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Rubén

Mangel era una avalancha de sentimientos acumulados, Rubén no sabía lo que le pasaba, siempre tan pensativo, lo notaba distante, de un tiempo para acá se la pasaba con la mente en otro lugar, lo cual era raro, Mangel aunque era un gruñón, siempre se la pasaba hablando de cualquier cosa, pero ahora era diferente, el silencio era lo que lo mataba, en Rubén descansaba una pequeña porción de interés sobre el estado de su mejor amigo, ¿pero que podría ser?. 

Mangel tenía novia tal vez sea eso, pensó. No Mangel y ella eran muy unidos. Aunque sostenían una relación que el no podía comprender, se veían a diario, conversaban pero Rubén no sentía que ellos dos compartieran un lazo. las pocas veces que los vio juntos era algo incómodo porque él siempre estaba ahí con ellos haciendo mal tercio, aunque eso no les importaba a ninguno, ella era buen gente. alguna vez cruzo palabras con ella cuando Mangel los dejo solos una vez, fue raro pero no incomodo, ella era muy similar al menor hasta llegó a pensar que era una versión femenina de su amigo.

Era linda y hacían bonita pareja, el mayor se sentía feliz del menor, pero aun así no creía que esa fuera la razón de la actitud que últimamente se cargaba Mangel, tal vez debía investigar a fondo porque sabía que si le preguntaba directamente este le diría que estaba bien que solo esta estresado, el menor no era de expresar sus sentimientos era algo cerrado en ese aspecto, así que solo quedaba una opción, Rubén sabia de la existencia de un diario, si un diario Mangel lo llevaba desde los 7 años por recomendación del psicólogo, era algo exagerada la idea, pero según el no tenia otra opción.

Cuando ellos eran pequeños asistieron a una escuela en la que un día a la semana iban con el psicólogo escolar para despejar la mente, a ambos se les había recomendado escribir todo lo que sucedía a su alrededor, pero más que recomendación era algo así como tarea extra cosa que Rubén odiaba, siempre se metía en problemas por no llevar los escritos al día siguiente, Mangel por otro lado se lo había tomado muy enserio, creando en él una costumbre que hasta el día de hoy sigue en marcha.

Pero como haría para llegar al famoso diario de Mangel, tendría que armar un plan lo bastante elaborado como para poder llevárselo sin que él se diera cuenta, entonces recordó los planes de Mangel durante la semana.

-¿entonces si me ayudaras?-dijo el menor de forma seria sorbiendo de su bebida. -

-¿a qué hora dijiste que era?-respondió el mayor con algo de comida en la boca. -

-a las tres de la tarde, se pedirá permiso con el profesor en turno, y después de terminar nos retiramos, además a la profesora le importa un comino casi no hacemos nada, los profesores están pasando notas y dando tutorías a los que se quedaran en verano. -

-lo que sea para no quedarme con cara sucia, ese tipo me da escalofríos.-dijo Rubén retorciéndose y haciendo muecas. -

Cara sucia era el compañero de Rubén en la clase de literatura, por los pasillos se rumoraba que tomaba una ducha los días treinta de cada mes, si en febrero no se bañaba. 

/el que entendió entendió XD/

-Ya deja de llamarlo así, un día se va a dar cuenta te va a golpear y yo no haré nada para defenderte, es más me comprare una bebida para observar como te parten la cara. -

De algún modo Rubén sintió que el Mangel de antes regreso por un momento, ahí estaba el chico que él había conocido, aquel sarcástico por excelencia que le sacaba una sonrisa y lo hacía enfadar cada dos segundos, ¿Por qué tenía que ser tan difícil comprenderlo? Pareciera que no lo conociera, durante años el menor había sido un misterio para el mayor y eso le molestaba, porque aunque fueran los mejores amigos sobre la faz de la tierra cada uno tenía su propio espacio, era normal pero a Rubén no le parecía, a esta edad nada le parecía a Rubén, él era curioso, no le gustaba ver a las personas tristes, ¿Por qué no podían ser como él?, sin preocupaciones y pasando de la gente que lo hacía sentir mal aunque fueran pocos los que no le querían, porque por dios era Rubén Doblas el chico más adorable de la universidad, el amigo de Mangel el más aplicado del mundo, el chico que llevaba la etiqueta de alguien amable y sincero.

El Diario De Mi Mejor Amigo | RUBELANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora