CAPÍTULO VII

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NO MÁS VERDADES

Había una especie de agujero en el pecho de Riki, como si le faltará el oxígeno o como si por inhalar demasiado se hubiera hiperventilado

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Había una especie de agujero en el pecho de Riki, como si le faltará el oxígeno o como si por inhalar demasiado se hubiera hiperventilado. Ya había caminado por la mansión sabiendo más o menos parte de la historia, estaba recluido ahí pero simplemente se sentía mal, como si su cuerpo no estuviera haciendo la homeostasis y simplemente comenzara a dejar de funcionar. Había estado buscando la forma de salir de la mansión pero simplemente no podía, cada muro se cerraba frente a él. Qué nuevo reto eran siempre esos muros, que exasperante, que agobiante, que... que cosa del demonio, sinceramente.

La cabeza le daba vueltas, sentía la soledad pero al mismo tiempo se sentía observado como en un permanente acoso, y no podía más, pero debía salir de ahí. El agobio era mayor, se intensificaba, y daba un golpe cada tanto, y por supuesto lo sentía resonar en sus tímpanos.

"No puedo salir de aquí..." Se dijo para sí. Pero ese «no puedo» no conformaba una afirmación directa de que se rendía, si no, de que físicamente no podía salir con todas sus fuerzas.

"Un lugar tan bello, solo puede estar hecho por un demonio... Probablemente, un demonio igual de bello, pero... Se quién se atrevió a verle la cara a ese demonio una vez, y probablemente a sus iguales" Riki pensó atrevidamente casi con una respuesta que salió como un remache, por la presión.

"Hay una diferencia entre nosotros dos, pero bien podría acortarla con un cuchillo"... Riki ya tenía en mente quién parecía ser ese cuchillo, uno con una cicatriz incluida en el rostro.

-...Katze...-en el tiempo en el que Riki estuvo trabajando de manera "libre" logro entender los sistemas de aquella avanzada ciudad por lo menos hasta el punto en que pudiera abrir una de esas codificadas puertas.

Se dirigió a un ordenador cercano, pensando en comunicarse con Katze para que lo sacará de ahí, siquiera por un alto costo. Que insoportable le parecía esa idea de convencimiento y cuán inoportuna podría ser una visita de Katze a ese lugar, precisamente porque incluso si el escape funcionaba, Katze podría recluirlo de nuevo en la mansión si el quisiera, no importaba mucho su poder, las habilidades eran más peligrosas, sin mencionar que lo último que quería era que se diera cuenta de lo que en realidad estaba pasando. Incluso él no lo sabía, pero había una cosa que sí, y es que nada de eso le daba un buen presentimiento. Solo quería hacer ver la situación cómo un simple castigo de Iason hacia él. Así que al acceder al ordenador y superar los bloqueos, logro dar con una forma de comunicarse con Katze desde el ordenador. Claro que no pensaba que aquello era pedir ayuda, era más como una estrategia ya que incluso podría no solo escapar de la mansión, si no también de la ciudad.

-Bien, probemos ésta basura...-logró dar con Katze, un transmisor fiable de información sin duda eran aquellos ordenadores, ya que era casi imposible burlar aquella seguridad, pero una vez dentro, incluso ahí era posible todo, desde una gran base de datos como esa, se tenía absolutamente toda la información. Y ya estaba adentro. No le hubiera sido tan rápido entrar anteriormente, pero intentar escapar varias veces, conocer como trabaja Katze y como se comportaba Iason, le daban una ventaja muy actualizada de las posibilidades y perspectivas de distintos escenarios, y por eso le contactaba. Y es que, si bien podría salir perdiendo, sabía que no había una situación de la que no pudiera sacar algún beneficio. Así que conectó el audio y vídeo.

-Katze, Iason me ha encerrado en una mansión, no sé dónde me ubíco, pero estoy en Tanagura, sácame de aquí. No tengo una razón para pedirte esto, pero, si tengo una para salir de aquí. Luego puedo pagarte con algo que seguramente te interesa. Búscame.

El mensaje eventualmente llegó a Katze sin ningún tipo de problema, al llegar a la estación de comunicación que tenía Katze en su casa, abrió el mensaje y la imagen viva de Riki se presentaba ante él, a su parecer, confundido. Sospechaba que no era sin motivo que Iason lo encerró ahí. Entonces...

-¿Qué pasó antes Riki?... Bien, te sacaré de ahí, y se de algo con lo que puedes pagarme, y yo ... Averiguaré que pasó, y quizá pueda invertir los papeles con Iason. -se dijo en pensamientos absortos de aquella invitación.

No podía decirse que Katze quisiera una venganza directa contra Iason pero, si que quería desentrañar la situación sobre Riki y Iason y sobre todo, como es que esto que ha pasado, él podría utilizarlo para manipular a Iason.

El cansancio agobió su cuerpo llenándolo de desesperanza ante aquel lugar, y por consecuencia Riki se había quedado dormido. Al despertarse con una luz púrpura revoloteando en su rostro, se encontraba confundido e intentó pensar que había hecho antes de dormirse.

-Katze...-Riki se incorporó inmediatamente recordando que había enviado un mensaje a Katze, y se percató de que las luces púrpuras parecían haber sido activadas. Pudo ver cómo a lo lejos una puerta blanca se abría a dos hojas, dejando ver una silueta de pie que administraba suspenso.

-Me da gusto verte con vida, Riki.

-Me da gusto verte con vida, Riki

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AI NO KUSABI   |   Llave Y CandadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora