Mi "amigo" hetero - [Vkook]

Esto no puede ser verdad

(Recuerden el dato de que Jungkook está enamorado de Tae)
Narra Jungkook
Ya estaba dentro del taxi con la cabeza apoyada en la ventanilla mirando al exterior sin prestar atención ninguna. Me pasé el viaje recordando lo ocurrido y pensando que Taehyung me seguiría y vendría a por mí, que me llevaría de vuelta con él, pero todos sabemos que es la idea más descabellada (o una de las más) de este último siglo.
Llegué a mi destino, pagué y bajé.
Toqué al portero.
-¿Quién es?
-Hyung, soy yo, Jungkook.
Sonó el característico sonido que indicaba que la puerta ya estaba abierta y entré, recorrí los pasillos y antes de tocar a la puerta, ésta se abrió. Detrás de la puerta apareció un Jimin preocupado.
-Galleto ya puedes estar diciéndome que ha pasado para que estés aquí. -Dijo mientras me abrazaba.
-Uno: ¿Galleto? Y dos: ¿por qué debe haber pasado algo para que yo esté aquí?
-Llevas una maleta y tienes los ojos rojos.
-Etto... ¡TENGO DERECHO A UN ABOGADO! ¡YOONGI AYÚDAME!
-Ese grito sirvió en vano, Suga no está. -Jimin río.
-Bueno, ¿me vas a dejar pasar o me vas a tener aquí todo el día? -Y se hizo un lado dándome paso.
Sí, como pudisteis ver le mentí a Taehyung, no tenía dinero y es el único lugar al que se me ocurrió venir. Menos mal que tengo a Jimin y Suga porque si no me hubiese tenido que quedar allí y verle la cara al otro todos los días.
Me encanta la casa que Jimin compartía con Suga, me transmitía mucha tranquilidad, no sabría describirlo exactamente, simplemente es... Magnífico. Me senté en en el sofá tras haber soltado las cosas en un rincón del piso y procedí a contarle a mi amigo lo sucedido.
-Jimin, ¿vienes a qué te cuente?.
-Sí, sí, ya voy. -Se sentó y le conté todo.
(...)
-Y eso fue todo lo que pasó.
-Dios, Jungkook es todo tan obvio.
-¿Todo tan obvio? Jimin no te sigo.
-Pues entonces debo comunicarte que eres bastante tonto.
-Agg Jimin, no me insultes y dime que es esa cosa tan obvia.
-Venga Kookie, ¡piensa!
-¿Qué debo pensar? ¡No sé que quieres decirme!
-Jeon eres de lo que no hay.
-¡Hyung dime ya!
-¡ES OBVIO QUE TE QUIERE! -Dijo levantándose del asiente y moviendo los brazos como si intentarse volar.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. -Rápidamente cambie mi rostro a uno serio. -Cuéntame otro chiste que éste no me hizo gracia.
-¿A tu madre le pagaban una subvención por tu retraso? ¡No es ningún chiste!
-No haces más que desvariar.
-Hola Jimin... ¿y Jungkook? -Dijo entrando por la puerta.
-Hola Yoongi.
-¿Qué pasa aquí?
-Siéntate que te contamos.
(...)
-Kookie, ese chico gusta de ti. -Dijo Yoongi poniendo cara pícara.
-¡Otro igual! -Me levanté, fui a por mis cosas y me dirigí a una habitación.
-Jungkook no sabes cuál será tu habitación.
-¡Escogeré la que más me guste! -Grité entrando en una.
*Dos meses más tarde*
Han pasado dos meses desde que vine a la casa de la pareja. Dos meses en que solo pensé en Taehyung, en Taehyung y en más Taehyung, aunque de vez en cuando con salidas lograba despejarme. La pareja es bastante divertida, uno se lo pasa genial con ellos, el único inconveniente son sus noches de pasión por eso compré unos tapones para los oídos.
Ahora me encontraba haciendo la compra en un pequeño supermercado, estaba en el pasillo de congelados cuando vi algo, más bien alguien: Taehyung. Estaba aquí, pero estaba vez, en vez de estar rodeado de chicas, había una cosa diferente, sólo había una y tenían sus dedos entrelazados y se les veía bastante alegres. Se miraban a los ojos y poco a poco se iban acercando.
-¡No! ¡Por favor! ¡No! -gritaba interiormente.
Y se besaron. Deje caer toda mi compra al suelo de golpe haciendo que sonara un ruido bastante fuerte ya que en ella se encontraban alguna que otra lata.
-Puedo aguantar verlo follar, cuándo lo hace ninguno siente otro sentimiento que no sea lujuria, pero no puedo con esto. -Murmuré para mí.
No me di cuenta de que estaba llorando ni que todos tenían los ojos puestos en mí, hasta ellos. Me sequé las lágrimas con la manga de la chaqueta y mientras me dispuse a recoger lo que había dejado caer.
-D-disculpen las mole-estias, no sé que me ha pasado. -Y seguía recogiendo.
-Tranquilo, no pasa nada. -Se acercó a mi el dueño de esa voz, un joven más o menos de mi edad. -Deja que te ayude.
-No hace falta, gr-gracias. -Sin embargo lo hizo.
-Soy Park Jin Woo, pero puedes llamarme JinJin.
-Encantado, soy Jeon Jungkook. -Ambos nos levantamos.
-Pues déjame decirte Jungkook, que hasta después de haber llorado, eres muy lindo. -Y volvió mi complejo de semáforo en rojo. -Y también debo decir que lo eres más cuando te sonrojas. -Él sonrió y yo me tapé la cara con la mano que no sujetaba la bolsa.
-¿Vamos a pagar o te falta algo? -Dijo cogiendo su bolsa.
-No, lo tengo todo.
-Pues, ¿a qué esperamos?
Una vez con todo pagado salimos del supermercado y ofreció que diéramos una vuelta, acepté con la condición de poder dejar las bolsas en mi casa, buena en la casa de Jimin y Suga.
Íbamos conversando alegremente por las calles, gritando, bailando, haciendo que alguna que otra señora nos paré y nos de una charla por molestar a los demás, pero sobre todo riendo. Llegamos al parque (sí, me paso la vida en el parque) y estábamos columpiándonos, bueno yo columpiándome y el empujándome en la zona de niños pequeños cuando una vez pasado los treinta minutos me di cuenta de que era tarde y quería volver a casa. JinJin me acompañó por el camino, íbamos tal como habíamos ido con el único cambio de que no había señoras regañando. A mitad del camino una vez ambos más tranquilitos con el único sonido de la nada se escuchaban pasos corriendo. No les di mucha importancia hasta que...
-¡Jeon! ¡Jungkook! ¡Kookie!
¡Dios! Esto no puede ser verdad.