Yo también quiero mi cuento de hadas

Apuesta

La vida real era cruel y aunque yo quería mi cuento de hadas, a pesar de mostrarme fría por fuera, era débil; era una loca romántica; pero que tuve que guardar muy en el fondo por que la sociedad te aplasta, te consume, te crítica y te ahoga, porque no puedes ser quien eres por qué no te aceptan, porque hay un estándar, que no sé de donde salió, pero que la mayoría de la gente acata, y es algo automático, porque lo haces sin meditarlo, imitas el comportamiento de otro y eso te hace parte de un estereotipo. Entonces donde quedan todos aquello sueños que tenías de niña, todas esas promesas que dijiste que cumplirías, porque te das cuenta que la vida no es un cuento, que no habrá nadie que te rescate de un dragón o que suba una torre para rescatarte, porque la única salvación eres tú misma y nadie más.

Pero no podía seguir huyendo, tendría que aceptar que él me agradaba más de lo que realmente quería aceptar, no lo iba a gritar a todo mundo, con que yo tuviera mis ideas claras era más que suficiente, pero y después...bueno después ya será lo que sea.

No se cuento tiempo paso, pero el timbre me despertó de mi ensoñación, no me había dado cuenta que mis dedos rozaban mis labios.Me gustaba, demasiado he de admitirlo, pero tenía mucho miedo de que todo fuera solo un sueño.Camine hacia el salón, y ahí estaba justo a un lado de la puerta, con sus brazos cruzados a la altura de su pecho y mirándome fijamente a los ojos.

-¿Dónde estabas?, desapareciste- su tono de voz mostraba preocupación

-En ningún lado- tenía que hacerle frente a mis sentimientos, era precipitado eso lo sabía sin embargo lo que sentía empezaba a hacerse más fuerte

-No desaparezcas así, de la nada, siento haberte incomodado hace rato, pero no puedo controlarme cuando se trata de ti- en ningún momento aparto su mirada de la mía

-Realmente no lo entiendo-estaba confundida

-¿Entender qué?-

-¿Por qué habiendo otras chicas, te gusto yo?, bueno aunque realmente no sé si te guste-

-De verdad dudas que me gustas, no te he lo demostrado acaso- tomo mi mentón con demasiada delicadeza- mírame, estoy enamorado de ti, no lo dudes.

-Algo está mal en todo esto lo sé- seguía dándome vueltas esa idea en la cabeza, él estaba interesado en mí desde el primer día que llego a la escuela, obviamente se crean dudas y que hay algo mas

-Lo dices por cómo se dieron las cosas, ¿no? Creo que me precipite, al principio me llamaste la atención por el hecho de que ni siquiera me estabas viendo, era más entretenido cualquier cosa y mira que estoy acostumbrado a llamar la atención de todos y más de las chicas, no vas a negar que soy irresistible o sí. No voy a negar que solo tenía curiosidad por saber el nombre de la persona que no me miraba y se enamoraba de mí.

-Ya te lo había dicho y te lo vuelvo a decir, tienes el ego muy elevado- me recargue en el muro al lado de la ventana.

-Lo sé- volvió a guiñarme el ojo- Pero tendrías que culpar a Rachael

-¿Por qué?-

-Ella hizo que me interesara más en ti, después de todo lo que me dijo sobre ti mi curiosidad aumento y que me advirtiera que me alejara de ti fue como un reto y a mi me encantan los retos

-¿Soy una apuesta?- tenia que preguntárselo antes de que decidiera darle rienda suelta a mis sentimientos

-¿Qué?-

-Es lo más lógico que se me ocurre, como para que te fijes en mi, dices que fue Rachael la que te dijo que te alejaras de mí. Piénsalo bien tal vez solo es un capricho y no estás enamorado de mí, tu mismo lo dijiste no me fije en ti ni caí enamorada, y tu solo querías demostrar que no era diferente a las demás que también podía hacer que fuera parte de tu club de fans.

-Tal vez al principio un poco pero eres diferente créeme si te digo que no es un capricho estoy realmente enamorado de ti.

Y aunque me quede callada y mi corazón se alborotaba como loco por sus palabras mi cerebro no dejaba de pensar que el mentía.