ADN

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El paisaje frente de ella era otra prueba de lo rápido que pueden cambiar las cosas, antes cerca de la Reserva todo estaba lleno de vida, ahora también, pero de diferente manera.

Los humanos caminando perfecta sincronía sin darse cuenta, ignorando a aquellos que piden ayuda ya que su cuerpo se ha rendido ante la visa y lo único que les queda es dar lastima.

Alysia bajo la mirada al momento que un señor mayor de edad se colocó alado de su ventana, pidiendo ayuda y suplicando alimento, pero era obvio que por su aspecto y olor no era por aquello que rogaba, si no por droga.

Aun así a la pantera no le pareció importar, ya que saco una cartera del guantero y se la entregó al viejo humano, este lo vio impresionado. Caleb sonrió de una forma que la hizo dudar un poco de su frialdad, solo un poco.

- Hijo...esto es mucho. –el señor parecía...culpable y ella lo noto.

- Si pide ayuda se le dará. –Caleb sonrió. –Está en usted demostrarme que no he cometido un error.

- No se preocupe, se lo demostrare.

Y con esas palabras, Caleb, echó a andar la camioneta entre el tráfico, ella quería decirle algo. Llenar el vacío del silencio, pero no sabía cómo No sin terminar en una discusión.

Caleb la volteo a ver de reojo, ella lo noto y aún así no dijo nada. Después de que le había dicho que era alguien frio, él se había encargado de mostrarle que podía hacerlo aún más. Los ojos ya no mostraban aquel brillo burlón, por más raro que pareciese...extrañaba eso.

Quería oírlo reírse de la gente por sus tragedias, retarla a algo, pero no lo hacía. Tal vez si le pedía disculpas por ello volvería a comportarse como antes y así ella podría dejar de pensar en él, como había estado haciendo en lo que llevaban del viaje.

- Oye, Caleb.

- No.

Alysia lo volteo a ver, arqueando una ceja y lista para soltarle una bofetada por tal respuesta, pero al ver que no la veía y que solo tenía la vista fija a un punto enfrente comprendió que ese "No" no era para ella.

Miro hacia donde veía Caleb, un señor de aspecto un tanto desarreglado tenía en sus manos un pequeño animal, parecía ser una clase de pájaro y el hombre al parecer iba a hacer un acto con el pequeño animal.

Podía ver la zona de los puertos, estaban a poco de llegar y creyó que Caleb llevaría la camioneta con ellos, sorpresa la suya cuando este bajo al apagar el auto y entregarle las llaves a una mujer que iba pasando.

Alysia se bajó a seguirlo, ¿A dónde iba ahora? Caleb no se detuvo a revisar si lo iba siguiendo ni si quiera la vio sobre el hombro, simplemente camino hacia el hombre de hace rato y le estampo el puño contra la cara cuando este hablaba con unas personas de mal aspecto.

Los tres hombres se giraron para pelear, pero temieron ante la gran estatura de la pantera, era obvio que saldrían gravemente herido si se atrevían a pelear. Caleb tomo a la pequeña ave de las manos del tipo, se giró a ella y la coloco sobre su hombro, usando su cabello para cubrirla.

- Ahora, cabrones, ¿Dónde están las demás? –pregunto con mala cara Caleb al girarse a los hombres.

- No sé de qué hablas, hijo, es mejor que te vayas. –respondió uno de sobrepeso.

- Y lo mejor para ti es que: contestes. Porque si no lo haces en este momento te arrancare el corazón y hare que te lo comas. –gruño y empujo al hombre. –va para los tres.

Caleb (Nuevas Especies 7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora