caso no era para defender, sabía que ella era la mala de la historia y que en cualquier momento el hombre podía atacarla si quisiese.

Aunque ya lo habría hecho hace rato... pensó.

Igualmente no mentía, el mundo era más difícil para unos que para otros y eso lo aprendió, lastimosamente, desde el primer momento que tuvo conciencia.

Levantó los brazos lentamente abriendo sus palmas a la altura de los hombros y  continuó hablando.

Ellie: Si me vas a clavar eso en el estómago hazlo de una vez. No me dejes agonizando, solo eso te pido. -Exclamó con un nudo en el estómago.

Dante : Eres algo insolente y tonta, el hecho de que el mundo sea una mierda para ti no quiere decir que se lo vuelvas una miseria a los demás. No puedes estar causando daño a otras personas que no tienen nada que ver contigo, debes saber que tus acciones traen reacciones con ellas.

Si bien, por justicia, Dante debía matar a la ladrona, no tenía intención de hacerlo. Pero no podía dejar que ella se confiara. Además, al ver reflejada su personalidad y forma de vida en aquellas palabras, sabía perfectamente que era de esas personas que piensan que el mundo gira a su alrededor.

O al menos eso era lo que se podía ver desde sus ojos.

Ellie: ¿Insolente? Oye, tu eres el que esta insultando aquí. En todo caso, ya conozco mis defectos, los utilizo a mi favor. Pero ¿Crees que perdí el tiempo con moralidades? Ahora, o pecas o mueres... y debo hacer un par de cosas antes de morir.- Citó recordando a los fieles compañeros que habían propuesto esa filosofía, al igual de los que murieron con su alma limpia.

Dante : ¿O pecas o mueres? ¿¡Dónde esta el honor y tu moral?! Yo lucho por cada familia en este reino, para que cada niño no sea desprendido de su madre, para que cada anciano y anciana puedan vivir en paz. ¡Eso es lo que yo trato de hacer! cada día pongo mi pellejo al frente incluso hasta por gente como que no sabe que es luchar por un ideal.
Niña malcriada, el tiempo me ha enseñado a hacer lo correcto.- Su voz sonaba firme y severa, tal como un padre regaña a su hijo. Sin darse cuenta avanzaba con su espada aún en mano pero frenó en seco, el no quería amenazarla de muerte. Sin embargo tampoco quería que se fuera como si nada.

Una Espada Casi RobadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora