Capítulo 6.

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Noa.

Llamé a Amanda para decirla que al final no nos podíamos ver, prefería estar con la compañía de Ruben.

Me senté en el sofá mirando la cual daban un programa aleatorio. No sabía a que hora iba a venir Ruben, tampoco estaba segura de sí iba a venir, pero en la forma que me lo dijo pude notar sinceridad, me tumbe en el sofa, y sin saber el cómo, me quede dormida como un tronco.

Otros golpes, pero algo más fuertes me despertaron. Está vez me encontraba mal, me dolía mucho la cabeza y sentía que las tripas me revolvian. Fui a abrir la puerta y al otro lado estaba Dru.

-¿Dru? -pregunté rascándome la nuca.

-Noa ¿puedo pasar?

Le hice un gesto con el brazo para que pasase y se sentó rápido en el sofá.

-¿Que pasa Dru?

-¿Te acuerdas que es lo que te dije ayer? -asentí- vale, pues me tienes que hacer caso, podrían hacerte daño, en serio, no es una orden, es un consejo que te doy. Yo ahora me tengo que ir, tu solo ten en cuenta lo que te he dicho ¿vale?

-¿Como que te vas? ¿A donde?

-Me voy unos días con mi familia, porfavor, tenlo en cuenta.

Y después de eso, cerró la puerta tras de si, dejándome mil veces más confundida de lo que ya estaba. ¿Que acababa de pasar? No entendía nada, ¿daño? ¿Quien me haria daño? ¿Ruben? Intente descartar esa idea de la cabeza ya que, no la veía mucho sentido, no sabía el por qué, pero tenía unas ganas inmensas de llorar, desahogarme a causa de todo este estrés, pero me negaba a derrumbarme tan rápido.

Volvieron a llamar a la puerta, por la suavidad en la que tocaban pude notar que era Ruben. Me sequé la cara con la manga de la sudadera ya que, inconscientemente, una lágrima salio de mis ojos rápidamente.

-Hola Noa.

-Pasa. -fue lo único que me digne a decir para no romperme a llorar. Queria contarle lo que Dru me habia dicho, pero no queria que le hiciese daño, sí era capaz de eso, que lo dudaba, pero ya no estaba segura de nada. Le hice un gesto para que se sentará y se sentó en el sofá, me senté a su lado y nos quedamos en silencio un largo rato. Notaba como su mirada estaba fija en mi, tragué saliva rápidamente y me incorporé, estaba dispuesta a hablar.

-Dru ha venido antes. -dije asustada.

-Ajá -dijo jugando con los dedos -¿Y que te ha dicho?

No sabía sí decírselo, no estaba segura, sin pensar dije lo primero que se me vino a la mente, no aguantaba más.

-Ruben ¿Vas a hacerme daño?

Noté que puso una expresión sería, sabía que lo decía enserio, y que me iba a enterar de algo. Bajó la mirada durante unos segundos y volvió a mirarme. Sentía pena por el, no se por qué, sentía que tenían que ayudarlo, que el no estaba bien y no tenia a nadie, pero ahora, me daba miedo, tenia miedo de que me hiciese algo, por mucho que esa idea estuviera muy lejos de las posibilidades, ahora, despues de todo esto, podria pasar cualquier cosa. Se acercó más a mi, pude notar como su pierna chocava con la mía. mire al suelo, no esperaba obtener respuesta, estaba rendida.

-¿Porqué piensas que soy capaz de hacerte daño?

-Ruben, estoy confundida, ni tú ni Dru me quereis contar que pasa, estoy cansada. -dije mientras apoyaba mis codos sobre mis rodillas y cubrí mi cara con un poco de sudadera que sobresalia de mis manos. Ruben suspiró y noté que se acercaba todavia más a mi, posó un mechón de pelo detrás de mi oreja con delicadeza.

Le miré confundida, no sabía que hacer ahora, necesitaba su compañía, pero a la vez me aterraba la idea de que me hiciese algo.

-Noa, yo, joder, es complicado, no lo entenderias.

-¿Que? -bajó la mirada y pude notar que estaba triste, estaba cansada y queria que me contase la verdad. -Joder Ruben.

-Joder -le pude notar molesto. -Ya no hay vuelta atrás Noa, no se que hacer estoy mal, estoy confundido estoy harto de todo, y lo peor que me puede pasar ahora esque desconfies de mi, de que creas de que a ti te puedo hacer algo, ¿No te das cuenta de que no puedo?

Me quedé en shok, me levanté y me quedé en frente de el, mil preguntas rondaban por mi cabeza ahora mismo ¿Como que ya no hay vuelta atras? ¿Como que a mi no me puede hacer nada? ¿Es que ha hecho daño a más gente?

-Ruben no puedo seguir asi, estoy mal, no puedo pasar un dia en el que no piense en ti, en que es lo que te pasa, ¿No te das cuenta que esto nos hace daño a los dos? Dru no para de decirme y de avisarme de que me vas a hacer daño y que no me acerque a ti ¿Que es lo que pasa? Yo no aguanto más -dije, no podía decirle que le queria, aún que no estaba segura si era un sentimiento afectivo, o mera lastima, pero ahí estaba, no podía decírselo, no era capaz de ello, estaba a punto de llorar, no se porque me ponía asi, no le conozco de hace mucho, pero algo en mi impide separarme de el e ignorar cualquer comentario, pero por otra parte siento que debería de hacer caso a Dru, por mi propio bien.

-¿Tú qué? Noa yo no... -le hice un gesto con la mano para que dejase de hablar.

Me limité a no contestar, no tenía ganas de seguir hablando, las ganas de llorar seguían ahi, pero no tenía el suficiente valor para dejarlas salir.

-Noa porfavor... -se acercó a mi un paso y yo me aleje otro, no me queria contar que es lo que pasaba, cuando le pregunté sí me haría daño no lo negó, así que eso hizo que mi cabeza se volviera loca más de lo que ya estaba con todo este asunto.

Me fui a mi habitación, cerré la puerta y me tumbé en la cama en posición fetal.

Oí un "joder" detrás de la puerta. Era consciente de que Ruben seguía en mi casa, no queria que se fuera, pero siempre hago cosas que no pienso. Estaba muerta de vergüenza, no tenia valor para salir, asique me quedé tumbada.

-Noa porfavor, no me hagas esto -le oí decir detrás de la puerta -no quiero perderte.
Me levanté de la cama y abrí la puerta de la habitación, y ahí estaba, delante de mi.

-Pasa -le dije fria, queria que notase que estaba enfadada con el, aunque no fuese asi.

Me tumbé rápido en la cama y me puse en la misma posición que antes, queria que se diese cuenta de que queria que se tumbase y asi olvidar todo lo de antes.

Y asi hizo, se tumbó al lado mía quedando a mis espaldas. Cogí su brazo y lo rodee por mi cintura, no se negó ante mi propuesta. Se acercó a mi quedando prácticamente pegados, pude notar su respiración en mi espalda. La calided de su cuerpo mi hizo sentirme segura junto a él. Me quedé dormida entre sus calidos brazos, pero yo sabía que el no, que el estaba despierto, observando cada parte mi rostro, y su agarre fuerte contra el me hacia sentir que estaba protegida, o tal vez, debería protegerme de el.

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