Capítulo 2- La Fiesta

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Al parecer Anthony se equivocó ya que no era una fiesta pequeña sino una enorme. Pero aunque hay un mar de gente, mis amigos y yo resaltamos. Quiera o no nosotros estamos en la lista de los veintes adolescentes mas ricos de nuestra ciudad. No somos los típicos niños consentidos hijos de los empresarios más poderosos de la ciudad...... bueno en realidad si. Pero todo lo que tenemos a sido gracias a nuestro esfuerzo y trabajo.

Los orangutanes de mis amigos mientras caminan van dejando suspirando a todas las damas del lugar. Aunque hay que aceptarlo la mitad de ellas son zorrillas que apenas y les duran una noche.

Asher, Camila y yo empezamos a caminar por separado de los demás, cuando llegamos a la barra y pedimos nuestros tragos y el barman me entregó un papelito de su número  con mi trago, nos volteamos a ver y empezamos a reír de la nada. Nosotros somos los mas unidos de todos, somos los mejores amigos. Ellos dos son mis mejores amigos.

-Chicas ¿Notaron que Caleb ya se fue a una recamara con una chica hermosa y yo no?-Nos preguntó Asher con un puchero, Camila empezó a reírse y yo hice una mueca. Asher tenía razón, la chica era bonita.

-Gracias Asher me acabo de imaginar a mi hermano encima de la pobre chica- Dije mientras le tomaba a mi trago. Desde que tengo memoria Caleb es un casanova de primera y aunque me duela admitirlo ese orangután es mi hermano, el mayor.

Los chicos siguieron riendo mientras yo seguía traumada con esas imágenes tan asquerosas de mi hermano. Cuando acorde Camila me jalaba hacia la pista, más bien nos jalaba pues Asher venía a mi lado. Cuando llegamos a la pista estaba Sorry de Justin Bieber, con razón tanta euforia por llegar ya que Cami es muy fanática de Justin. Estuvimos bailando un buen rato hasta que sentí una mano sobre mi hombro.

-Yaya ¿podemos hablar?- Dijo Nydia una de mis amigas de la prepa

-Claro- conteste

-Pero a solas- Me dijo en el oído casi en un susurro.

Les dije a los chicos que tenía que ir con ella y lo entendieron. Deje que Nydia me guiara a un pequeño jardín de un costado de la pista.

-¿Qué ocurre?- Pregunté ya acomodadas en un pequeño sillón de la terraza.

-Yaya no quiero que te alteres pero....- ni siquiera terminó la frase cuando suspiro- Valente....

-¿Qué pasa con el?- Insistí

Nydia suspiro- Valente....-Suspiro de nuevo-.... Regreso a la ciudad.... hoy- Dijo esperando mi reacción

-Dios...-Murmuré.Suspire un poco alterada mientras me arreglaba el cabello.

-Yaya yo...-No la deje terminar.

-Ny tu no tienes la culpa de que ese imbécil allá vuelto- Digo para tranquilizarla- Ni tampoco de que sea tu hermano- Finalice.

Cuando volví a la pista busque con la mirada a los chicos y no los vi. Pero si a uno de mis orangutanes.

-Santi- Le llame e inmediatamente volteó con una sonrisa en su cara. En cuanto me vio su sonrisa se borró y se convirtió en una mueca.

-Yaya ¿Qué tienes?- No me dejo ni contestar- Alguien te hizo daño o alguien intentó hacerlo-Hablo tan rápido que me costó entenderle ya que también tenía su mandíbula apretada fuertemente al igual que sus puños. 

-No solo que...- No pude terminar pues se me hizo un nudo en la garganta- ....Santi quiero irme a casa porfa.

Santi ni siquiera dudo y empezó a reunir a todos para podernos ir. Aunque algunos no quisieran admitirlo nos encanta salir de fiesta, en especial, en estos tiempos que a todos nos toca estar de vacaciones. Santi tardó unos veinte minutos en reunir a los orangutanes, en especial a mi hermano.

Pero cuando Caleb me vio su actitud cambió primero por preocupación, pero después derrame una lágrima, cuando está más cerca demostraba tristeza e instantáneamente enojo por lo que  pateó una silla que se le cruzó en su camino hacia mí. Pero cuando estuvo parado a mi lado me abrazo como solo él  sabe hacerlo . Un abrazo que me desmorona tanto como me reconforta. Un abrazo como el que me daba cuando tenía pesadillas o me rompían el corazón. Era un abrazo que tenía el poder de hacerme sentir de nuevo pequeña y me transmitía una seguridad increíble. Un abrazo que solo un hermano sabe darle. 

La gente nos miraba, pero para ser sinceros no nos importaban. Poco a poco fuimos saliendo de la fiesta, no nos costó trabajo salir ya que las personas nos abrían paso.  Cuando llegamos a la camioneta caleb me volvio a abrazar.

-Todo va a estar bien enana, sea lo que sea lo vamos a superar juntos- Eso fue lo ultimo que escuche antes de quedarme dormida en sus brazos. Sintiéndome tan infeliz como segura.

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En multimedia lo que Yaya llevaba puesto

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