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Con pesadez sus ojos empezaron a abrirse. Tardó un par de segundos en poder enfocar bien y darse cuenta en dónde se encontraba.
Estaba sentado; la mitad de su cuerpo se hallaba sumergida, mientras que de su torso para arriba estaba al descubierto.
No sabía que decir, aunque tampoco es que pudiera hablar. Aquel extraño brebaje le había parecido amargo, a la vez que quemaba su garganta –aun tenía esa sensación-. Su hermano le sujetaba por atrás tratando de que tanto su cabeza como su tórax no cayeran al agua.
Intentó hacerse escuchar una vez más, pero no pudo; entonces una mano se puso firme frente a su cara indicando que no se forzara.
-Tal parece que hay más efectos secundarios. Pero descuida, estos no durarán mucho- trató de calmarlo JaeBum, quien también estaba ahí, sentado frente a él-. Al menos ya tienes tus piernas- tomó una y la alzó para que la viera.
Se sorprendió un poco a la vez que una sonrisa se asomaba en su cara. Asintió contento de lo que veía.
-Muy bien, intenta levantarte y ponerte sobre tus piernas- dijo desde atrás Junior haciendo el esfuerzo de alzarlo por debajo de los brazos.
Apenas las manos del pelinegro lo soltaron cayó de nueva cuenta al agua salpicando un poco los rostros ajenos. O sus piernas no eran lo suficientemente fuertes o no sabía cómo mantener el equilibrio sobre estas.
Trataron de mantenerlo en pie un rato más hasta que se apoyó en las enormes rocas cercanas a la playa logrando su objetivo. Fue un poco tardío dado que a causa de las colas JB y Junior no podían levantarse.
BamBam permanecía dándoles la espalda a sus mayores para poder mantenerse en una buena posición. Lentamente se volteó a verlos sonriendo con los ojos cerrados y mostrando sus perfectos dientes blancos.
-Gracias- medio susurró con la voz un poco ronca debido a que el efecto aun no pasaba del todo.
Ambos le devolvieron la sonrisa -más bien como un "hasta pronto" que como un "adiós"-.
-Volveré por ti en una semana- dijo un sonriente Junior mientras tomaba con una mano la de su hermano y con la otra la de JaeBum.
La pareja se fue hundiendo en las profundidades emprendiendo su viaje de vuelta. Solo quedaban YuGyeom, YoungJae y él.
Se aclaro la garganta. Ya casi recuperaba su voz por completo, lo sentía.
-Descuida Yugs, nos veremos pronto, no te preocupes- se agachó de nuevo para abrazar a su amigo.
Con cuidado lo tomó por las aletas laterales acercándolo a él y tomándolo delicadamente entre sus brazos, tratando de no tapar sus agallas o sacarlo del agua.
-Los voy a extrañar. Hasta luego You...- fue interrumpido por el cangrejo.
-Ni lo sueñes mocoso. No te dejaré solo, te conozco desde que naciste y sé que causarás problemas si no estoy ahí para detenerte antes de. Te vigilaré, no me verás pero ahí estaré- dijo apuntando con su tenaza desde sus ojos hasta la cara del menor.
