CAPÍTULO II

417 24 6
                                    

LLAVE

Estaba todo decidido y solo faltaba realizarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Estaba todo decidido y solo faltaba realizarlo. Caminó decidido hasta la habitación donde se encontraba Raoul, a quien ya le había aclarado que su relación con Riki no cambiaría, pero que no lo aceptaba, que está actuando de la manera contraría a como lo debe hacer, al cumplimiento de las reglas para el buen funcionamiento de Tenagura y para el bienestar de el, además de la fiel y debida obediencia a Jupiter. Pero ahí radíca todo. A Iason no le importaba, no haría caso a todas las reprimendas y supuestas advertencias claramente en vano, que le habían hecho los anteriores Raoul y Júpiter. El estaba haciendo su trabajo perfectamente y todo estaba funcionando como debía, no rompía ninguna regla así que no dejaría ir a Riki por todo eso, lo que al hablarlo los tres solo hacía que los anteriores gastaran intentos en tratar de hacerlo cambiar de opinión. Pero a Iason no le gustaba como se miraba todo aquello, Raoul y Jupiter, los dos específicamente pidiéndole cambiar de idea, así que se dispuso a terminar de una vez con el tema y que todo quedara claro.

—Vamos...se que quieres hacerlo.—Alcanzó a escuchar el rubio.
—Ya te lo dije... olvidalo...—Giró la cabeza el menor con el ademán de rechazo hacía su presente acompañante. Iason reconoció esa voz, paró unos segundos y desvió su camino al confirmar el dueño de aquella voz, siguió caminando por el amplio pasillo, apresurando un poco su pasó pero también tratando de llegar a aquella voz y a la otra con la que se comunicaba. —¿Qué haces aquí? Riki.

Se le acerco bruscamente, y acarició el cabello del menor. Definitivamente juntó en demasía sus rostros hasta quedar a tan solo unos centímetros de sus labios, y lo besó en seguida. El menor no tuvo tiempo de reaccionar cuando ya tenía sus manos en el pecho de su acompañante para intentar separarlo del suyo y este rodeando con los dos brazos la cintura del menor para no dejarlo ir, forzando aun más el beso. Continuaba besándolo forzadamente, incluso bajando a su cuello y tocando sus caderas. Al menor no le agradó e intentaba separarse pero al mayor solo le excitaba más sentirlo resistirse y lo tocaba más rápido y constante, utilizando así, más fuerza para retenerlo. Comenzó a besar su pecho, quitando así la prenda de por medio hasta poco bajo de sus hombros, subiendo sin permiso la flexible pierna izquierda del menor para poder colocar una de las suyas en medio de esta. Haciendo que su cuerpo se acalorase aun más por el joven que tenia en sus brazos.
—¡Ah!... para...no... —No podía librarse del agárre de su acompañante. Sentía los besos en su cuello y no podía esquivarlos.
—Te lo dije ,Riki...—Lo continuaba tocando, dejando marcas rojas y moretones, por la fuerza empleada.

Giró en la última esquina del pasillo. Doblando por el ascensor, encontrando la esperada voz y una escena digna de castigo. Se escuchó un ruido sordo. Tan pronto como vió aquello, Iason enfureció inmediatamente, apartando con dos dedos de la palma izquierda aquel cuerpo infinitamente indeseado del menor. —¡¿Como te atreves?!— Lanzando al atacado a unos 12 metros de distancia por el espacioso pasillo, dejando su vida pendiendo de un hilo. Y aun no era suficiente para el, merecía la muerte absoluta e irrefutable según el rubio.

—¡"Iason"!

—¡¿Como pudiste tocarlo?! ¡¿Como?!..Te mataré...—Ardió un frío inquebrantable en los ojos y alma del alto. Riki sintió un temor casi irreversible en su interior, nunca lo había visto así. Tenia mucho miedo de lo que Iason podría llegar a hacer.

Iason lo observó fríamente y con la mirada alta. Sintiéndose desesperado y destrozado por dentro, se propuso a caminar hacia el anteriormente atacado, para matarlo, antes colocándole correctamente la camisa a Riki, cubriéndolo con su capa, y posicionándose frente a el de espalda, teniendo así en frente a aquella despreciable criatura, responsable de lo sucedido. Le dedicó una mirada de odio y desprecio al individuo frente a el y levantó la mano derecha a nivel de sus hombros junto con su mentón, creando, la posición definitiva.

Todo aquello era una locura, y Riki no sabia ni como reaccionar, simplemente estaba varado viendo la escena. Pero actuó.

—¡¿Qué haces?!¡Ya basta!

Pero Iason solo se adelanto dando, para lastima del individuo, un paso más y luego otro.

—¡Olvidalo, no fue nada, no es para tanto, déjalo!—Alcanzó a decir Riki en lo que Iason procedía.

Iason bajo el brazo con el que apuntaba a la anterior criatura,aun inconsciente por el antiguo impacto, dio media vuelta, y miró a Riki.

—Nada...—Protestó Iason, con una mirada más fría y tensa que la que le había dedicado al ya derrotado oponente.

—Si. Nada. No importa...—Minimizó Riki, intentando quitarle importancia al asunto.

—Te tocó, y eso es más que suficiente para que lo máte.—Declaró Iason. Con sus ojos y anhelos celosos.

La escena era exageradamente tensa, Iason no soportaría nunca que alguien tocara a Riki. Y si lo hacía, para el, merecía morir, inmediatamente.

—Ya te dije que ya no importa ¿Si?— Continuo Riki, encaminándose hacia el elevador que doblaba la esquina del pasillo. Iason lo siguió y entró al elevador con el.

—Esta muerto...—Informo Iason, un minuto después de que habían entrado al elevador y habían guardado silencio en el transcurso.

—...¿Qué?...¿¡Iason que!?...—Se exaltó Riki al escuchar las fúnebres palabras de su acompañante. Iason semi sonrió del lado derecho. Con sus brazos cruzados.

—...¿Crees que me habría retirado si no hubiese estado muerto?—Declaró como un mandato. Riki temió.

—...No...—Riki intentó salir del ascensor desesperadamente.

—¡NOO! ¡QUE DIABLOS HAS HECHO!...—Se arrodillo y callo al suelo asombrado, Riki no podía creerlo.

Iason lo observo desde arriba celoso e inquieto le dijo.

—...¿Significaba algo para ti, para que te pongas así? ¿¡Qué significaba Riki¡? Dímelo ahora.

Riki estaba perplejo de los hechos y apenas pudo digerir lo que dijo Iason.

AI NO KUSABI   |   Llave Y CandadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora