-Narra ___-
Ahí estaba Harry, con un bañador negro, y completamente mojado mientras de salpicaba con el agua que le caía del pelo.
- Hola, preciosa. ¿No te piensas meter en el agua? -dijo mientras me sonreía.
- No estaba entre mis planes, la verdad -le contesté mientras me incorporaba hasta sentarme en la toalla.
Al quedarme sentaba, pude observarlo más atentamente. Llevaba el pelo despeinado y mojado, y le caían gotas por sus abdominales, que los tenía bastante bien formados. Llevaba un bañador negro, con una raya en el lateral, y aunque acababa de empezar el verano, se le veía bastante bronceado.
Se sentó a mi lado en la toalla, mientras me miraba con sus preciosos ojos. Desvié la vista a detrás suya y pude observar como más de una chica nos miraba, y no de muy buena manera.
- Me parece que a tus admiradoras no les hace ninguna gracia que estés aquí conmigo -le dije con un toque de molestia en mi voz.
- Como comprenderás me da un poco igual lo que a ellas les parezca - contestó mientras me miraba de una manera extraña. - Oye, antes de que se me olvide, mi hermana Anne y yo nos vamos a quedar a cenar aquí, ¿Qué te parece si os quedáis tu hermana y tú a hacernos compañía?
En ese momento me acordé de lo que me había dicho mamá, y se lo propuse:
-Harry, a propósito de eso, mis padres se han ido una semana, ya sabes, para relajarse y descansar... - le sonreí- y mi madre me ha dicho que si queréis podemos cenar todos en casa, para que no nos quedemos nosotras solas, y eso... - balbuceé.
A Harry se le iluminó la mirada.
-Claro, me parece genial, pero con una condición - me sonrió pícaramente esperando una respuesta por mi parte - que te des un baño conmigo.
-¡Ni lo sueñes! -contesté, porque realmente no tenía ninguna gana de meterme en la piscina.
-Eso ya lo veremos - dijo Harry mientras se levantaba y me agarraba de la cintura - Pero recuerda que tú lo has querido.
Me costó reaccionar, pero para cuando me di cuenta, Harry me llevaba como un saco de patatas en dirección a la piscina.