Fernando Belluschi

831 21 0
                                    

Todavía recuerdo el día en que nos conocimos, el cruzaba la puerta de madera del quincho de mi papá, con esa sonrisa tan linda que me conquistó apenas vi. Siempre creí que lo nuestro fue amor a primera vista, ese momento en que conectan las miradas y sienten algo muy fuerte en el pecho, bueno, eso nos pasó.

Nos conocimos porque el jugaba junto a Scocco, el cual el padre de este era muy amigo del mío, y vinieron a comer junto a demás jugadores. Sinceramente yo no lo conocía a Fer ya que al ser juvenil en el equipo no jugaba mucho. Pero a Nacho prácticamente lo conocía de siempre, era como mi mejor amigo, lo quería un montón.

Después de esa comida nos seguimos viendo, no tan seguido ya que el tenía prácticas todos los días en Newell's y yo vivía en un pueblo a unos 35 km de Rosario y siendo menor no podía manejar hasta allá.

Ese año (2004) Newell's salió campeón, recuerdo que fue uno de los mejores momentos de mi vida. ¿Qué más lindo que tu novio salga campeón con el equipo del que los dos son hinchas? Nada, absolutamente nada. No se compara.

Poco tiempo después, a principios de 2005, todo se derrumbó. La familia que planeaba formar con Fer se deshizo totalmente cuando le llego una oferta para jugar en Portugal, y no había vuelta atrás ya que los dirigentes decían que seria un buen ingreso para el club.

Salir con Fernando iba a tener sus consecuencias. Siempre supe eso, aunque quizás nunca lo quise aceptar. No podría estudiar una carrera y tendría que vivir atrás de el como una mantenida, cosa que no pensaba hacer ya que era una mujer muy independiente.

A los dos nos dolió separarnos pero eso era mejor para su carrera. Para nosotros no. Nunca.

Creí superarlo en el momento en que Nacho me declaró su amor y yo vunerable decidí que era lo mejor tratar de olvidar a Fernando con otra persona.

Hoy en día tengo un hijo con Nacho, se llama Lautaro. Después de unos años, la relación no funciono por lo que nos separamos, pero el vínculo seguía siendo de amigos por el bien de nuestro hijo.

Hoy era 26 de enero y mi papá me había pedido que lo ayude a limpiar el quincho y a cocinar, que iban a venir unos amigos. La verdad que no me extraño, ya que el era de invitar seguido a sus amigos a comer.

Fuimos con Lauti, y mientras el miraba televisión, yo limpiaba. Llegó mi papá y nos pusimos a cocinar. Luego le empezó a sonar el celular, eran al rededor de las 7:30. Yo seguí en lo mío y el se fue para afuera agarrando las llaves mientras seguía hablando. De pronto escucho voces, que raro, habrán llegado antes.

Salgo de la cocina y me encuentro con él, el amor de mi vida. Estábamos solos. Mi papa se debió haber llevado a Lauti recién cuando trajo a Fernando.

Estaba helada, no me salían las palabras. Al ver mi reacción, Fernando especuló un bajo "hola", sonriendo levemente. Lo único que hice fue tirarme hacia el dándole un abrazo y largandome a llorar.

-No llores mi amor, me hace mal verte así.- Les juro que me emociona escuchar su voz otra vez.
-No sabes lo mucho que te extrañé. -Dije.

Saqué mi cara de su cuello y acerqué mis labios a los suyos para poder ser la mujer más feliz del mundo. En sus brazos lo era. Siempre supe que el no tenía comparación, mi gran amor.

One Shoots - FutbolistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora