Caleb (Nuevas Especies 7)

Destrucción

Brass se estaba desesperando, ¿Por qué se tardaban tanto? Debían llegar lo más rápido posible, algo dentro de él sabia que las cosas estaban mal y no quería eso, Caleb estaba en peligro y ahora Nuria también lo estaba.

¿Por qué se preocupaba por ella? Gruño bajo, camino hacia la camioneta y apenas se iba a subir cuando una mano le sujeto de la manga, volteo y unos ojos mas claros que los de Nuria lo observaron. Era Lluvia.

- Sé que nunca hablo contigo, pero estoy desesperada ¿has visto a Nuria? –él negó con la cabeza. – ¡demonios! está bien, gracias. –y así como llego, se alejó.

Un gruñido bajo, lo hicieron girarse, pero no fue lo suficientemente rápido. Una gran mano con filosas garras lo sujetaron del cuello, inmovilizándolo contra la camioneta. Roman le mostró los colmillos.

- No te vuelvas a acercar a ella o te destruiré. –le ordeno antes de soltarlo y volver al bosque, pero siguiendo a la humana.

Trago en seco y se llevó la mano al cuello, masajeándolo. ¿Qué acababa de ocurrir? Sonrió cuando vio a Gabriel, uno muy enojado por cierto, y tras éste venían Jessie y Justice. Ambos le habían permitido ir, y aunque se lo hubieran negado él hubiera ido.

Se subieron a la camioneta, en la entrada tuvieron que dar marcha atrás ya que otra camioneta venia y cuando Brass cruzo mirada con el chico que iba manejando, le encontró similitud con Alysia... claro que no. Eso era de locos.

Necesitaba dormir...bueno, primero salvar a Nuria y de ahí dormir.

~+~

Alysia no mas no podía creer lo que sus ojos veían, un Nathaniel vestido de negro estaba cargando armas y fundándose de cuchillos, parecía un Rambo en versión más sexy. Negó con la cabeza y volteo a ver a Nuria, la chica parecía estar muy entretenida con el celular que ya hacía en sus manos.

¿Por qué estaban ellos dos ahí? ¿Cómo los habían encontrado? La cabeza le comenzaba a doler con tantas preguntas que botaban en su cabeza de un lado a otro, pero aun así no podía quedarse callada tenía que decir algo. Necesitaba preguntar...

- ¿Qué hacen aquí? –pregunto viendo fijamente a Nathaniel, quien alzo la mirada para encontrarse con la suya y ladeo su cabeza, sonriendo de esa forma cálida.

- Para ayudarlos, claro. –se rio bajo. – No es como si me gustara pasar unas vacaciones aquí.

- Papá, por favor, se serio. –Nuria sonrió sobre el hombro y volvió a su trabajo.

- ¿papá? –Alysia abrió los ojos como plato. –Pero tú eres gay, ¿Cómo es que...?

- Ser gay no significa que no pueda tener hijos. –Nathaniel acaricio la mano de su hija. – ¿está todo listo? –le pregunto y Nuria asintió, después la voltearon a ver. – Sabes cuál es el olor de Caleb, ¿cierto?

- Si, ¿Por qué?

- Vas a rastrearlo. –Nuria se levantó, se acercó a Alysia y le coloco un collar en el cuello, la zorra solo inclino la cabeza. –Esto no te dañara a ti, al menos eso espero. Los especies y voraces, son sumamente sensibles de los oídos. Los que están cuerdos o no intoxicados pueden manejar que tanto quieren oír, los que lo están no.

- ¿a qué te refieres? –pregunto frunciendo el ceño.

- Este dispositivo. –Nathaniel alzo un pequeño aparato, tenía poca iluminación y era tan pequeño como un celular, de los viejos tiempos claro. –tiene una frecuencia de audio tan alta que el oído humano no es capaz de escuchar, pero los Especie y Voraces lo harán, entonces se volverán algo loquitos.