Llámame Gerry

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Se preguntaran como llegue a tanto con Gerry, pues todo tiene su principio, lo conocí cuando teniamos tan solo seis años de edad y eramos unos niños inquietos y traviesos.

Llegar a una nueva ciudad y no conocer a nadie siempre es un problema difícil pero no lo era para mi en ese entonces yo era muy amigable y desde niña nunca me ha importado lo que digan los demás (solo me importa lo que mi familia diga) ni me dejaba de nadie , así que yo estaba muy contenta de estar en una nueva ciudad y poder conocer gente nueva.

El primer día fue un desastre mi madre se metió en sentido contrario a una calle y casi chocamos con otro auto, Jenn tenia doce años y comenzaba el primer grado de secundaria se molesto con mi madre cuando giro el volante violentamente para no estamparnos contra el coche porque decía que la despeinaría y no daría una  buena impresión en su primer día aparte a ella siempre le ha gustado ir bien presentable a cualquier lugar que va, mientras Val de cuatro años lloraba desconsoladamente como la niña consentida que era porque como la menor mis padres le cumplían todos sus caprichos y era algo fastidiosa y lloraba por todo siempre, mientras yo reía por el volantazo que dio mi madre fui a topar contra la puerta del coche sin poder detenerme.

- ¿Están todas bien? - Pregunto mi madre asustada al estacionarse en la calle siguiente.

- Yo si má, fue divertido - dije aun riendo.

- Fue peligroso - dijo Jenn - mamá deberías fijarte mejor.

- Le diré a pá - se escucho la voz chiflada de Val.

- Lo lamento mis amores es una ciudad nueva no conozco bien las calles, me fijare mejor lo prometo.

Después de dejar a Jenn en su nueva escuela y a Val en la guardería, toco mi turno de llevarme a la primaria, yo la veía inmensa, mi salón estaba en la planta baja, mi madre Claudia me llevo primero a la dirección ahí me esperaba la miss, la que seria mi maestra este año escolar.

- Hola, soy miss Celeste - era muy bonita, delgada y alta, no llevaba mucho maquillaje en su rostro y vestía cómodamente, llevaba el cabello suelto pero acomodado tras sus oídos - eres muy bonita.

- Hola miss, me llamo Sandra - le extendí la mano como mis padres me educaron a saludar.

Camine junto a la miss Celeste hasta llegar al salón donde diecinueve niños o mas estaban brincoteando en los pupitres, platicando y unos que otros correteándose, pero al ver que la miss estaba parada en la puerta todos en menos de un segundo estaban sentados en sus pupitres y se quedaron quietos.

- Ultima vez que los veo así ¿quedo claro? - los miraba molesta pero su voz era dulce.

- Si Miss. - respondieron en coro.

-  Tenemos una nueva compañerita, pasa - entre un poco tímida a pesar de que iba feliz empece a sentir que mis mejillas se sonrojaron. -Preséntate al grupo. Platícanos un poco de ti. 

- Me... me llamo  Sandra Arias Marin, acabo de llegar a esta ciudad hace unos días - mantenía apretada nerviosamente mi lonchera de hello kitty - nos cambiamos porque mis padres trabajan como catedráticos de una universidad y les dieron una plaza fija aquí, aquí esta toda mi familia por eso mis padres querían tanto ese trabajo fijo aquí... bueno, yo espero que seamos amigos - no sabia que mas decir así que voltie a ver a la Miss y me regalo una sonrisa.

- Bienvenida Sandra - me dieron un aplauso de bienvenida - ¿alguien tiene una pregunta para ella?

- Dice Gerry que si tienes novio - grito un niño y todos rieron.

- Silencio, pasa a tu lugar Sandra.

Comenzó la clase y no es por presumir pero a esa altura de mi vida ya leía muy bien y sabia lo básico de matemáticas porque mis padres se encargaban de prepararnos bien y enseñarnos un poco mas de lo que en la escuela nos enseñaban.

Tienes Un Pié fuera De Mi Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora