Caleb (Nuevas Especies 7)

Attis

Alysia abrió los ojos, encontrándose con la calmada expresión en la cara de Caleb. Parecía ser otro al estar dormido: tranquilo, relajado y en paz. Sonrió y coloco la mano en la mejilla de él.

Estaba molesta con él, pero por mientras que Caleb estuviera dormido ella podía fingir que no sabía nada. Y a "nada" se refería a: que en verdad el barco que tuvieron que haber tomado salía dentro de tres días fecha correcta que le había dado a los demás, que habían tomado ese barco con anticipación de él y, en resumen, le había mentido.

Soltó un suspiro, se sentó en la cama y fue cuando Caleb abrió los ojos, ella lo volteo a ver enojada. No era nada fácil estar feliz con él después de que este le haya dicho mentira de semejante tamaño.

Al parecer Caleb no notaba el enojo que emanaba de ella hacia él, porque le rodeo la cadera con ambos brazos y la volvió a acostar, abrazándola como si fuera su oso de peluche.

- Buenos días, princesa. –le susurro Caleb al oído, para después darle un beso en la mejilla.

- Caleb, lo digo en serio, tu tan tierno en las mañanas da miedo. –le dijo intentado zafarse.

- Cállate, grosera. –se rio, sin soltarla y haciéndola darse vuelta, quedando así con la espalda de ella pegada al pecho de él. –Eres más sincera en las mañanas que nada, ¿cierto? –le dijo sobre la piel que había quedado expuesta del hombro. –Por eso me caes bien.

- Ajá. –soltó un bufido, pero dejo de forcejear y relajo el cuerpo contra el de Caleb, él pareció feliz porque ronroneo. – así que... ¿Cuándo me dirás la verdad?

- ¿de qué te amo? Pensaba decírtelo en dos días más.

- Eres idiota. –rodo los ojos, aunque un corazón en aquella habitación estaba saltando como un loco desquiciado. –Sé que me mentiste referente a este barco. –lo sintió tensarse. –Solo quiero que me expliques el "¿Por qué?"

- Porque era y es necesario que hayamos venido, en especial tu y yo.

- ¿por eso tenías ropa mía en tu mochila?

- Si, sabía que me seguirías. –rio bajo. –No lo tenía del todo confirmado, pero al final viniste y eso es lo importante.

- ¿Por qué tenía que ser yo y no alguien más? –le pregunto, girándose y así poder verlo a los ojos, los cuales no le desviaron la mirada.

- Porque...

- Señor Caleb. –se escuchó la voz de Mateo fuera de la habitación y Alysia sintió unas tremendas ganas de matar al joven bastardo. –El capitán quiere verlo junto con su esposa.

- ¿esposa? –lo volteo a ver arqueando una ceja, Caleb se rio bajo, la soltó y se levantó de la cama, para después colocarse los pantalones.

- Ellos lo han dicho, no yo. –se encogió de hombros y abrió la puerta, Mateo desvió la mirada. ¿acaso ese muchacho era como Nathaniel? – ¿Podías repetir el mensaje? –le pidió Caleb al chico.

- Claro. –asintió nervioso, desvió la mirada hacia ella, viéndola por un par de segundos y después de esos segundos el chico se sonrojo. –Greg quiere verlo, a usted y a su esposa, dice que es importante.

- Gracias. –le alboroto el cabello. –Dile que iremos lo más rápido que podamos.

Dicho esto por Caleb, Mateo salió disparado y eso de cierta forma le causo risa a ella, de seguro le tenía miedo a la pantera. Era aceptable que lo tuviera. Se sentó en la cama, estiro los brazos soltando un bostezo y sonrió al ver al macho batallando con un Kiwi al querer obtener su camisa.