Salimos de casa de Lisa, ya animaditas por los cuatro daiquiri que nos hemos bebido. Me siento bien, contenta y guapa. Y todo gracias a Lisa, nota mental, agradecerle enormemente este gesto.Subimos a un taxi y nos ponemos rumbo a JoJoa, el garito de moda más caro de la ciudad, dónde sólo van, los ricos, los guapos, y los empresarios.
Mi estomago se resiente por los nervios, nunca he salido y encima hoy lo haré a lo grande. Lisa intenta tranquilizarme y me pide que sea yo misma, pero es que hoy no quiero serlo. Esta noche quiero disfrutar, y olvidarme de todo y de Alexander.
Llegamos al garito en cuestión, y vemos que está a tope. Bajamos en la puerta, dios mío, es enorme. Lisa me coge la mano y nos acercamos a la puerta.
- Lillian, tu entrada -me pasa la entrada.
- Lisa, ..- me interrumpe.
- ¡Hemos venido hasta aquí para salir y despejarnos así que será mejor que no me digas nada! - sonrío y ella me guiña un ojo.
- Sólo iba a decirte que este lugar es genial.
- Ah, pues eso sí, puedes decírmelo.
Entramos y nos quedamos embobadas viendo el lugar. Increíble, un local grande, tiene unas escaleras que llevan a unos privados. La pista principal esta onda, tiene tres barras, y mucha gente pija.
Nos metemos entre la gente hasta llegar a la barra, y pedimos dos gins.
- Lillian, ese moreno de ahí no te quita la vista del culo - me susurra Lisa mientras se ríe sin parar.
- Lisa, eso es mentira, te mira a ti.
- Vamos a preguntárselo.
- ¡No! Para..- Lisa se va a buscar al chico que esta enfrente de nosotros cuando alguien me empuja haciendo que me caiga el gin al suelo.
- Discúlpame guapa..- no puede ser, esa voz la reconozco, me quedo quieta-, sé que te lo he tirado al suelo pero te invitaré a otro-, es él.
Camino hacia adelante sin darme la vuelta, pero me coge del brazo. Su mano envía una corriente eléctrica a todo mi sistema nervioso.
Decido darme la vuelta y acabar con esto. Lo veo con un pantalón vaquero oscuro y una camisa negra con los tres primeros botones sueltos. Lleva el pelo desordenado, y sus ojos azules destacan entre la oscuridad del local, está soberbio. Cuando me reconoce abre los ojos abiertamente y de forma escandalosa. Me suelta como con asco mientras me mira de arriba abajo.
- Lillian, pero que...
- ¿Estoy a la altura Alexander?
- Puedes parecer estarlo pero...
- Reconoce que estoy mucho mejor de lo pensabas, y cuando lo hagas me iré y no me verás en toda la noche- me mira con el gesto duro y entonces oigo a Lisa.
- Lillian, se llama Max y quiere que bailes con él..- cuando llega a nosotros y ve a Alexander se le desencaja la mandíbula.
- Señor Moore..
- Déjanos solos un momento Lisa.
- Lillian, te espero en la pista - Lisa se va mirándome preocupada.
- Alexander, he venido a disfrutar de la noche con mi amiga, y bueno con Max..- miro a Alexander que aprieta la mandíbula fuertemente.
- Lillian, no voy a dejar que te acerques a cualquier tipo, no sabes que pueden hacerte.
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Locuras en la oscuridad.
RomanceLillian Simons, joven, lista y atractiva estudiante de empresariales es enviada de prácticas a la naviera más importante de estados unidos. Entre papeles, números y buques, encontrará a Alexander Moore, un atractivo treintañero, egocéntrico y muy ri...