Los domingos habitualmente cada una de nosotras se va a casa de su familia, Anne a visitar a su madre, Clari a sus padres que ahora viven a una hora de la ciudad porque compraron una casa en la playa para ya descansar y yo también a casa de mis padres. Pero aún estaba un poco sensible por haberme enterado hace unos días que aparte de perder dos amores también perdí la fertilidad.
Llame a mi mamá para disculparme porque no iría me excuse con que tenía mucha tarea y quería descansar, la única verdad que le dije era que la hermana mayor de Gerry, Wen, estaba en la ciudad con su bebé e iría a visitarla, así que le dije que si me daba tiempo pasaría por la noche a verla.
Mis amigas se marcharon y como no quería ir a casa de Gerry muy temprano me quede en pijama a ver televisión, pasando canales me encontré con que iba comenzado "Dear, John" una de mis favoritas así que aventé el control fui por un tazón de cereal y me senté cómodamente, vi que el reloj apenas marcaba las ocho de mañana. Estaba tan entretenida viendo la película cuando sonó el timbre, me levante descalza abrí la puerta sin ver quien era ni preguntar y me sorprendí tanto.
- Val - la mire con gusto, ya hacía varias semanas que no nos hablábamos ni nos veíamos, cuando iba a casa de mis padres ella a veces no estaba o si estaba me ignoraba y se encerraba en su cuarto.
- ¿Puedo pasar? - venia vestida con sus botas altas, unos leggins negros y blusón de manga corta azul claro, entre sus manos pude ver que sostenía un sobre blanco con un listón dorado enredado y atado en un moño grande.
- Adelante - abrí más la puerta y ella entro tímidamente, le indique con la mano que tomara asiento, baje el volumen de la tele y tome mi lugar en el sofá que estaba frente a ella. - Es una sorpresa que estés aquí, es decir, tu y yo...
- Sí. Por eso estoy aquí... bueno... seré breve creo que tienes cosas que hacer, mamá me dijo que estabas muy ocupada con cosas de la universidad y que querías descansar y lamento interrumpirte.
- No te preocupes, eres de mi familia, eres mi hermana, no importa lo que haga siempre tendré tiempo para ustedes.
- Eres muy buena, ¿lo sabes? ... - solo le sonreí, así que ella continuo, tenía el sobre pegado a su pecho como si fuera un tesoro muy valioso - Quiero pedirte disculpas, yo me he comportado siempre muy mal contigo y con Jenn - se le quebranto la voz - primero que nada, siento mucho la perdida de tu bebé es algo horrible, en verdad que tristeza por ti - estiro su mano para posarla sobre la mía, yo tenía recargadas mis manos en las rodillas así que la moví para tomar la de mi hermana - no sé cómo disculparme por ser tan grosera ese día que nos diste la mala noticia... también quiero que estés en mi boda - se limpió una lagrima con la mano donde aun sostenía el sobre - sé que te corrí pero me molesto tanto que pelearas con mi mejor amiga ese día, uno de los días más felices de mi vida y que llamaras más la atención que yo, ese fue el motivo que me hizo estallar y más tus palabras hirientes, sé que yo empecé pero podías quedarte callada, en fin, discúlpame por todo eso - regreso sus manos al sobre pero lo dejo a un lado en el sofá y se limpió la cara una mejilla con cada una de sus manos - quiero que estés en mi boda y que junto con Jenn, como mis hermanas que son sean mis damas, por favor dime que me perdonas y que aceptas mi invitación - volteo y tomo el sobre y me lo dio yo lo tome con timidez - es la invitación - termino de sonarse la nariz con un klennex que tenía ahí por si la película de Channing Tatum me hacía llorar.
- No tengo nada que perdonarte, es muy considerado que tu vengas hasta mi departamento a pedirme disculpas, sé cómo eres, viví contigo la mayor parte de mi vida, te vi crecer hasta ahora, así que sé que tú eres así, altanera y grosera - sonreí un poco - pero así eres tú y solo hay que sabernos sobrellevar, no te hable porque tengo dignidad y en verdad si fuiste muy grosera al retirarme la invitación de tu boda y también herir con palabras, pero te conozco Valeria y sé que pelearemos muchas más veces pero así es esto lo importante es que reconozcamos nuestros errores y que pidamos disculpas en esta ocasión admiro que hayas venido a pedírmelas... y, claro que estaré en tu boda, seré tu dama, no hay nada que me haga más feliz en este momento que este acción tuya.
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Tienes Un Pié fuera De Mi Corazón
RomantikSandra y Gerardo han estado enamorados el uno del otro desde la infancia, parece que para ellos las coincidencias y el destino existen porque siempre a cada lugar que van se topan el uno con el otro, aunque están en constante competencia nunca har...