Santiago susurró cerca de mi oído que habíamos llegado.
Yo me había quedado dormida.
Levante la cabeza ya que durante el trayecto la había recargado en mi hombro.
Visualice una casa mayormente que la mía.
Santiago se bajo de su asiento y se dirigió a mi puerta. La abrió y tomó mi mano para ayudarme a bajar.
Cuando los dos estábamos en la calle el puso la alarma al coche.
Caminamos a la gran casa blanca. Tenía un precioso jardín con flores de diferentes tipos y colores.
Llegamos a la puerta principal. Nos detuvimos. Tomó mis manos y las llevo hasta su boca. Me dio un pequeño beso. Y me sonrió. A lo que respondí de igual manera.
-Disculpa que no te lo halla dicho antes. Pero te vez preciosa. Digo siempre te vez linda con todo y sin nada. Ya que no necesitas de extravagancias para verte hermosa.- dijo conectando sus precioso ojos los cuales jamás me cansaría de admirar; y una sonrisa mostrando su perfecta dentadura.
-Pero que dices. Si tu luces muy apuesto y guapo.
Se acercó para darme un beso. A lo que seguí su paso. Su beso fue corto y tierno.
Sus labios aunque sé que no estuvieron suficiente tiempo junto a los mios. Pude notar que eran suaves y cálidos.
Ambos sonreimos.
Tomó la manija y nos adentramos a la casa se su madre.
Como fuera de esperarse me dejo entrar a mi y él siguiendome el paso.
Nos encontrábamos en un pasillo con muchos cuadros sobre las lisas y blancas paredes.
En los cuadros logre ver a un pequeño con rasgos muy parecidos a Santiago.
Me detuve y el choco detrás de mi. Ya que iba distraído por que llevaba su vista fija en el celular.
- Oh vamos nena. Cuando dejarás de hacerme burla. Salgo horrendo en esa foto. No sé por que mamá no la a quitado si se lo he suplicado.- dijo sonriendo timidamente.
Me gusta su sonrisa.
-Será por que sales muy tierno. Awww inclusive me dan ganas de quitar ese cuadro de ahí y llevarmelo.
- Sofía Johnson Cooper. No te atrevas.- dijo entrecerrando los ojos tratando de advertirme y parecer rudo.
Pero era algo en lo que se quedaba corto. Ya que era sumamente tierno.
Reí ante su expresión.
-¿Santi? ¿Eres tu?- se escucho una voz tranquila que provenía del final del pasillo.
Nos apresuramos a llegar a la sala de estar. La cual cabe mencionar que era bellísima.
En el centro se encontraba una mesa de vidrio y debajo de esta una alfombra.
Unos sillones que desde simple vista se podría predecir lo acolchonados que se sentían.
En uno de ellos se encontraba una mujer. De tes clara. Su cabello dorado, lo tenía perfectamente hecho en un moño. Sus ojos eran idénticos a los de Santiago. Vestía un conjunto que consistía en un saco beige, un pantalón de vestir negro. Pero lo que llamaba la atención era la sonrisa que tenía. Podía jugará que casi llegaba a sus ojos.
Se levantó inmediatamente y me abrazó fuertemente.
-Cariño que bueno que ya están aquí.-dijo ansiosa. Soltandome y brindandome una leve sonrisa.
-Umm soy tu hijo y ni un hola.- dijo en tun tono resentido.
Y pareciera como si fuera la clave para que su madre lo hiciera. Y lo tomó en brazos casi sacándole todo el aire.
-Me da gusto que hallan venido. Susan ya viene tenía que ir por los niños. Y tu padre vendrá hasta tarde. Ya sabes por el trabajo.-suspiró.
-Pero mientras vallamos a tomar asiento.-tomó mi mano y me adentro a la cocina.
Vi de reojo a Santiago pero su vista ya estaba en su celular.
Es por eso que aborrezco la tecnología. Sé que en muchas ocasiones es útil pero otras rompe el lazo de la sociedad. Ahora los jóvenes no salen a conversar mientras caminan por el parque comiendo un rico helado. Ahora los jóvenes sienten celos por alguien a quien ven muy poco y sólo por tonterías de redes sociales.
Pero bueno posiblemente Santiago este tratando asuntos de trabajo. De todas formas no quiero parecer una persona que desconfíe y menos de él. Él ha sido la perfección de hombre que pensé jamás encontrar.
La comida ya estaba hecha. Ayude a la madre de Santiago la cual no sabia su nombre a poner la mesa.
Nos encontrábamos en el jardín trasero.Sentados en amacas. Donde se encontraba una gran extencion de césped. En medio un piscina circular. Y flores con colores divertidos.
El viento era agradable ya que el día era bochornoso.
Sonó el timbre. La señora rápidamente se levanto de su lugar.
Después de unos segundos dos pequeños se subieron arriba de Santiago. Eran rubios hermosos. Compartían los mismos ojos que Santiago. Realmente no sé si sea difícil para él l ver niños y no sentirse mal por que halla perdido a su bebé.
Después llegó al jardín la madre de Santiago con una joven delgada muy bonita. Ella no tenia los mismos ojos que Santiago los de ella eran avellana.
-Hola Sofi-dijo emotivamente. Dandome un beso en la mejilla.Se veía nerviosa. A decir verdad bastante.
-Hola.- respondí con entusiasmo dándole un beso en su mejilla.
-Bueno pacemos a comer familia.- dijo la madre de Santiago
Familia? En realidad debería de ser bastante buena para ella como para considerarme parte de su familia muy pronto. Ugh no sabia cuanto tiempo llevaba saliendo con Santiago.
Todos fuimos al comedor.
Cada pequeño venía agarrado en una pierna de Santiago. Cada paso que él daba me daba un pequeño beso.
-Iuuu-dijeron al unísono los niños con cada beso que nos dábamos.
-Ya entendimos tío Santi.Pero sólo por esta vez.
Tomamos asiento y empezamos a comer.
La comida era realmente deliciosa.
-Nena. Tu sorpresa esta casi terminada.-dijo Santiago él cual estaba sentado a un lado de mi, guiñandome un ojo.
-¿Qué clase de sorpresa?
Sonrió maliciosamente y siguió comiendo mientras me veía de reojo.
❤❤❤❤
Espero les halla gustado :) voten pleaseeeee!
