Al parecer el profesor Aranda se esforzaba por que su clase fuese más aburrida, soy una de las mejores en su clase pero la teoría me aburría, física no era la mejor materia. Solo esperaba a que sonara el timbre para salir de clases. Ya era el último día de clases y seguía un gran fin de semana, ya tenía planes con mi mejor amigo. No pasaba mucho tiempo con el dentro de la universidad, ya que estudiaba del otro lado del campus y solo compartíamos cuatro clases en toda la semana. El timbre porfin sono, guarde mis cosas en la mochila y fui hacia mi casillero para liberarme de libros extras que no necesitaría este fin de semana.
-¿Angie Bialik? - escuche una voz femenina detrás de mi. Giré para ver a quien le pertenecía esa voz tan chillona- ¿Tu eres Angie Bialik? - pregunto la rubia ojos de color azul y con un aspecto de adolescente en primer día de clases-. -Si soy yo- respondí amablemente- ¿Pasa algo?- dije curiosa-. -Soy la encargada de asignar tutores para los estudiantes que andan mal en alguna materia y.. - la interrumpi, queriendo explicarle algo-. -Gracias, no quiero sonar grosera pero no necesito un tutor, mis calificaciones son excelentes, soy de las mejores en mi clase - la rubia me interrumpió y comenzó a hablar-. -Por ello la universidad me ha encargado que te asigne a alguien que necesita tu ayuda en una materia.. Y serás su tutora- ¿Acaso esa rubia esta hablando encerio? ¿Yo tutora?- reaccione rápido ya que no veía nadie con ella-. -Mmm.. Y ¿donde esta la chica?- ella río notando su sarcasmo, no entendía la gracia a esto-. -No Angie, es él.. Es hombre y se llama Hayes Grier, de hecho ahi viene- ¿Yo serca de un chico? No tenia buen contacto con la mayoría, era más reservada excepto con mi mejor amigo y ahora tenia que ser tutora de uno-.
El chico se iba acercando a nosotros, era alto podía deducir que media uno setenta, su cabello era castaño un poco largo, sus labios se veían perfectos en su rostro, con unos ojos azules y llevaba puesto el uniforme de fútbol americano. ¡Excelente! Un crecido, pensé.
- Hola chicas - dijo con una gran sonrisa en sus labios-. -Hola Grier- contesto la rubia- te presento a Angie Bialik, ella será tu tutora en la materia de sociales-. -El extendió su mano para saludarme y la tome para saludarlo- Gracias por conseguir una tutora muy sexy - dijo, viendo a la rubia. Acababa de conocer al tipo y ya quería golpearlo-. -Puedes reservarte tus "halagos"- dije sarcástica mente- solo será temporal así que nos vemos después del fin de semana-. -La rubia se fue y comenzó a hablar Hayes- Mira Angie, nadie me rechaza. Yo soy Hayes Grier- se estaba acercando poco a poco a mi y eso me incomodaba-. -Lo empuje pero fue inútil - Ya déjame, eres alguien tan.. -. -Te dijo que la dejaras- Kook hablo, empujando lo más fuerte y haciendo que se separará de mi-. -¡Vaya, que sorpresa!, acaba de llegar el mariscal de campo a defender a una nerd- termino de decir Hayes-. -Aléjate de ella, sino quieres que te rompa la cara Grier- aquel tipo se fue después de la amenaza de kook-.
Cerré mi casillero y abracé a kook, el era mi mejor amigo, hace dos años desde que entramos a la universidad. Era un chico de intercambio, el vivía en Busan, Corea del Sur. Se presentó en clase como Jeon Jungkook. Cuando lo vi por primera vez, no me agrado. Se notaba que era un niño mimado y crecido, teníamos casi el mismo horario, así que lo veía en la mayoría de mis clases. Un día en clase de probabilidad nos toco hacer un proyecto juntos, y supuse que el como todo chico popular, no aria nada en el trabajo. Me sorprendió al saber que era muy bueno en todas las materias y también un muy buen jugador. Su físico dejaba mucho que decir, ojos negros, una sonrisa encantadora, cuerpo marcado, piel blanca, estatura de uno ochenta, inteligente, y siendo extranjero, así que la mayoría de las chicas, digo, todas las chicas lo buscaban por ser el más popular de nuestra generación, y ser mariscal de campo lo hacía el doble de irresistible ante ellas.
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De ahí en adelante comenzó nuestra amistad y ahora eramos inseparables.
-Gracias de nuevo kook, y ¿lo conoces? - llevo una mano a mis hombros e íbamos caminando hacia la salida de la universidad-. -Para eso estan los mejores amigos, y si lo conosco es de fútbol americano, ¿acaso olvidas que estoy en el equipo ojitos? - si lose, ese apodo no era el mejor del mundo, pero solo el me llamaba así-. -Lo ciento "chico perfecto"- hice comillas al decir eso- ¿Irás a mi casa kook? - pregunté, aunque ya sabia la respuesta-. -Por supuesto ojitos, tu madre no me perdonaría que no fuese contigo- ambos reímos por su comentario-.
Subimos al auto de kook, y tomamos el camino a casa. Antes de llegar a nos detuvimos en una tienda antigua donde vendían los mejores libros según kook y yo. Compramos algunos y pagamos rápido para ir a casa temprano. Mientras íbamos por las calles de California, observe como un padre le estaba enseñando a andar en bicicleta a su pequeña hija, kook notó aquella escena y como una lágrima rodaba por mi mejilla el solo tomo mi mano en señal de apoyo y me regaló una sonrisa. El sabía mi vida, y la razón confusa de por que no tenia un padre. Llegamos a casa, y ambos bajamos del auto.
-¿Estas bien ojitos?- pregunto algo preocupado-. -Mm.. Si estoy bien. Vamos a entrar que mi madre nos espera- le tome de la cintura y entramos juntos-. -Angie estoy en la cocina - gritó mi madre a lo lejos-. -Hola señora Bialik- dijo kook saludando a mi madre-. -Jungkook, te he dicho que me digas Mayim- mi madre mostró una de sus mejores sonrisa a el-. -Está bien Mayim, y por cierto no olvide que soy su fan- el siempre queriendo quedar bien ante mi madre-. -Deja de coquetear con mi madre - dije entre risas-. -Angie Bialik ¿estas celosa?- desde que kook y yo eramos amigos mi madre tenía la idea de que uno saldría enamorado, estaba en lo incorrecto-. -No madre, ya vamos a comer-.
Comimos, estaba delicioso todo. Mi madre iba a salir esta noche asi que kook y yo nos estábamos a cargo de los platos. Al terminar ambos nos sentamos en el sofá para ver una película. En eso baja mi madre, se veía tan linda, estaba luciendo un vestido negro que cubría su espalda parecía una joven adolescente en su baile de graduación.
-Madre luces increíble- terminé de decir con una sonrisa en mis labios-. -Woow! Que bella se ve Mayim- dijo kook sorprendido. -Gracias chicos, pero dejen de mirarme asi que me ponen nerviosa- mi madre cubrió sus mejillas-. -Dile eso a Jungkook, que no te deja de ver- me cruce de brazos e hice una mueca-. -Angie, no seas celosa solo te quiero ati - kook me abrazo y lo correspondi-. -Ya me voy, no me esperes Angie, llegare algo tarde. Cuidala Jungkook- tomó el bolso mi madre y salio de la casa-.
Comenzamos a ver una película de acción, a pesar de que no eran mucho de mi agrado estaba divertida. Era tarde y kook se había quedado dormido. Recordé la escena del padre y la niña montando bicicleta. Me entristecía el tema de mi padre, no podía negar que me hacía falta, no sabía quién era, pero mi madre se encargó de llenar su lugar. Cuando era pequeña mi madre decía que tenia sus ojos verdes, su cabello castaño, la inteligencia de ambos, que tenía la sonrisa de mi padre, su altura y también su gran encanto. Que yo era la combinación perfecta entre ambos. Ella no hablaba mucho de mi padre, pero yo sabia que aún sentía algo por el. A veces entraba la curiosidad en mi y comenzaban las preguntas en mi cabeza como; ¿como se llama?, ¿estará vivo?, ¿tendrá otra familia?, ¿lo conozco?. Esas preguntas eran las que tenia más presentes. De tanto pensar me había quedado dormida.
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Lectores, aqui tiene el primer capítulo. Ojala que les guste y que haya cumplido con las expectativas.
¿que podrá suceder más adelante? ¿quien será el padre de Angie?
