Hola, Querido Imbecil.

Mensajes, rupturas y como pudo ese imbecil

Después de la visita a la pareja que se mudó a la casa de Emily, fui a mi casa y entre a mi cuarto a darme una ducha, poniéndome una pijama, ya que no iba a salir más pase el resto de la tarde en mi cuarto hablando con mis amigos y con mi novio, espero que este conectado, agarre mi móvil que estaba en la mesita de noche, no puede ser, al fin señales de vida de parte de Emily

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Emily: maxine, cuánto tiempo

Wow es la primera vez que das señales de vida desde que te mudaste

Emily: pues te tengo noticias pero primero respóndeme, ¿seguimos siendo amigas?

Por supuesto, siempre serás mi mejor amiga, no importa dónde estés 😘, pero cuéntame que es tan importante

Emily: pues después de largas horas de tratar de convencer a mi madre de volver a mi vieja escuela contigo y Zac

¿¡¿¡En serio?!?! 😱😱😱, espero verte para el regreso a clases

Emily: claro o si quieres nos vemos antes, voy a tu casa o tú vienes a la mía antes de vacaciones

Es un hecho, hablamos pronto

Emily: de acuerdo, hablamos mañana

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Era un hecho Emily, volvería al colegio y nos veríamos antes del regreso a clase, y vaya que la extrañaba, pero quiero hablar con Zac.

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Hola Zac, háblame cuando puedas te extraño😘❤

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Lo que me faltaba, Zac no responde, aunque no es de preocuparse, él siempre está ocupado, el práctica básquetbol y rugby con mi hermano y más que todo en vacaciones, como mi hermano está en práctica él también lo debe de estar, sin más preámbulo deje mi móvil en la mesita de noche y me acosté para ponerme a leer.

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Ya eran las 12:30 y mi hermano apenas llegaba, de seguro estaba de fiesta con sus amigos, y como es el, debe de venir casi ebrio y con una chica o dos, así que no los interrumpiré, ya me preparaba para dormir cuando veo que la pantalla del móvil se ilumina y es un mensaje de Zac.

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Zac: lo siento si te digo esto de esta forma, pero ya no te amo, es mejor que este cada uno por su parte, nos vemos en el regreso a clase.

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Eso me rompió el corazón y llorar bajo las sábanas no servía de algo, debía desahogarme, pero no podía preocupar a mis padres y menos a mi hermano sabiendo que su mejor amigo le partió el corazón a su pequeña hermana, él puede ser infantil pero no les voy arruinar su amistad, agarre mi suéter y me puse unos tenis para salir de la casa, empecé a correr tanto como pude hasta llegar al parque sentándome en el banco para empezar a llorar y preguntarme qué hice mal.

-¡yo no hice nada mal fue ese imbécil!- grite para volver a partir en llanto, me tranquilizo un poco al sentir una manta en mis hombros y que a mi lado se sienta Dylan, lo que hace que me seque la cara dejándola al descubierto, al darse cuenta de mi llanto, me abraza poniendo mi cabeza en su pecho, aunque no lo conocía bien y parecía un imbécil, sus latidos hicieron que me calmara.

- a quien debo de asesinar- me susurró causando una risa en mí.

- tranquilo, no es para tanto.

-cualquier persona que haga llorar a una chica merece una paliza y más que todo si es una chica tan linda - eso me hizo sonrojar, lo que hace que me separe de él y le dé un golpe leve en el hombro, pero él me vuelve a abrazar, acariciando mi cabello, después de un rato me tranquilice.

- lo siento Dylan, pero ya es hora de irme, gracias por todo- dije limpiándome la cara del residuo de lágrimas.

- ya sabes que puedes confiar en mi- respondió con una sonrisa.

-pues eres atractivo y amable, eres gay?- contraataque.

- no lo soy, solo debes de conocerme más-dijo sin borrar la sonrisa de su rosto.

Después de eso me dirigí a mi casa para poder dormir en paz sin tener que pensar en zac.