El Bello Durmiente

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En un pueblo (no muy grande) situado entre las montañas, vivían un rey y una reina que gobernaban de una forma justa a todas aquellas personas que lo habitaban.

Desde hace tiempo deseaban poder tener un hijo, y luego de una larga espera se les cumplió.

Un varón de cabello rubio, mejillas regordetas y carnosos labios rosados nació llenando de júbilo a los habitantes del pueblo y a la feliz pareja.

Para celebrar invitaron no solo a las personas que residían en aquella villa, sino también a los seres que moraban en la pradera en el corazón del bosque. Pero solo doce de las trece hadas recibieron invitación al festejo, puesto que nada más contaban con doce platos, doce vasos y doce utensilios de oro para los invitados de honor.

Esto hizo enfurecer a la criatura, el hada más grande y poderosa de todas... ¿o hado?

El día del festejo cada uno de estos individuos le dio un regalo al bebé que yacía en una cuna cerca de sus padres. Antes de que el último de estos pasara todo el salón se llenó de niebla y en el centro del mismo una extraña figura apareció. Se acercó al niño que dormía tranquilamente y lanzó un maleficio. Aquella sería su venganza. Así desquitó su frustración.

Cuando aquel pequeño ser creciera y cumpliera los dieciséis años, pincharía su dedo en una rueca y moriría.

Segundos después, antes de que los guardias lo atraparan, desapareció entre la misma niebla que lo había llevado al recinto.

Los padres del niño, asustados, pidieron que el ultimo regalo que recibiera por parte de las hadas fuera revocar la maldición, pero debido a la fuerte magia que la protegía no se pudo hacer nada.

Una idea cruzó por la mente de la mítica criatura: en vez de morir, caería en un profundo sueño del que despertaría cien años más tarde.

Para protegerlo de cualquier otro peligro las ruecas de todo el pueblo fueron incineradas y se envió al niño a vivir en aislamiento en el bosque a cargo de tres de las hadas.

Durante quince años, Junior, Jackson y JaeBum se dedicaron a criar al joven BamBam con modales, amabilidad, bondad y carisma, entre otras cualidades.

El muchacho había adquirido la belleza de su madre: piel ligeramente bronceada, cabello rubio cenizo, labios gruesos y rosados, y pómulos regordetes. Sus ojos eran de un café profundo, casi negros como los de su padre, pero a la vez muy expresivos. Era hermoso, pese a que vestía ropas viejas y maltrechas.

En la mañana de su dieciseisavo cumpleaños, sus "tíos" lo mandaron en busca de bayas al bosque, las más frescas que encontrara. Mientras tanto, ellos se ocupaban de los arreglos de su fiesta sorpresa.

Ya en el bosque, cerca de los arbustos de frutos rojos, los animales le ayudaban a escoger los mejores. Minutos después se vieron ahuyentados por el sonido del relinchar de un caballo, seguido de su galopar.

Adaptaciones MarkBamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora