Alexander Hayes

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Estoy corriendo en un pasillo enorme, en la escuela. Todo está obscuro y solo la luna que entra por las ventanas iluminando levemente, mi corazón esta acelerado y mi respiración entrecortada; busco un lugar para esconderme, las puertas de los salones están cerradas con llave. Por el pasillo se escuchan pasos tranquilos, sea quien sea sabe que me tiene atrapada, una de las puertas esta sin llave, el cuarto de limpieza, me recargo en la pared a un lado de las escobas, los pasos se escuchan más cerca, mi corazón da un vuelco al ver que la manija comenzaba a moverse, me había encontrado; se abrió la puerta y...

Mi despertador sonó.

He tenido este sueño durante las últimas semanas, mi reloj sonó marcando las 5:00 am, me gire sobre la cama, coloque un brazo en mi frente nunca había terminado el sueño ni siquiera sabía quién era, no había visto su rostro. Me levante tome una toalla y me dirigí a al baño, tenía que alistarme para ir a la preparatoria me tomó menos de 15 minutos la ducha; saque de mi armario una playera color negra y unos pantalones de color azul obscuro, me coloque mis vans, deje mi cabello suelto; tome mi mochila, baje las escaleras y me dirigí a la cocina tomo un pan tostado con mermelada y un vaso de leche mi desayuno de todos los días.

Mi nombre es Lorena Cobain tengo 18 años, soy de estatura medianamente baja 1.56 m de piel apiñonada, ojos color café, cabello castaño. Y con un cuerpo más proporcionado de lo normal, estoy llena de amor como dice mi mamá.

Tome una manzana y la guarde en mi mochila, faltaban 15 minutos a las 6:00 am tome las llaves de mi casa y salí, no llevaba prisa era el primer día de clases de mi segundo año de preparatoria, era el último año, ya quería que se acabara y apenas comenzaba. Iba en metro a la escuela puesto que está lejos, no me molestaba tenía que darme prisa sino no alcanzaría, es la hora en la que la mayoría de la gente sale rumbo a su trabajo.Llegue a la preparatoria y busque la lista que estaba en la entrada buscando mi salón. Lo encontré salón 3, estaba con los mismos del año pasado.

Llegue al salón ya había gente ahí, cada quien con su grupito me dirigí a la fila que estaba pegada a la ventana me senté en el penúltimo banco. Deje mi mochila en suelo, puse mi cabeza en la paleta de un banco. Aún no habían llegado todos y mucho menos el maestro que tocaba. Subí el volumen a la música, no había diferencia, al menos no para mí, ansiaba poder ya ir a la Universidad. Llego el maestro y todos se acomodaron en su lugar.

-Buenos días alumnos, soy el profesor Maxwell y les impartiré la materia de Historia Universal- era un hombre alto, moreno de unos 45 años, probablemente casado pero eso no tiene relevancia, bueno eso espero; el año pasado la señorita Louis se divorció durante el periodo de clases y para desquitarse nos encargó un enorme trabajo que causo un enorme dolor de cabeza para todos.

Todos los alumnos estaban atentos, solo espero que no se emocionaran los profesores; así sería la primera semana sabrían que tanta paciencia tenían y que tan estrictos eran para poder hacer lo que quisieran

-Antes de continuar, en mi lista veo que hay un alumno nuevo; ¿el señor Hayes?-dirigió su mirada a la puerta y cuando se habría era un muchacho de aproximadamente 1.80 m de estatura, cabello castaño obscuro, ojos café claro, piel clara. Era guapo he de admitirlo, pero no me sorprendería que para el receso ya la mitad de las mujeres de la escuela se enamoren de él.

-Hola, mi nombre es Alexander Hayes- no le preste demasiada atención, mi vista estaba puesta en mi libreta.

-Bien señor Alexander, veamos donde se sentara- no sabía por qué hacía tanto drama si el único lugar disponible era detrás de mí- Detrás de la señorita Cobain.

Todos comenzaron a murmurar cosas, él camino directo hacia el asiento; yo estaba demasiado ocupada en mis cosas al menos eran más interesantes que todo lo que murmuraban.

Yo también quiero mi cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora