"Inevitable" (Caryl fic)

Un pedazo de ti - Capítulo 1

''No sé cómo ha podido pasar; pero ha pasado...

Después de varias semanas charlando con él, he decidido besarle.

Me ha gustado, pero no ha salido como yo había planeado.

¿Por qué he sentido frío cuando sus labios han tocado los míos?

¿Por qué no he sentido ese cosquilleo tonto en mi estómago?

¿Por qué no he podido sentir nada?

He sido yo la que ha tomado la iniciativa, pero ¿me habré equivocado?

Sea como sea, tengo que hacerme a la idea de que los labios que desearía besar en realidad jamás serán besados por mí... al menos, por mí. ''

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Carol había tenido una noche más que complicada; aunque no muy diferente a todas las demás noches pasadas en Alejandría.

Desde hacía mucho tiempo sentía que le costaba respirar, que le costaba levantarse por las mañanas y continuar con su vida; se sentía agotada. Intentaba ocupar un espacio en aquel lugar, intentaba crear un papel con el cuál sentirse identificada; quería volver a ser la Carol de antes, pero ella misma lo sentía imposible.

Se encontraba tan perdida que había dejado de lado a su grupo, a su familia.

Intentaba evitarles a toda costa. Para ella era un mecanismo de defensa; ella se veía como un monstruo, y quería alejarse de ellos lo antes posible, para evitar dañarles más.

Le había dejado de lado hasta a él... evitando cualquier tipo de contacto, de cualquier mirada. Cada mañana se levantaba pensando en lo muy difícil que se le hacía pasar por su lado y hacer como que no le veía, sólo para evitar cualquier palabra con él, cualquier gesto de afecto.

No quería sentirlo... no quería.

Aquella mañana se sentía arrepentida, por algo que ella misma había elegido hacer. Había besado a Tobin en los labios, y todavía no sabía por qué.

¿Un impulso quizás?, ¿Un intento de olvidar?, ¿Una especie de vía de escape?

No lo sabía con certeza, sólo sabía que había pasado y no había vuelta atrás.

Ella no podía dejar de apartar la mirada de aquel techo blanco de su habitación, adornado con unas hermosas flores; unas flores blancas con toques amarillos, rodeadas de pequeños y coloridos colibríes.

Llevaría perdida en ellas al menos gran parte de la madrugada.

El despertador comenzó a sonar. Lo apagó inclinándose hacía la mesita de noche, todavía acostada en la cama, y apartó todas las sábanas que cubrían su cuerpo, decidida a levantarse.

Carol comenzó a vestirse; se colocó sus pantalones verdes, su camisa blanca y sus grandes botas negras. Era evidente que ya no necesitaba ocultarse tras aquellas ropas cursis del principio, aquellas que le hacían parecer ''ridícula''.

Al terminar de vestirse, levantó las persianas de su habitación dejando pasar los rallos de sol tras ella. Cuando la abrió pasó a través de ella una suave brisa refrescante; la primavera había llegado al fin.

Recogió la bata que utilizaba para dormir y la colocó en el enorme sillón azul que tenía justo debajo de aquella gran ventana de la habitación y arregló su cama.

Después de ello se adentró a su baño para lavar su cara y peinarse.

Afortunadamente todas las habitaciones de la casa disponían de un pequeño baño; todas ellas tenían un pequeño retrete, un lavabo y un pequeño espejo. El único baño que disponía de una ducha individual era el de la habitación Rick, ahora también la de Michonne.