Capítulo 9.

2.7K 153 22
                                    

Noa.

Me desperté en una especie de habitación, era bastante pequeña, estaba tumbada sobre una cama que sólo contenía una sabana, estaba congelada. A mi derecha habia una mesilla pequeña con una lámpara, a mi izquierda un radiador, lo toqué, estaba congelado. Busqué con la mirada mi abrigo para asi poder sentir algo de calor, estaba encima de una silla colgado. Me levanté y me dirigí hacia el, al ponermelo recordé que llevaba el movil, saqué el movil del bolsillo y le di al botón de encender. Nada, no se entendía. Después de un buen rato apretando el botón decidí abrir la tapa, la batería no estaba.

-Joder -dije mientras tiraba el movil bruscamente en la cama.
Seguí buscando cosas en los bolsillos, sólo estaban mis llaves y un paquete de clinex. Lo deje encima de la mesilla y decidí inspeccionar la habitación. Abrí el armario, contenía unas sudaderas, vaqueros, mayas, y trajes. En los cajones habia calcetines, bragas, camisetas de interior, sujetadores y boxers. En los trajes y algunas sudaderas metí la mano en los bolsillos para asi poder encontrar algun movil o busca, pero nada. Suspire frustrada y cerré el armario delicadamente.
Al lado del armario habia una especie de puerta grande, que contenía una cerradura de una llave. Giré el pomo para asi poder abrirla, pero estaba cerrada. La di una patada y me dirigí a otra puerta que se encontraba entre abierta. Era un baño bastante pequeño. Habia un vater, una ducha pequeña y un lavabo.
Salí del baño y me senté en el borde de la cama con las manos cubriendome el rostro. ¿Como habia llegado hasta aqui? ¿Que es lo que habia hecho para merecer esto?
Me levanté de la cama y me asomé a la ventana. Estaba en un piso, pero no muy alto. Las ventanas tenían barrotes, pero por suerte los barrotes tenían función de una puerta, y se podían abrir con sólo empujarlo hacia fuera. Empuje los barrotes con las dos manos, y la ventana se quedó libre de rejas.
Suspire confundida y asustada. ¿Y sí salto? ¿Y sí me pillan? ¿Y sí no?
Me quedé un rato callada mirando hacia abajo, la caída no podría matarme ni mucho menos, y tampoco romperme algo, sí lo hacia con agilidad. Me quedé pensando unos segundos antes de posar un pie en la ventana y sentarme en ella. Mire la puerta que se encontraba todavia cerrada, no escuchaba ningun ruido al otro lado, asique decidí hacerlo.

Apoyé mis manos en los barrotes abiertos de par en par y subí una pierna, apoyandola en la barandilla, me senté con la pierna y empecé a subir la otra para asi quedar sentada. Se me complicó un poco colocar la otra pierna, ya que casi me caigo para atrás. Al fin quedé totalmente sentada en la barandilla y con las manos sujetando los barrotes, como en un columpio. Me quedé mirando hacia abajo, mis piernas temblaban, pero no era por el frío. Lo jodido de todo esto esque tengo miedo a las alturas, y saltar desde esa altura, aunque no fuera muy exagerada, me daban ganas de gritar. Cerré los ojos y apreté los labios con fuerza dispuesta a saltar.
Solté mis manos de los barrotes y las apoyé en la barandilla inclinandome hacia alante.

Mire hacia abajo, todavia estaba dudando.

-Vamos Noa, tú puedes -me dije a mi misma con los ojos cerrados -joder. Pegué un brinco y salté.
Al abrir los ojos me encontré en el suelo. Sonrei al saber que fui capaz de hacerlo. Al levantarme una gran molestia provenía de mi brazo. Puse una mueca de dolor y me subí la manga de la camiseta. Me acaricie la zona en donde me habia echo daño, seguramente me saldría un moraton. Decidí empezar a caminar por esa especie de calle, era muy estrecha, habia muchos edificios, aunque parecían abandonados. Mire hacia atrás y efectivamente era un gran edificio, habia saltado desde un primero, ya que pude ver la ventana en donde minutos antes yo me encontraba. Decidí acelerar mi paso en dirección a la carretera.

A casi llegar a la gran carretera oí unos pasos detrás mia. Giré la cabeza y no vi a nadie, estaba realmente asustada. Iba casi corriendo cuando alguien me tapó boca con la mano y me agarró de a cintura.

-¿Enserio pensabas que podrias escapar? -la voz no me sonaba de absolutamente nada. Me forcé un poco y me soltó, pero me sujeto la muñeca, muy fuerte. Me giré para verle y era un chico bastante alto, pelo rubio y ojos marrones oscuros, llevaba un pendiente en la oreja derecha, era una cruz. Me jaló del brazo para ir de vuelta al edificio en el cual yo me escape. Intenté soltarme pero su agarre era muy fuerte, y ya empezaba a producirme algo de dolor, asique decidí dejar que me llevara. Al llegar tocó dos veces la puerta y esta se abrió de par en par.
Otro chico pero esta vez más bajito se encontraba ahí de pie, mirandonos, nos hizo una seña para que pasaremos y pasamos. El chico me llevó a una especie de cuarto en donde se encontraban más chicos, ¿y estos que hacían? ¿A que se dedicaban?

-Mirar quién se ha intentado escapar. -dijo el chico soltandome bruscamente del brazo. Todos giraron sus cabezas y me miraron, todos empezaron a reírse mientras empezaban a cuchichear. Yo sólo tenia la mirada fija al suelo, intentado contener mis lágrimas.

-Esta noche te quedarás aqui -me dijo el chico que me habia pillado -por suerte -dijo mientras con el brazo señalaba todas las partes de esa habitación -no hay ventanas.
Sonrió de lado y se puso a hablar con unos cuántos chicos que se encontraban en un sofá. Yo me quedé allí de pie, jugando con mis manos y de vez en cuando sacando mis llaves del bolsillo jugando con estos.
Entonces la puerta se abrió, y más chicos entraron.

Todos los chicos entraron, la puerta iba a cerrarse hasta que alguien puso el pie desde fuera para que no se cerrarse.
El otro chico al ver que alguien queria entrar, se encaminó a la puerta y la abrió de par en par.

-Hablando del rey de roma.
_

| Psycho |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora