CAPÍTULO VIII

59 6 0
                                    

ENTRE LA ESPADA Y LA VERDAD


Riki viendo a Katze, tampoco podía creerlo, y quizá por lo inmediata de su llegada. Había tomado una siesta o mejor dicho había muerto de cansancio de tantos intentos por obtener su libertad, y abrir esa enorme puerta. Estaba sorprendido. Pero sintió como si Katze hubiera llegado tan rápido como si se hubiera teletransportado hasta donde el estaba. Incrédulo ante la situación y aturdido por la luz y la somnolencia le pregunta.

Riki: —Katze.... ¿de verdad estás aquí?... —puso una de sus manos frente a su rostro, intentando cubrirse de la luz púrpura centellante, pero aún sin levantarse, obtuvo su respuesta inmediatamente.

Katze:—Lo estoy. Y tu eres bueno metiéndote en líos. ¿Cómo se supone que esto pasó?—Katze intentaba interrogar a Riki pero no de gusto, era el momento preciso para obtener información extra sobre Iason, algo que le permitiera estar un pasó adelante. Y aunque lo cierto era que teniendo a Riki justo ahí, solo, encerrado y sin protección. Era ya una ventaja, pero una desventaja era no saber cuando regresaría Iason, lo que podría ser en cualquier momento y otra podría ser que Riki huyera sin que el obtuviera la información que necesitaba. Pero, no permitiría que eso pase.

Riki: —Iason me ha encerrado, me tiene recluido aquí como una bestia. Necesito salir de aquí ahora.

Katze:—Lastimosamente no puedo sacarte de aquí, sin obtener lo que quiero a cambio. —Saco un cigarrillo y lo puso entre sus dedos. — O por lo menos, ya que me tomé la molestia de venir hacia ti...—Mira a Riki fijamente por sobre el encendedor mientras el humo del cigarrillo comienza a subir desde sus labios.— divertirme un poco contigo Riki.

— divertirme un poco contigo Riki

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Continuará...

AI NO KUSABI   |   Llave Y CandadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora