Chassé-croisé (MLB)

never grow up

-Sí!

Marinette se sonrojó. Alya rio a mandíbula batiente.

Había conseguido que Adrien y ella pasasen una tarde juntos en el parque de Disney, aunque fueran también Nino y Alya. No cabía en sí de felicidad.

-Más o menos será como una cita doble, no?- la broma de la chica contenía cierta seriedad encerrada entre sus palabras.

-Sí- Alya suspiró.

Marinette se rio, mientras su amiga se daba cuenta de lo que había dicho. Se sonrojó con fuerza.

Alya y Nino eran sin duda la pareja perfecta. El dj y la reportera. Aunque Alya no lo reconociese, estaban hechos el uno para el otro.

...

-Hay alguna montaña rusa?

Adrien llevaba más de una hora pidiendo otra montaña rusa. Como nunca salía de casa, todo le parecía nuevo e increíble. Habían subido a una pequeña montaña rusa, pero al parecer, no le había bastado.

Marinette suspiró, exasperada. Y tuvo una idea.

-Sí.

...

-Ahhhh!

Los gritos de Adrien se escuchaban por todo el recinto de la atracción. Marinette había decidido que lo llevarían a una mucho más chocante que la otra, para ver si dejaba de darles la tabarra con el tema.

Marinette se agarró inconscientemente al brazo de Adrien. Habían cogido el lado de atrás, desde el cual no veían el recorrido. Por tanto, nunca sabían cuando iban a subir o a girar bruscamente, lo que les suponía más de un susto.

Adrien agarró la mano de Marinette con fuerza. La chica no cabía en sí de felicidad. Pese a las tremendas sacudidas de aquella atracción.

...

Cuando la atracción acabó, todos fueron a sentarse, para recuperarse de la emoción. Adrien estaba más en forma que ninguno por lo que pidió subir a otra, la de Indiana Jones.

-Ni hablar.

La respuesta fue unánime. Sin embargo, a Marinette le dio pena, porque el chico nunca había estado allí. Sonrió y asintió.

-Yo iré contigo, si quieres.

El joven, presa de un impulso, abrazó a Marinette. Ella le correspondió al abrazo. Durante todo el día, se había sentido a gusto con él, lo cual se le hacía bastante extraño. Pero agradable.

...

-No es para tanto, después de todo.

Marinette y Adrien se reconfortaban el uno al otro. La montaña parecía en efecto bastante imponente. Pero estaban a sólo unos minutos de pasar, así que no había vuelta atrás.

-Siguiente grupo, pasen por aquí.

Marinette y el modelo se cogieron de la mano, sin darse cuenta. El chico se la apretó con suavidad, y se intercambiaron una mirada. Esto iba a ser épico. Para bien o para mal.

Se montaron, por obligación, al primer vagón. Ambos se pegaron el uno al otro. Marinette no era aficionada a este tipo de cosas, pero lo estaba haciendo por él.

La atracción comenzó. Al principio era tranquilo, y ambos rieron con nervios y alivio. Sin embargo, la carcajada se les atascó en la garganta.

Ninguno tuvo tiempo de gritar. Fue bastante imprevisto, y la caída les quitó el aire de los pulmones. Adrien abrazó a la muchacha, quien lo estrujó con todas sus fuerzas.

La siguiente fue peor. Una lágrima de puro terror se deslizó por la mejilla de Marinette. Aquello estaba muy alto.

Cuando la atracción acabó, la chica estaba llorando, con problemas para respirar. Su amigo, preocupado de que sufriera ansiedad, la volvió a abrazar, susurrando en su oído palabras reconfortantes.

Adrien se sentía culpable de haber forzado la chica a hacerlo. Acababa de comprender que su amiga había subido allí solo por él. Sé sintió agradecido, pero también culpable.  Además, no había sido agradable. Se disculpó muy apenado.

-Marinette, siento que hayas tenido que hacer todo esto por mí.

Ella sonrió, ya calmada. Había valido la pena.

-No lo sientas. Tú nunca has venido, y es normal que quisieras aprovechar el tiempo y probarlo todo.

Él sonrió. Marinette era una amiga increíble. Se dijo que no debía dejarla escapar.

-Te encuentras mejor?

Ella sonrió, asintiendo. Él le tendió la mano para ayudarla a levantarse. Ambos amigos se dirigieron a una cafetería, en la que sus amigos charlaban animadamente.

Nino y Alya preguntaron cómo les había ido, y los dos jóvenes les contaron lo sucedido. Decidieron tomarse un descanso. Adrien invitó a su nueva amiga a un batido para compensar el susto.

Tras recuperarse, fueron a las tiendas y prosiguieron tranquilamente con su visita. Adrien compró tantas cosas, que Marinette tuvo que prestarle un poco de dinero. Entre sus numerosas adquisiciones figuraban un peluche de Mickey y... un disfraz de Big Hero 6.

Acabaron el día con una visita sorpresa a Mickey Mouse, cortesía de Marinette, quien le firmó un autógrafo al chico, en un álbum que también le compró Marinette. Consiguieron,además, ver a Peter Pan, Flynn Ryder, Donald y Cenicienta, de quien Adrien era fan.

Al final del día, todo eran risas, alegres bromas y conversaciones. Hicieron muchas fotos, y Marinette incluso consiguió una con Adrien delante del castillo de la Bella Durmiente.

Adrien y Marinette estuvieron hablando toda la tarde, y descubrieron que tenían muchas cosas en común. En cierto momento, Adrien sacó el tema del diseño, y Marinette se explayó largamente sobre el tema.

El chico sonrió,  sorprendido gratamente ante la pasión que la chica mostraba por aquello que más amaba hacer.

-Un día, podría ser modelo para ti, si quieres. Y quien sabe, tal vez puedas convertirte en una gran diseñadora un día.

Marinette aceptó la propuesta entusiasmada. Y ambos siguieron hablando tranquilamente, hasta que un grito interrumpió el momento.

Por desgracia, ambos conocían de qué se trataba. Ambos maldijeron en voz baja, ya que, tanto el joven como la chica lo estaban pasando bien. Desgraciadamente, el deber es lo primero.

Tras inventarse cada uno una excusa estúpida, que sorprendentemente ambos se creyeron, se separaron y transformaron cada uno por su lado. Ladybug , sin saber que su compañero había estado con ella toda la mañana, lo llamó a fin de tratar de ponerse en contacto con él. Él, naturalmente, respondió en seguida.

-Gatito, tienes ganas de una visita a tu infancia?

Él suspiró, ya que su infancia no había consistido precisamente en eso, y sonrió.

-A dónde me llevas, mi lady?

Ella sonrió.

-Vamos a salvar a Mickey Mouse.