Lo Inesperado de la Vida

cap 44:

Yo: ¿Como supiste que lo vi?.

Henry: Estaba rondando por la plaza, te vi, iba a acercarme y apareció este inútil, así que me quede detrás de un árbol.

Yo: Tendrías que haber continuado, no quería que ese idiota me hablara.

Henry: Prometo no hacerlo la próxima vez. -dice apretandome un poco mas en el abrazo-.

Yo: ¿Por que me has dejado de hablar?, ¿por que te alejaste estos días y desapareciste?.

Henry: Estaba molesto, pero conmigo, no contigo.

Yo: ¿Porque?.

Henry: Porque..., puedo pasar para hablar esto?.

Yo: Claro, por supuesto -digo soltando el abarazo y dándole paso-.

Henry: Gracias, permiso -dice ya entrando-.

Yo: ¿Quieres un café, o un te?.

Henry: Un café, pero dejame ayudarte.

Sin poder alcanzar a negarle, el me acompaña a la mesada y le alcanzo el cafe, luego el azúcar, el se echa dos cucharadas y luego me dirije la mirada con la siguiente pregunta.

Henry: ¿Cuantas cucharadas para la señorita?.

Yo: No gracias, me gusta amargo.

Henry: No necesitas endulzar tu alma tan meloza?

Yo: Ya, no soy dulce ¿si?.

Henry: Eres mas dulce que la miel Amber Parker.

Yo: Ya para -digo sonriendo tontamente sonrojada-, dime, ¿que paso?.

Henry: Eres la cosa mas adorable cuando te pones así, de acuerdo sentemosnos.

Yo: Esta bien -digo mientras mis mejillas seguían con un rosado en todo su largo-.

Henry: Estaba molesto con migo, porque..., no quería aceptar que sigues sintiendo algo por Ethan, en el muy fondo. No quería, bueno no quiero aceptarlo.

Yo: No siento nada, solo estoy molesta y se que fue un hecho muy injusto..., pero ¿por que no querrías aceptarlo?.

Henry: Porque... Me gustas, me encantas.

Yo: Realmente, no se que decir con esto.

Henry: No tienes que decir nada, solo te decía que me encantas.

Yo: Me dejas sin palabras y roja -digo totalmente sonrojada a no mas poder-

El me mira un buen rato, y sin que me lo espere, me levanta de la silla tomando mis manos.

Henry: Cada vez que te veo así me muero -dice sonriendo-.

Yo: Realmente, para no me dejas de sonrojar -digo mientras tapo mi rostro con.mis manos-.

El sonrio, me apego mas cerca de su cuerpo, teníamos 3 cm de distancia. Cuando el decidió romper con dicho espacio rosando sus labios carnosos y suaves sobre los mios. Lentamente nos fuimos adentrando y fue tomando un poco mas de pasionalidad al rato que seguíamos. No se cuanto tiempo estuvimos allí, solo no quería que terminara, extrañaba que me sucedieran estas sorpresas. De estar ya un rato así sentimos un ruido por el pasillo, así que nos separamos. Ambos recuperamos un poco de aire y nos reincorporamos.

La del ruido del pasillo era Sam, levantándose para ir al baño. Decidí prepararle un desayuno y Henry tan amable me ayudo con eso.