Baje las escaleras con tranquilidad tenía que ir a la escuela, de nuevo era lunes; mordí la manzana que llevaba. Alce la vista para mirar el cielo ya estábamos a mediados de agosto ya no se sentía tanto el calor del verano, estaba un poco nublado.
-Linda vista, ¿verdad?- pegue un brinco, no lo había escuchado- tan feo estoy para que te asustaras de ese modo
-Acaso quieres matarme- y de nuevo estaba con su sonrisa arrogante, ya típica en él y que me hipnotizaba, pero eso no tenía por qué saberlo.
-Eso es lo último que quisiera-
-¿Qué haces aquí?- le hable en tono neutro, tratando de controlar mi corazón acelerado, más por su presencia que por el susto
-Vine por ti, eso es obvio-
-¿Para qué?- pregunte de manera tosca
-Para llevarte a la escuela-
-Como te habrás dado cuenta, se llegar sola. No necesito de nana gracias-
-Andando- tomo mi mano y me condujo hacia la banqueta
-Suéltame, puedo caminar sin ayuda gracias- le arrebate la mano y camine para llegar a la estación del metro
-¿A dónde vas?- se puse delante de mí con una ceja alzada
-A la escuela es obvio- lo esquive y seguí caminando
-Lorena, detente ahí- sin saber realmente porque me detuve sin embargo no me voltee. Ni siquiera hizo falta cuando ya lo tenía de nuevo enfrente
-¿Qué?, no ves que se me hace tarde. Sí no tienes algo más que decir entonces me voy- cuando pase por su lado me detuvo tomando mi brazo, sentí un hormigueo y solté un pequeño suspiro el cual no noto.
-Si vine es para llevarte a la escuela con migo- camino en dirección contraria a la mía, me deje llevar. Ni cuenta me había dado que justo enfrente de la salida había un Mustange en color azul; abrió la puerta del copiloto y espero a que me subiera
-Sube- yo solamente negué -Lorena no hagas esto difícil, sube de una vez-
-Yo voy en el metro a la escuela. Gracias- intente avanzar de nuevo y me detuvo.
-Lore, dame la oportunidad- tomo mi mano y la beso, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, pero me gusto
-¿Para qué?... ya te lo dije, no pierdas tu tiempo con migo- cerro los ojos y poso mi mano en su mejilla
-Permiteme entrar en tu vida-
Me aleje de él, lo mire directo a los ojos, tenía que tener algo malo, pero creo que lo malo, era que yo estuviera a su lado. Sin embargo en el fondo sabía que le estaba comenzando a tomar cierto aprecio y no estaba ya tan segura de seguir intentando alejarlo.
-Está bien, pero solo puedo ser tú amiga y nada más-
-Por ahora me conformare con eso, pero no me daré por vencido- me subí y cerró la puerta del copilo, esperando a que no saliera huyendo de ahí, cruzo demasiado rápido hacia el otro lado del auto sin apartar la vista de mí.
El camino fue silencioso, el veía al frente y yo miraba por la ventana, no tenía intenciones de establecer una conversación con él. Tosió levemente captando mi atención.
-Por cierto, dime Alex- me guiño el ojo- solo tú tienes ese privilegio
-Te han dicho que tienes el ego demasiado elevado-
-No me importa lo que la demás gente diga, pero creo que eso ya lo sabías- llegamos al estacionamiento de la escuela
-Bueno, gracias- trate de bajarme lo más rápido que pude, en el momento en el que el auto se apagó, pero él fue más rápido
-¿A dónde vas?- tomo mi mano
-Creo que es más que obvio, a clases- seguía son soltar mi mano y ya estaban por empezar las clases
- No vas a compensarme- cruzo sus brazos a la altura de su pecho
-No tengo dinero, si es lo que quieres. Además yo no te pedí que me trajeras a la escuela-
-Yo no quiero tu dinero, me refería a otra cosa- con su dedo índice indicaba su mejilla- un beso en agradecimiento
-Te has vuelto loco- y ahí va mi corazón acelerado, creo que un día de estos me va a dar un infarto
-Probablemente, pero por ti. Vamos no estoy pidiendo mucho solo un besito pequeño en la mejilla- se volteo y apuntaba a su mejilla
-Solo uno, muy pequeño y ni te emociones- me incline hacia él, no sabía realmente porque lo hacía, o tal vez sí, mi corazón se aceleró y cuando mis labios tocaron su mejilla al instante trate de separarme, cuando el volteo y estampo su labios contra los míos, uno de sus brazos estaba en mi nuca y el otro en mi mejilla, tenía los ojos cerrados, pero yo no respondí el beso de lo sorprendida que estaba.
-Tal y como los imaginaba, tienes unos labios muy suaves con sabor a manzana- paso la lengua por sus labios y reaccione
-No lo vuelvas a hacer, ni siquiera lo intentes no quieres ir a parar al hospital- estaba furiosa y aturdida, aunque internamente mi corazón saltaba de alegría.
-Si es el precio que tengo que pagar por otros muchos, entonces tomare el riesgo- tenia una sonrisa enorme y me sentía furiosa, nerviosa y alegre a la vez. ¿Es normal tener tantas emociones a la vez?, un día de estos sufriré de una combustión espontanea.
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Yo también quiero mi cuento de hadas
Teen FictionLorena es una chica "normal" pero demasiado ruda consigo misma y con los de su alrededor, estudia en una de las escuelas más prestigiosas de la cuidad. Sin embargo la mayoría de sus compañeros no la aceptan por no ser del mismo nivel social. Con la...