Moví mi pie de arriba a bajo esperando a que continúe.
Ya que no podía esperar más.
Puesto que el es un desconocido en todo aspecto.
Y estar en una habitación,sobre una cama no es nada cómodo.
El sólo se limitaba a recorrer mi rostro detenidamente como si fuese lo más importante por hacer en este momento en el cual tenía que decirme algo.
Gruñi con cara de fastidio.
Apartó su mirada de mis labios para enfocarse en mis ojos.
Abriendolos y cerrandolos de manera sorprendida.
-Lo lamento. Emmm... bueno esto es algo difícil de decir. Pero no te preocupes tiene arreglo- lo dijo mientras buscaba posar su mirada en cualquier objeto que no sean mis ojos.
-Si. Continúa.- dije con cierto fastidio.
-Eh si. Bueno.-se rasco la nuca dudando en decirlo- Sofía se que sonará algo sin sentido pero estamos en el cielo. Tu llegaste aquí debido al accidente automovilístico que sufriste hace diez horas. Sufriste de amnesia temporal. Y pequeños raspones pero esos ya han sanado. Es difícil de comprender, lo se, pero es lo que ocurrió.
Para este entonces lágrimas descendían por mis mejillas.
Él se percató y de inmediato me abrazó. Su perfume inundó mis fosas nasales con su loción tan varonil que me separe de él absorbiendo mi nariz.
-Perdona linda. Te dejaré para que puedas digerir algo tan difícil como esto.-dicho esto salió de la habitación dejándome con dudas y más dudas rondando por mi cabeza.
Pero yo no podía quedarme así. Necesitaba respuestas. Y ahora.
Salí de la habitación con paso apresurado en busca del muchachito. Que ahora que lo asimilo mejor me doy cuenta de lo tan atractivo que es.
Voy tan ha prisa que mi diminuto cuerpo choca con otro que diría yo el triple de ancho que el mío.
Por suerte era a quien buscaba.
Mi respiración en verdad era acelerada. Traté de normalizarla. Cuando lo logre me dispuse a hablar.
-Oye tu- dije señalandolo con mi dedo en su duro pecho.-Necesito respuestas ahora.
Fui yo ahora quien lo guiaba a cualquier habitación.
Me asegure de que estuviera sola y nos adentre.
-¿Sebastián?- pregunté con los ojos entre cerrados.
Él asintió.
Bien. Algo que recuerdo al fin.
-Necesito que me des tu dichoso arreglo a esto-dije con la mirada sobre mis zapatos.
-Bueno. Que esto no es fácil. Se te conceden 3 días sobre la faz de la tierra. Se selecciona a alguien quien necesite ayuda en algo que más deseé. Si tu consigues que todo salga a la perfección se te dará otra oportunidad pero quienes solían ser tus familiares no lo serán. Quienes solían ser tus amigos no te recordarán.
Se puede hacer una transferencia de ciudad según decidas.- lo último lo dijo;¿en tono triste?.
-Si aceptó. En donde tengo que firmar.- dije con una gran sonrisa.
Él se encogió de hombros con media sonrisa en su rostro.
-Claro. Acompañame.
Abrió la puerta dejándome salir a mi primero,para despues salir él.
Esto era bueno.
Volver a sentir la brisa herizar mi piel.
Sentir calor humano.
Oír el cantar por las mañanas a los pájaros que se encuentran en el árbol cerca de mi ventana.
Sentir amor.
Volver a vivir.
Les mando muchos besos 😙
