El

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-Hola Ally.

-Hola Nathan.

-Te estuve buscando durante toda la mañana.

-Lo sé.

-Quiero hablar contigo.- dijo Nathan sentándose en el borde de su ventana, cosa que odiaba Ally pues en verdad la ponía nerviosa.

-Yo no quiero hablar contigo.-dijo esta vez Ally, poniéndose de pie y estando a punto de cerrar su cortina como últimamente lo hacía, Nathan dijo:

-Por favor, Ally. Necesito preguntarte algo, si me dejas yo te dejaré preguntarme lo que quieras.

Ally se perdió en esos ojos que le encantaban por un momento, pero después reaccionó y aunque quiso cerrar la cortina, de repente le llego esa duda que tuvo durante la mañana y aceptó.

-Esta bien, pero seremos honestos lo dos.-dijo la castaña y se volvió a sentar.

-Me parece bien, ¿Por qué le llamaste a Caleb anoche preguntando donde estaba?

-Tu mamá vino anoche a mi casa y me preguntó si sabía donde estabas.

Nathan sonrió con ironía y solo dijo:

-Creí que ambos seríamos honestos.

-Es la verdad.

-No, no la es. Anoche yo le avise a mi mamá que no dormiría en casa.

<<Puta madre>> pensó Ally.

-De acuerdo, la verdad es que estaba haciendo tarea y de repente vi que era muy tarde y no estabas en tu cuarto. Me preocupe por ti.

Ahora el sonreía de una manera tierna, ella solo puso los ojos en blanco.

-Es mi turno de preguntarte.-dijo la chica.

-Adelante.

-¿Anoche no estabas en casa de Caleb, cierto?, ¿Te acostaste con Emma?, ¿Los rumores son ciertos?

-Esas son muchas preguntas a la vez.

-Nathan.

El chico suspiro, saltó hacia el cuarto de Ally como lo hacía antes, hace meses y con vergüenza asintió.

-Es cierto, no me quede en casa de Caleb.- esperó alguna reacción por parte de Ally pero no hizo nada, entonces trago saliva y continuó.- Si me acosté con Emma, por lo que los rumores son ciertos.

Ally quería gritar y llorar hasta no parar, pero solo derramó unas lagrimas y sollozó. Hubo un incomodo silencio por varios minutos; a Nathan se le partió el corazón ver esos ojos llenos de lagrimas, se sentía culpable y como un...¿Cobarde?

-Ally, yo...... lo siento. Nunca en la vida he querido lastimarte, pero te vi con David, Emma se sentía mal, yo me sentía mal, y las cosas se fueron dando.

-¡TE PUEDES CALLAR! ¡NATHAN, ENTRE DAVID Y YO NO HAY NADA! ¡NO PUEDO ESTAR CON ALGUIEN MAS PORQUE AUN TE AMO! MALDITA SEA.-grito Ally esta vez con una furia contenida.

-¿Aún me amas?-preguntó Nathan con miedo.

-Yo, no te he dejado de amar. A pesar de todo el daño que me has hecho, no te he dejado de amar.

-Ally, yo de verdad siento todo lo que te hecho. Yo...

-¿Tú en algún momento me amaste?-lo interrumpió.

El frunció su ceño y la tristeza se vio reflejada en sus ojos.

-¿De verdad piensas que no te amé,  ¿Qué no te amo? ¡Dios, Ally! Desde el día en que te conocí te amé, y todavía lo hago. 

-No lo parece.

-Pero es cierto.

-Entonces niegame que no sientes algo por Emma.

Nathan solo se quedó callado y Ally rió en modo de burla.

-Lo sabía.


Extraño esos díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora