-Muy bien, atención. -La voz de Ayame se escuchó fuerte y clara sobre las risas de los demás. El silencio se hizo unos segundos después y los veinte adolescentes le prestaron atención a la pelirroja. -Es hora de jugar 10 minutos en el paraíso. -Informó entusiasmada.
Todos se reunieron y se sentaron en circulo en medio de la sala. Estaban en el departamento de Miroku, todos eran amigos y estudiantes de universidad.
-Bien, necesitamos una botella- Dijo Miroku analizando la habitación. Kouga le pasó una botella de Whiskey vacía. -Perfecto. -La colocó en el centro del circulo.
-Muy bien, ya conocen las reglas. Giran la botella y a quien apunte es con quien deberán entrar al armario por diez minutos. -Señalo el pasillo donde se encontraba.
Todos asintieron de acuerdo con las reglas, aunque Kagome Higurashi no estaba muy segura, sintiendo su nerviosismo su mejor amiga Sango la miro preocupada.
-¿Estas segura? -Le susurro para que solo escuchara ella. Kagome asintió, no quería renunciar. Observó a los presentes y evaluó cual sería el peor de los casos, pronto llegó a una conclusión. Si le tocaba con Naraku, ese chico siempre la miraba con lujuria y le había dejado muy en claro sus intenciones. En definitiva rogaba por que no le tocara con él.
-Kagura, vas primero. -La pelinegra estiró su mano y giro la botella. Poso su mirada carmín en el pelíplata que yacía frente a ella, Sesshomaru. Si le tocaba con él para ella mejor, siempre estaba detrás de él. El estomago de la azabache se revolvió, no soportaría eso.
Sesshomaru era su amigo y no podía dejar que esa bruja posara sus garras en él, era su deber como amiga y...¿A quién engañaba? Le gustaba, siempre le gustó, pero jamás se atrevió a decirle nada para no arruinar su amistad.
Escuchó risas que la hicieron volver a la realidad, se dio cuenta de que la botella había dejado de girar, suspiro aliviada al ver que no apuntaba a él, si no a Naraku. Kagura no se veía del todo feliz, pero tampoco decepcionada, sonrió de lado, se levanto y se llevó a Naraku al armario del pasillo y el tiempo comenzó a correr. En lo que esperaban charlaron de cualquier cosa, hasta que el tiempo se acabó. La pareja salió con una mirada cómplice, era obvio lo que había pasado.
Fueron pasando los turnos, a su mejor amiga le toco entrar con Miroku, lo que no era ningún sacrificio para ninguno de los dos, al salir solo se sonrojo cuando ella la interrogo con la mirada. Inuyasha entró con Rin, Kohaku con Ayame y así sucesivamente, y para su suerte a nadie le había tocado entrar con Sesshomaru, pero esa suerte estaba a punto de cambiar, pues era su turno.
-Sesshomaru, te toca. -Pronuncio Inuyasha tomando un sorbo de Whiskey directo de la botella. El peli plata giro la botella y el corazón de Kagome se detuvo por esos instantes que la botella no dejaba de girar. La garganta se le secó cuando se detuvo, la estaba señalando a ella.
Kouga silbo con asombro. -Vaya suerte, Taisho. -Le palmeo el hombro.
La azabache se atrevió a levantar la mirada y lo observó. Sus ojos dorados estaban puestos en ella, a la espera de alguna reacción. ¿Qué debía hacer? No quería que le tocara con alguien más, pero ¿ella?
Como pudo se levantó del piso y camino hacía el pasillo, escuchó los pasos del peli plata que la seguía. Llegaron a la puerta y la abrió lentamente.
-No tienes que hacerlo si no quieres. -Lo escuchó hablar por fin. Ella se sorprendió y lo miro.
-Descuida. - Lo tranquilizó, ella sola se había metido en ese juego, iba a terminarlo.
Se metieron en el reducido armario y colocaron el pestillo, al escuchar el sonido del seguro, sus amigos les gritaron que el tiempo había comenzado a cortar.
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One Shoots •Sesshomaru x Kagome•
FanfictionOne shoots que he escrito a lo largo del tiempo inspirados en una de mis parejas favoritas.