CAPITULO 6

99 6 2
                                    

Despierto con el sonido de los pájaros cantando en mi ventana, la luz del sol entra suavemente por las ventanas y por alguna extraña razón me siento renovado, es como si de un día a otro habría olvidado todo lo que me ha pasado, siento que soy otro y esa sensación me encanta, por más extraño y loco que parezca me siento feliz, antes de levantarme me siento por un momento, me froto los ojos y bostezo un poco, tomo mi celular y decido poner el disco de Sia, en especial la canción titulada "Unstoppable" porque hoy me siento así, me siento imparable, el equipo de sonido esta a un volumen muy alto y sigue sin importarme, me levanto de la cama y voy rumbo al baño para asearme y comenzar mi día, hoy tengo muchas cosas que hacer.

Después de haberme aseado, desayunado y vestido decido ir a casa de Vanessa para contarle mi decisión, gracias a aquel policía llamado Víctor me quedare unos días más en Bolivia, espero que en estos días nos hagamos buenos amigos, es un hombre muy bueno y la verdad me gustaría tenerlo como amigo, además me hace recuerdo a Andrés, por cierto uno de estos días tengo que ir a visitar su tumba, tengo muchas cosas que contarle, después de todo el sigue siendo mi mejor amigo, nunca dejara de serlo. Me veo por última vez en el espejo y me pongo un poco de perfume antes de salir, con mucha energía positiva y actitud salgo y decido ir caminando hasta la casa de Vanessa, no queda muy lejos de donde estoy. No me tomo mucho tiempo llegar hasta la casa de mi amiga, hoy me siento muy feliz por alguna razón, siento que nada malo me ha pasado y de seguro mi amiga lo notará, rápidamente toco la puerta y espero a Vanessa.

- ¡Alejandro! Sabía que eras tú... Te estaba esperando -Dice Dándome un gran abrazo como de costumbre -Que esperas pasa de una vez -Abre mas la puerta para que pueda entrar

- Gracias amiga, vine lo mas rápido que pude necesitaba hablar contigo -Digo y noto que Vanessa me mira de pies a cabeza pero de una forma buena

- Te noto diferente -Dice aun examinándome -¿Por qué ya no estás triste? Te ves radiante y muy contento -Dice sonriendo

- Pues si... Estoy muy feliz y también me siento radiante, es mas siento que ahora soy otro -Digo mirándola a los ojos

- Pero que fue lo que paso, como es que dejaste de estar triste de la noche a la mañana... Cuéntamelo todo -Dice Vanessa

- Está bien... Lo que paso fue que...

- ¡Tío Alejandro! ¡Llegaste! -Dice el pequeño Andrés mientras corre hacia donde estoy

- ¡Hola pequeño campeón! -Digo levantándolo en mis brazos -¿Cómo has estado eh? ¿Te has portado bien? -Pregunto

- Yo siempre me porto bien ¿Verdad mamá? -Dice mirando a Vanessa haciendo que ella sonría

- Así es -Dice ella tocando la mejilla del pequeño

- ¿Te quedaras a almorzar? -Pregunta Andrés

- Claro que si... Como decirle que no a un niño tan bueno como tu -Digo bajándolo y haciendo que Andrés me regale una sonrisa

Cada día este niño se parece más a su padre que a Vanessa, tiene los mismos rasgos de Andrés, la misma mirada y hasta la misma sonrisa, solamente le falta el color de piel para ser la copia exacta de mi mejor amigo, no se cual será la explicación científica pero el pequeño Andrés es tan blanco como su madre, yo pensé que iba a ser por lo menos mulato o moreno como lo era su padre pero no es así, es un niño muy tierno y bueno, cuando me vaya voy a extrañarlo mucho, a él y a su madre.

- Muy bien Andrés creo que debes ir a lavarte las manos, en un momento más sirvo el almuerzo -Dice Vanessa

- Claro mamá -Dice Andrés y va corriendo rumbo al baño.

El Amor De Mi Vida 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora