Cap 42:

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Ya nos dirijiamos a recepción. Parece que hubicemos caminado kilómetros ahí dentro. Pero en todo el recorrido el tomaba mi mano. Creo que no pude disimular en algún momento el rojizo suave que llenaba de color mis pómulos.

Nicolas: Un gusto Señorita -dice extendiéndome la mano-.

Yo: Igualmente Nicolas -le doy mi mano y sonrio-.

Nicolas: Espero encontrarla de nuevo por aquí Señorita -dice y toma mi mano para besarla delicadamente-.

Yo: Espero lo mismo Nicolas -digo sonriendo como idiota, (me conosco) -.

Nicolas: Lamento mi partida repentina, pero debo irme, suerte en su tarde Señorita, cuidese, y aquí tenga mi numero por si me quiere contactar -termina la oración y besa mi mejilla cariñosamente-.

Yo: Oh no hay de que preocuparse, valla, no lo interrumpo, usted también cuidese, y suerte en lo que resta de su día, oh gracias te mandare un mensaje esta noche, así se que estas libre -digo sonriendole y dándole un beso en la mejilla a el-.

Nicolas: Gracias Amber, eres muy amable de tu parte, espero tu mensaje -dice tomando mi mano y al irse la suelta despacio-.

Yo me iba a la mesa de recepción y el se iba por uno de los millones de pasillos que habian, cada uno parecía una estrella que logramos captar en el cielo. Hay que admitir que, cada 3 segundos, ambos girábamos la cabeza para poder vernos, y sonreiamos. Nicolas traía una sonrisa maravillosa.

En fin, pedí mis materias, y después de tener los horarios y toda la información requerida, me dirijo a la puerta de salida, o también de entrada.

Recuerdo que salgo, y allí se encontraba el que parecía ser el líder de los "chicos malos". Se que iba caminando por delante de el, y me toma del brazo, abre mi mano y deja allí un papel, cierra mi mano y suelta mi brazo violentamente. Seguí caminando y luego de un par de cuadras, me fije que era el papel. Era el numero, y al parecer se llamaba Jack..., lastima jamas voy a contactarlo. De que me serviría?.

Tire el papel por algún tacho y solo segui caminando, un poco mas, había una plaza y allí deje mi mochila, me senté en un columpio. Me deslizaba lentamente, jugando con mi celular, totalmente aburrida sin saber que hacer.

Estaba allí sin saber que hacer por el resto de la tarde, me quedaban 4 días y empezaba la Universidad. De pronto, siento una mano tocando delicadamente mi espalda. Pensé que era el... Pero no tenia que ser el otro idiota.

Lo Inesperado de la VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora