El Juego del Capitán Marcus

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El día siguió oscuro, la lluvia no daba tregua, incluso algunas partes de las habitaciones se mojaron por lo que debíeron sacar las camas de allí.

A lo lejos se escuchó un cuerno, seguido de una bandera aliada, al parecer eran los refuerzos prometidos junto con el nuevo Capitán del regimiento.

Dante: Ya era hora...

Soldado: Abran las puertas! - Exclamó un soldado a todo pulmón.

En ese momento se abrieron las puertas y entró un numero de unos 200 soldados, todos uniformados marchando al mismo ritmo acompañados del famoso Capitán.

El Capitán era un hombre de cabello negro, cara larga y un par de arrugas en la cara; a lengua se veía un aire de superioridad por el resto. Se notaba en su manera de caminar...

Y en cuento Dante lo vió... tuvo un mal presentimiento. Y se lo comentó a Gabriel y Ellie.

Gabriel: Y acertaste. Se llama Marcus, Capitan Marcus, por lo que se sabe de ese sujeto es que es un tipo despiadado, hay quienes dicen que le gusta despellejar a sus victimas con un cuchillo... Por diversión.

Ellie: ...De verdad? Y como un enfermo como el esta aquí?- Preguntó asustada.

Gabriel: Es hijo de un senador. Su familia tiene poder; por no decir que es bueno con las misiones que se le encargan...

Apenas Gabriel había terminado de hablar, una voz grave, de un soldado nuevo, habló hacia el regimiento.

Soldado de Marcus: ATENCION! Todos los soldados de este fuerte, formen filas en menos de 40 segundos, o recibiran un flechazo en la frente.

Al menos, Gabriel, Dante y Ellie sabían que el Capitan Marcus no jugaba... y se formaron una fila antes de que tuviera que empezar la cuenta regresiva.

Capitan Marcus: 40...

30...

20...

10...

5...

4...

3...

2...

1...

Todos los soldados lograron formar una fila, incluso los que no creyeron capaces al Capitan lo hicieron por temor a sus vidas.

Digo, por si acaso.

Salvo un soldado, que estaba borracho, tirado en el suelo. Sin saber que pasaba a su alrededor, y lo que se jugaba la vida.

Capitan Marcus: Vaya, tenemos un rebelde por acá... Traiganlo!

En seguida dos de los soldados del Capitan Marcus llevaron al borracho de turno hacia su jefe, quien lo esperaba con un puñal que llevaba en su bolsa.

Gabriel: Siempre lleva uno consigo... - Susurró.

Capitán Marcus: Este tipo de comportamientos no se tolerarán en mi regimiento. De ahora en adelante YO llevaré este lugar con puños de acero. Y que este sea un ejemplo de lo que pasa cuando alguien no sigue las reglas...- Dicho esto el Capitán Marcus tomo la cara de su víctima y con el cuchillo saco una tajada de su mejilla como si estuviera cortando queso con un hilo.

Ellie: Oh por Dios... -Exclamó asustada cubriéndose la boca con una mano.

Soltó una risa al mismo tiempo que el soldado gritaba de dolor. Y al parecer era música para sus oídos, porque luego fue a sus manos, sus brazos y el resto de su cara caían en forma de hojas al suelo, empapadas de sangre y digeridas con gritos de la víctima pidiendo que la asesinaran de una vez...

Una Espada Casi RobadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora