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-¿Me estás diciendo que tienes una relación con Arthur Leclerc y yo no estaba enterada?

-Sí.

Me faltó decir "porque él tampoco, tú te enteraste primero".

-Ophelia, esto es algo totalmente serio, sabes perfectamente que las bromas y juegos no entran en el trabajo.

Claro, porque en casa es la "linda tía Maggie" y aquí solo es mi representante Margaret Bearman.

Ni Hannah Montana se atrevió a tanto.

-No es una broma, Arthur y yo hemos estado saliendo desde hace un tiempo.

-¿Y por qué me lo vienes a decir ahora?

Su mirada transmitía muchas dudas, podía jurar que saldría humo de su cabeza mientras trataba de entender todo.

La miré incrédula. -¿Tal vez porque quieres que tenga una relación con un chico solo por convenio? Además, sólo lo sabe Ollie y es únicamente porque eran compañeros de equipo, no quería problemas entre ellos, tal vez sus hermanos también lo sepan, no estoy segura.

Metiste la pata hasta el fondo pero no eres mala mintiendo, tenemos salvación.

-Soy tu representante, debí haberlo sabido antes que nadie. -Se sobó el puente de la nariz tratando de no perder la paciencia.

-Antes que todo, eres mi tía. -Aclaré. -Y hermana, más específicamente melliza de mi padre, en cuanto lo supieras, se lo dirías.

-¿Por qué no iba a hacerlo?

-¡Porque no queremos eso! -Exclamé tratando de lucir frustrada. -No necesitamos familias entrometidas encima, sin ofender.

Olvídalo, no tenemos salvación.

-¿Sin ofender? Sólo me diste más motivos para querer sacarte de la herencia familiar, sin ofender.

-Es que a mi también me gusta el chisme, eso no es lo malo. -Me encogí de hombros. -La cosa es, que ustedes no saben disimular y no quería que estuvieran encima del pobre Arthur, creo que ya ha tenido mucho de mis padres desde que se convirtió en compañero de Oliver.

Margaret ladeó la cabeza al escucharme, sabía que era cierto.

-¿Y estás segura de que a Arthur le molestaría aguantar esta relación por algunos meses?

Ni idea, déjame le pregunto primero si quiere ser mi novio falso y después le preguntamos si acepta que tenga una relación más falsa por encima de la nuestra.

-No pienso hablar por él pero sé que a mí me molestaría si fuese al revés, no voy a ponerlo en esa situación. -Suspiré -Mira, en otra ocasión hubiera accedido a esto, creo que lo sabes. Entiendo que me beneficia atraer el público de este chico... ¿Jackson? -Fingí no estar segura de su nombre, porque claro que lo sé. -Al final ambos ganamos pero en este caso también me perjudica y no estoy dispuesta a estropear mi relación con Arthur, menos ahora cuando parece que vamos a dar más pasos hacía delante.

¡Eso! Manipulala con tus traumas.

-Se supone que vine por tí a Mónaco porque en dos días iríamos a Londres para acordar todo con Jackson y su manager, no contaba con los dados de un Leclerc en el juego. -Después de dar varias vueltas por la habitación, finalmente volvió a su asiento frente a mí. -No puedo obligarte a hacer nada que no quieras, aunque con esto sí debería pero no en estas condiciones.

Lo sabía, seguimos siendo la misma sangre después de todo.

-Las dos sabemos que se beneficiará mucho más él que yo, no lo necesito.

-Más vale que ese chico Leclerc no haga que me arrepienta. -Finalmente tomó su laptop que había dejado frente a mí y el contrato redactado en la pantalla, desapareció de mi vista. -Pero...

-¿Pero?

-Tendrás que informarle a tu querido chico, que este sábado tendrá una cena de bienvenida a la familia Bearman.

Mierda, justo cuando estaba por cantar war is over.

-Tía...

-Nada. Hago mucho esfuerzo por guardar esta información hasta el sábado y es porque de todos modos debo viajar a Londres, supongo que hiciste bien en no decirme sobre su relación antes.

Los hermanos Bearman comparten cada chisme entre ellos, no me sorprende, Ollie y yo no somos la excepción de la regla, solo somos los más discretos.

-Sé que hice bien, gracias por guardar el secreto al menos unos días.

-Solo hasta el sábado, cena a las siete, luego te diré en dónde porque necesito organizar las ideas.

-Bien.

[...]


-Ollie, tenemos un problema. -Fue lo primero que salió de mis labios al entrar en la habitación de mi hermano.

-Tenemos, me suena a mucha gente, Lia, y por esa voz que pide a gritos mi ayuda, el problema es tuyo.

Miré su videojuego para asegurarme que estuviera jugando sólo y que sus amigos no estuvieran escuchando por el micrófono.

-Necesito convencer a Arthur para que finja ser mi novio. -Solté, sabiendo que con eso obtendría la atención de Oliver.

No tardó ni tres segundos en girar su cabeza como si fuera la chica del exorcista.

-¿Qué?

-Lo que acabas de escuchar. -Dije tirándome en su cama, quedando con la mirada en el techo.

-¿Por qué? ¿qué hiciste? ¿me estás hablando de Arthur Leclerc? ¿te volviste loca?

-Necesitaba una excusa, le dije a la tía Maggie que tengo una relación con Arthur Leclerc y sí. -Respondí a todas sus preguntas en orden. -Ahora la tía quiere darle la bienvenida a Arthur a la familia, durante una cena el sábado más específicamente.

-Hoy es martes, ya casi miércoles. -Anunció como si ya no lo supiera.

-Necesito tu ayuda.

-Mierda, Lia, necesito una buena explicación de porqué Arthur Leclerc ahora debe ser mi cuñado falso.






STYLE ━━ Arthur Leclerc.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora