Noa.
Metía toda la ropa con velocidad frenética dentro de la mochila de deporte, mientras andaba de un lado para otro de la habitación cogiendo ropa del armario y metiendo toda la ropa arrugada y desordenada, intentando ignorar los pensamientos negativos de mi cabeza evitando que ninguna lágrima saliera de mis ojos sin control alguno. Mis piernas temblaban y me costaba mantenerme en pie. Seguía sin comprender lo que había pasado minutos atrás, mi corazón se paralizó en ese momento recordando las palabras de Amanda y todas las miradas fijadas en mi. Destacando la suya, la cual contenía frialdad y odio incrustada en ella, viendo comos sus ojos se convertían en algo tan frío como el hielo.
¿Como era posible que yo, hubiera caído en esto? A medida que iba pensando en el por qué, mi cabeza empezó a darme un sinfín de recuerdos y vivencias desde que me mudé aquí. Nada bueno, absolutamente nada. Todo había pasado demasiado rápido para que mi cabeza lo procesase con claridad. Estaba frustrada y confundida ante toda esta situación. La mayoría de las vivencias que recuerdo desde que me mudé aquí, eran nefastas. Me han acorralado, amenazado, e incluso secuestrado. Y la gran pregunta que invadía mi cabeza las veinticuatro horas del día era, ¿por qué yo? ¿Que es lo que había hecho yo para que todo esto hubiera caído encima mía dejándome sin escapatoria alguna? Cerré la mochila delicadamente y la aparte a un lado de la cama, mientras me sentaba al lado de ésta. Jugaba con el paquete de tabaco que cogí de la chaqueta de Caden, dándole vueltas sobre mis manos, intentando dar con alguna solución factible que me ayudara a salir de esta.
A medida que lo procesaba y analizaba, todo esto comenzó desde que conocí a Caden. El mísero mismo día, todo se torció. ¿Acaso todo fue planeado meticulosamente, y no fue mera casualidad? Era un pensamiento bastante descabellado, pero era lo único con sentido que había rondado por mi cabeza intentando dar con el por qué de todo lo sucedido. ¿Y si todo esto era un juego? Mi mente me daba miles de excusaciones, pero no tenía la mente clara y me era casi imposible intentar pensar en eso ahora después de lo que había acontecido. Saqué con las manos temblorosas un cigarro, colocándolo en mis labios, mientras buscaba desesperada el mechero el cual se encontraba encima de la mesilla de noche. Alcé el mechero encendido y lo acerqué al cigarro, el cual en unas escasos segundos se prendió. Sentía como mis músculos se relajaban a medida que inhalaba el humo y lo expulsaba, relajándome al completo olvidando todo lo sucedido. Mi estrés desvanecía y mis miembros dejaron de temblar a medida que el cigarro iba acabándose. Tire la colilla por la ventana, y me coloqué la mochila en los hombros. Mi corazón iba a una velocidad normal y sentía como mis músculos estaban relajados y ya no tenía tantos temblores. A pesar de que mi cabeza seguia retumbandome, tenía la firmeza suficiente para salir de ese sitio y volver a mi casa, intentando aclarar mis pensamientos.
Giré el pomo encontrandome con Caden, apoyado en la repisa se la puerta, esperándome.
-Vámonos. -le dije mientras le cogía del brazo y salia del piso de Amanda, mientras el cerraba la puerta siguiendome el paso.
Salimos rápidamente del edificio mientras nos dirigiamos a la parada del autobús, me encontraba realmente cansada para ir a casa andando, y menos de noche.
-Oye, ¿estás bien? -me preguntó Caden, mientras intentaba llamar mi atencion colocando delicadamente su mano sobre mi muslo, ya que estaba absorta en mi mundo mirando por la ventanilla, inentando olvidar todo lo sucedido en las ultimas horas. Asentí con una media sonrisa, mientras posaba mi mano sobre la suya, restandole importancia e intentando transmitirle tranquilidad y seguridad.
El trayecto se me hizo bastante largo, a pesar que andando desde casa de Amanda hasta la mia, eran unos escasos quince minutos. Bajamos del autobus rapidamente, ya que tanto yo como Caden, nos estabamos empezando a agobiar con toda la gente que se encontraba en el pequeño autobús. Me despedí de Caden en el portal ya que supuestamente tenia que arreglar algunos temas sobre lo sucedido hace horas antes, y que después vendría a verme. No le di ni un mínimo de importancia, ya que con todas mis fuerzas intentaba olvidarlo todo.
Subí las escaleras rapidamente mientras sacaba mi móvil del bolsillo, pero desgraciadamente, se habia quedado sin bateria. Suspiré mientras avanzaba por el pequeño pasillo del final de las escaleras dirigiendome a mi puerta, mientras sacaba las llaves del pequeño bolsillo de la chaqueta.
Metí las llaves en la cerradura girandola hacia la izquierda a la vez que esta se abría produciendo un sonido chirriante. Cerré la puerta detras de mi, toda la casa se encontraba en completo silencio, estaba todo a oscuras y a duras penas intentaba divisarlo e intentar acordarme de donde se encontraban los muebles.
Deje las llaves encima de la encimera de la cocina, cuando de repente oi un ruido, no muy lejos de donde exactamente yo me encontraba. No veia absolutamente nada y no sabia donde se encontraba el interruptor en ese momento.
Después de estar dando vueltas por el mismo cubículo intentando dar con el interruptor, lo encontré. Me quité los zapatos rápidamente y me tumbe en el sofá, boca arriba, con los ojos cerrados. Mientras poco a poco, iba quedándome dormida.
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| Psycho |
Mystery / Thriller"Haré todo lo que sea necesario para mantenerte a salvo, creeme, todo lo que sea".