One Shoots - Futbolistas

Giovani Lo Celso, segunda parte

——— Tres años después———
Había terminado mi carrera. Por fin era traductora, y había conseguido un trabajo en el mundo del fútbol. Este era ayudar a la selección Argentina en el mundial de Inglaterra. Más que nada a los que no sabían hablar inglés, traducirles en caso de que les hagan una entrevista.

Por suerte Inglaterra es un país hermoso y estos primeros días que los jugadores entrenan y no tuve que ejercer mi trabajo pude recorrer un poco.
Llegó el día previo al partido, los jugadores ya se habían bañado y estaban listos para concentrar pero antes íbamos a hacer una reunión en el SUM del hotel para que el técnico nos presente con los jugadores. No solo a mi sino al utilero nuevo, y a la psicóloga también.

Estábamos hablando con los recién mencionados cuando empiezan a caer los jugadores. Veo algunos conocidos, Messi y Masche claramente. Pero no estaba enterada de quienes eran los nuevos. Bueno, parece que hay uno que si conozco. No lo puedo creer, por qué me tiene que pasar esto ahora? Lo tengo que ver todo un mes y encima ayudarlo, porque por lo que recuerdo si no hubiese sido por mi el no pasaba el inglés básico de la escuela.

- Silencioo. - dice el técnico. -Bueno ellos son Juan Costa el nuevo utilero, Gilda Turum la psicóloga y Paula Constantini la traductora, que creo la van a necesitar mucho *todos ríen*.
Yo también río pero me siento un tanto incómoda porque siento la mirada de Giovani sobre mí.

El técnico les dice a los jugadores que se vayan presentando uno por uno y así lo hacen. Al finalizar nos saluda y a ellos los manda a su habitación.
La mayoría se va, pero entre los que se quedan veo que Giovani se acerca a mí. Y simplemente me dice

-Hola
-Hola. - respondo tranquila, como si le estuviese hablando a alguien normal que no fue tan importante para mi.
- Todo bien vos?.- y veo que esboza la típica sonrisa suya, que me vuelve loca (todavía).
- Jajajajaja, en serio Giovani? Linda tu sonrisa pero se te hizo un poco tarde me parece.
- Si nunca me dejaste hablarte, explicarte, pedirte perdón.
- Vos sabías que yo nunca te lo iba a perdonar eso. Si en ese entonces volvíamos te iba a hacer reproches cada vez que la situación se prestara. Sabes que no me gusta ser así.
- "Si en ese entonces volvíamos" significa que ahora podemos volver? Yo te sigo amando Pau, no hay noche que no me arrepienta de haber tirado todo a la basura solo por la calentura del momento. En todo este momento que estuve esperando que la vida me reencuentre con vos nunca volví a sentir lo mismo por nadie. Por eso estoy arrepentido, tengo miedo de que seas la indicada y que yo te deje pasar. Voy a hacer todo lo que este en mis manos para poder estar con vos otra vez y hacerte muy feliz.

Yo ya estaba de nuevo con los ojos cristalizados, como ese día. Y no me salía palabra, porque una parte de mí me decía que no, que el que la hace una la hace dos, y la otra parte me decía que intente, que yo tampoco había vuelto a sentir lo mismo con nadie más.
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Al pasar de unos días, los chicos tuvieron día libre. Me sorprendí cuando Giovani me invito a pasar el día con el. Se ve que quería recuperarme, y yo iba a poner lo mejor de mi para no auto sabotearme.

Me llevo a dar un paseo por la ventosa playa de Brighton mientras hablábamos un poco de lo que habíamos hecho estos dos años. Nunca faltaron chistes ni halagos de su parte, como siempre. Luego nos sentamos y saco de la canasta que traía un "brunch" como es llamado acá, ya que eran como las 11. Al terminar de comer, aún sentados en la arena, mencionó algo que me hizo poner sensible;

- Te acordas cuando nos sentábamos en la hamaca de tu patio, nos tomábamos un helado y hablábamos hasta las 5 de la mañana?
- Ay. - dije mientras se me quebraba un poco la voz. - no necesitaba nada más que eso, me hacías feliz con tan poco.
- Me siento tan culpable y arrepentido por pensar que iba a encontrar eso en cualquier otra. Perdoname mi amor, perdoname por no darme cuenta que eras única.

Y esa fue la gota que rebalsó el vaso, o mejor dicho las lágrimas que rebalsaron la playa. Me largué a llorar y lo abracé tan fuerte como pude, queriendo que ese momento de dejar las cosas atrás y de perdonar no se terminara nunca.

- Te perdono por todo, por favor no me vuelvas a fallar.
- Nunca más, mi amor.

Se acercó a mí y me besó, revolviéndome el estómago igual que a aquella chica de 19. Dándome a entender que este sentimiento nunca iba a morir, a pesar de todo el tiempo que pase.