Hometown Glory

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Amo Londres, sus calles, sus casas, incluso su lluvioso y gris clima; es mi hogar mi hermoso y maravilloso hogar.

-Cariño, !baja a desayunar ahora o llegaras tarde¡- Gritó mi madre desde la cocina.

-Aquí vamos otra vez- pensé en voz alta mientras tomaba mi bolso negro de la escuela y terminaba de colocarme el labial.

-Buenos días mamá- dije mientras entraba a la cocina y le daba un beso en la mejilla.

-Buenas días hija, siéntate, hice pancakes de chocolate- dijo mi madre mientras ponía tres pancakes apilados sobre mi plato en la mesa.

Vaya que mi mama lo hace todo por mí, es amorosa, detallista, responsable y muy trabajadora; se levanta desde el amanecer para poder hacer las labores domésticas y prepararse para ir al trabajo, y aun así le da tiempo de consentirme preparándome el desayuno. ¿Quién pensaría que una chica de solo 18 años sería capaz de criar a una bebe sola? en verdad la amo, es mi superhéroe.

-Gracias mamá están deliciosos- le respondí mientras tomaba un gran bocado y me lo llevaba a la boca.

-Hoy saldré tarde del trabajo, mi jefe quiere que haga el inventario, lo que significa que pasare todo el día en la oficina, y sabrá Dios cuando termine- dijo mi madre mientras tomaba su bolso y colocaba sobre sus hombros el impermeable café que le regale en su cumpleaños pasado. – Cuando vuelvas de la escuela puedes recalentar comida del refrigerador para comer, y cielo por favor recuerda pasar por té y leche de regreso a casa- Mi madre deposito un beso en mi cabeza y posteriormente salió por la puerta.

Me apresure con mis pancakes, se me hacía tarde para el colegio y no me podía dar el lujo de un retardo más. Tome el plato y el vaso y los puse en el fregadero, ya los lavaría regresando a casa. Corrí al baño a cepillar mis dientes, darme una última mirada en el espejo y aplicar una capa final de labial. Tome mis cosas y salí de casa junto con un paraguas; estaba comenzando a caer una fina lluvia, la cual estaba segura se intensificaría en los próximos minutos.

Decidí caminar hasta la Brit School en lugar de tomar un taxi, total la lluvia aun no era demasiado fuerte. Tome mi iPod y me coloque los audífonos, puse una lista de reproducción que contenía canciones desde las Spice Girls, hasta la banda preferida de mi madre, The Cure.

Me encontraba a solo un par de cuadras del colegio cuando regreso a mi mente el pensamiento de esta mañana; en verdad amo mi hogar, caminar todos los días por el mismo lugar, encontrarme a tanta gente conocida, ver a las personas con shorts o faldas paseando por una ciudad donde dos mundo colisionan en uno solo; estoy verdaderamente agradecida de haber nacido en Tottenham, y vivir en Croydon; y poder descubrir cada día las maravillas de mi mundo. Y así,  pensando en lo hermoso de mi ciudad natal se me fue el tiempo, y en cuanto parpadee ya estaba en la entrada de la escuela.

El día transcurrió bastante rápido, clase de expresión corporal, sociedad y música, lección de guitarra; para el cuarto periodo había llegado el momento de mi clase preferida, composición.

El profesor, el Sr. Gordon nos asignó una tarea; para la siguiente clase dentro de un par de días, debíamos presentarnos en frente de todos e interpretar una canción compuesta por nosotros mismos que nos describiese o bien, mostrase nuestros sentimientos. –Esto no será nada fácil- pensé. Otro punto que el Sr. Gordon menciono, es que podíamos pedirle a algún compañero ayuda y formar equipo de pareja para tocar algún instrumento o hacer coros, evidentemente al instante se formaron los equipos entre los más populares, las mejores voces y los mejores músicos. Soy bastante tímida, así que suelo evitar cantar frente a los demás en la medida de lo posible, lo cual es ridículo considerando que estoy en la Brit School estudiando música. Pero debido a mi usual timidez, los demás asumen que simplemente debo ser un asco cantando.

Waiting for you ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora