Flores Amarillas

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Dante tomó dos palos de tamaño apropiado del suelo para usarlos como una espada, le entrego uno a Ellie, se puso en guardia y dijo:

Dante: Veamos que tan bien te desenvuelves en una pelea, niña.

Ellie tomo la espada con fuerza, astillandose un poco las manos, pero no le importo, rapidamente decidió atacar a su "enemigo" por la derecha y luego a su estómago. Seguido de un gemido de esfuerzo.

Dante: Un tronco se mueve mas que tu...

Y sin darse cuenta, Dante le había hecho una zancadilla a la chica ágilmente, tirándola inmediatamente al suelo.

Dante: Debes estar pendiente de los movimientos de tu oponente. No los pierdas de vista...

Y terminó su explicación dándole a Ellie un ligero golpe en la cabeza, a lo que, evidentemente esta se quejó y acarició la zona del golpe.

Ellie: Auch! Vale entiendo... moverme mas y ver lo que hace el otro, entendido.

Dijo de nuevo colocándose en guardia; cosa que de nada sirvió, pues fue desbaratada rapidamente.

Dante: Tu defensa es mala y facil de atravesar, si vez que te piensan atacar retrocede, pero recuperate al instante...

Dió un golpe a su mano

Dante: ya perdiste una mano.

Golpeó su pierna.

Dante: Y tu pierna, ambas derechas, dudo que seas zurda o me equivoco?

La pelirroja suspiró con un poco de resignacion, sin embargo no le parecia apropiado rendirse... (más por orgullo que otra cosa).

Ellie: Vale... estoy manca y sin una pierna...

Pero se levantó rápidamente, colocándose detrás de Dante golpeó su pierna haciendolo perder el equilibrio al tiempo que apuntaba a su pecho con el palo recogido del suelo hace unos minutos.

Ellie: Lo hice bien o estoy muerta ahora?- Dijo con un poco de inocencia en la voz.

Dante: Nada mal, niña... pero asegúrate de actuar más rápido o no durarás mucho...

[...]

El par llevaba caminando ya un buen rato por el bosque, abriéndose paso entre los arbustos con la espada en silencio. Ninguno sabia que decir, o al menos estaban muy ocupados en sus asuntos. Ellie pensaba en la próxima excursión que haria con David y Dante pensaba en que debía un par de monedas a Gabriel.

Ellie: Quién te enseñó a usar la espada?- Dijo la muchacha ya harta del sonido de sus pasos y el del movimiento de los árboles al son del viento.

Dante: Mi padre - respondió rápidamente - Él pertenecio a la guardia del rey, era un muy buen soldado hasta que cayó enfermo... eso me enseñó que hasta el más firme puede caer ante la más vigorosa enfermedad.

Ellie: A todos nos puede pasar realmente... Pero que te impulsó a ser un soldado?

Dante: Pues... Mi familia siempre fue linaje de guerreros y decidí continuar con ello. Aunque la verdad siempre quise ser pescador

Ellie: Deberías intentarlo -lo animó- al menos seras enterrado sabiendo que cumpliste con lo que querías hacer con tu vida.

Una Espada Casi RobadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora