Kuroko No Basket X Lectora (Un Nuevo Comienzo)

XXII

Caminabas entre las pobladas calles de Tokio, mirabas a los alrededores en busca del dichoso Hotel Imperial, hasta que pudiste divisar un enorme edificio, era elegante, de un color blanco bastante brillante, con decoraciones de hechas a base de mármol, es posiblemente uno de los mejores hoteles de todo Tokio.

Tu: -Parece que Ren si ha disfrutado de la buena vida.- Murmuraste para ti misma, mientras te encaminabas hacia aquel enorme edificio, entraste en aquel lugar pasar la recepción no fue ningún problema el verdadero retro vendría más adelante mientras caminabas entre los pasillos de aquel lugar intentando pasar desapercibida, pero la seguridad que había en el piso era sorprendente era de esperarse de los Trapnest, caminabas sigilosamente hasta que una mano te detuvo sujetándote por el hombro, por instinto ibas a gritar pero una mano cubría tu boca y de un momento a otro eras arrastrada por el pasillo hasta llegar a una de las habitaciones.

Ren: El azabache te aprisionaba entre sus brazos, era un abrazo realmente posesivo, pero también cálido que te daba a conocer todos sus sentimientos y emociones que había vivido el último año sin ti. –Te extrañe tanto (T/N)...- La voz de Ren sonaba entrecortada tal vez eran los nervios de volverte a encontrar.

Tu: Correspondías a su abrazo aferrándote a las prendas del mayor, tus lagrimas por más que deseabas contenerlas estas comenzaban a bajar por tus mejillas, aunque no hablabas aquel abrazo explicaba lo mucho que habías extrañado al azabache el calor de sus cuerpos se fusionaba y el latido de sus corazones se sincronizaba a uno solo. –Ren... yo...- Apenas las palabras salían de entre tus labios fuiste silenciada por un beso, pudiste sentir como los labios de Ren se estampaban contra los tuyos era un beso un poco agresivo al principio pero a los pocos segundos se transformaba en uno apasionado.

Pronto el ambiente había cambiado ambos disfrutaban de las caricias proporcionadas, era como si ambos cuerpos fuesen la droga del uno como del otro, ambos se necesitaban y sobretodo había mucho por aclarar.

Ren: La noche había pasado muy rápido y el azabache por fin despertaba después de un agitado encuentro, buscaba del otro lado de la cama tu figura agitando su mano entre las suaves sabanas pero al no encontrarte este se levantaba rápidamente y notaba un lugar vacío, por un momento sintió que su corazón se oprimía pero al girar su mirada vio que tus ropas aún estaban sobre el piso, lo cual provoco que se levantara de golpe de la cama y fuera directamente al baño, al abrir la puerta pudo ver que te encontrabas en la bañera el agua y la espuma llegaba por debajo de tus hombros dejando a relucir tu cuello ya tu cabello se encontraba atado, el suave aroma de las rosas que se encontraban alrededor era nostálgico era como en los viejos tiempos, camino hacia a ti y te abrazaba por la espalda. –Con que aquí estabas...- Murmuraba el azabache mientras depositaba un pequeño beso en tu mejilla.

Tu: -¿Acaso pensabas que me había ido?- Una fina curva se formaba en tus labios pues al ver el rostro de Ren era realmente adorable, su temor de poder perderte de nuevo era sincero y a la vez enternecedor, girabas un poco para unir tus labios a los de Ren y poder tranquilizarlo. –Esta vez me quedaré...- Murmuraste entre el beso el cual poco segundos después fue correspondido el movimiento ente ambos labios era sutil pero Ren deseaba ir más allá, por lo cual mordía tu labio inferior solicitando tu permiso para entrar a tu boca, el cual fue concedido abrías un poco tus labios y este no desaprovecharía la oportunidad otorgada por lo cual introducía de manera lenta su lengua en tu boca, exploraba cada rincón y jugueteaba un poco con tu lengua haciendo que estas se movieran en un ritmo lento como si estuviesen danzando dentro de tu boca, pero poco a poco la falta de oxígeno hizo que ambos se separarán dejando entre ambos un fino hilo de saliva.

Ren: Sin pensarlo dos veces se adentró a la bañera junto a ti, tomaba una de las rosas que adornaban el lugar y comenzaba a deshojarla dejando caer los pétalos sobre el agua. –Por un momento creí que te habías ido (T/N)... yo...