CAPITULO 20

120 7 2
                                    

Una luz muy intensa entra por la ventana de mi cuarto de hotel haciendo que me despierte de un sueño bastante profundo, que por cierto no recuerdo nada y eso es extraño yo siempre recuerdo alguno de mis sueños pero esta vez no fue así... Aquella luz me lastima los ojos haciendo que los cierre casi por completo, me siento bastante mal, como si estuviera con resaca o algo por el estilo, me siento débil, cansado y sin ganas de nada, creo que definitivamente estoy entrando a la depresión.

No sé en qué momento me quede dormido, tan solo recuerdo que pensaba mucho en todo lo que Marco me había dicho, estaba pensando en el toda la noche y a momentos tan solo lloraba. Mi teléfono reproducía aquella canción de Ariana Grande una y otra vez, en ningún momento lo detuve, ahora no se escucha nada, el equipo de sonido esta encendido sin motivo alguno y es porque a causa de tanto reproducir aquella canción mi teléfono se quedó sin batería. Tengo un leve dolor de cabeza y un malestar corporal bastante horrible, no me encuentro bien y eso me preocupa...

Rápidamente pido servicio a la habitación, por suerte son apenas las 10 de la mañana así que sigo teniendo la oportunidad de pedir algo para desayunar, lo que hago es pedir el desayuno más cargado que puedan traerme y un par de aspirinas, esto para recuperar fuerzas y acabar con estos malestares. Al cabo de unos minutos ya tenía mi pedido esperando en la puerta, el chico de servicio paso hasta mi cuarto para entregarme el pedido y preguntarme si no se me ofrecía nada más, yo negué muy amablemente aquella propuesta y luego de que aquel muchacho me dejara solo comencé a devorar aquel desayuno. Mientras lo hacía no pude evitar pensar en Marco, estaba volviéndome a atormentar con pensamientos que tan solo me estaban destrozando... Pensé en todo lo que hicimos anoche, estaba pensando en él y en su belleza... Su cuerpo perfectamente trabajado, su color de piel oscura como la noche combinarse con la mía que es blanca como la nieve, su pelo corto y una barba como de tres días, su colonia embriagante y su muy sexy forma de hablar, su sonrisa perfecta y su mirada hechizante... Mis pensamientos volaban y la verdad me sentía en el cielo... Comencé a imaginar sus manos, sus grandes y ásperas manos recorrer todo mi cuerpo, sentir el contacto de su piel con la mía era adictivo y no quería dejar de sentir aquel placer... Recuerdo sus fuertes brazos rodear mi cuerpo, me estrujaba con una fuerza que solo un hombre como él puede tener, podía sentir sus muy duros músculos y sus venas sobre mí. Tan solo de imaginarme el contraste que hacían nuestros cuerpos se me pone la piel de gallina... Aun me siento como si estuviera con él, aun siento su sudor mezclarse con el mío, su agitada respiración fusionarse con la mía, su mirada que denotaba placer cruzarse con la mía que tan solo le decía que me haga suyo... Recuerdo cada una de sus embestidas, como iba penetrando mi ser mientras yo tan solo pedía más y más, sus manos me tomaban muy fuerte, tanto que aún tengo la piel de un color rojizo, aun puedo sentirlo dentro de mí y de tan solo pensarlo me dan ganas de llamarlo o de ir a su casa y de que eso vuelva a ocurrir, es una tentación muy grande, algo que solo él me puede dar... Era adicto a Marco, era adicto a todo de él pero era como un amor prohibido, un romance que llego a su fin hace 5 años y no podía seguir pensando todo aquello pero ¿Y su propuesta? ¿La propuesta de ser su amigo con beneficios? La propuesta de ser su amante... Era muy tentador pero inmoral, no podía hacer algo así por más que quisiera, no podía meterme en la relación de un hombre casado, tan solo no quería terminar con un matrimonio, me sentiría bastante culpable y no quiero que eso pase. Entonces ¿Qué es lo que puedo hacer? ¿Qué decisión debo tomar? ¿Acaso debo irme? O tan solo debo quedarme y ver lo que pasa... Estoy muy confundido porque ni yo mismo se lo que quiero...

Tan solo de pensar en Marco se me alborota la hormona y mi temperatura comienza a subir a niveles inimaginables así que sin pensarlo dos veces y luego de terminar mi desayuno decido entrar a la ducha y darme un baño de agua helada, eso me bajara la calentura y podre pensar racionalmente otra vez.

El Amor De Mi Vida 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora