Imagine

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-Esto no puede estar pasando.

Chat Noir y Ladybug miraban con perplejidad a su alrededor, sin saber muy bien cuál era el siguiente paso. A su alrededor, todos los habitantes de la capital francesa habían sido, como ellos instantes atrás, transportados a una miríada de historias diferentes y diversas.

-Son demasiadas historias - respiró angustiada la joven, mientras sus manos jugaban con una de sus coletas-. No podremos averiguarlas todas.

-Y algo me dice que necesitamos darles a todas su final feliz - concordó su felino compañero, mientras observaba a la que parecía ser Juleka convertida en una especie de adolescente punk con una cazadora plateada y un arco colgado del hombro.

-Si es Juleka, no ha cambiado mucho - observó la mariquita mientras ambos se acercaban a su compañera de instituto.

A su alrededor, una infinidad de personajes dispares. Algunos tenían cosas que los ayudaban a identificarse, pero muchos no los tenían. Por suerte, Adrien era bastante aficionado a la lectura.

-Creo que sé cuál es su historia - sonrió mientras observaba con mayor atención el halo de luz plateada que desprendía la figura esbelta de la chica.

-Pues una menos.

A lo lejos, un grupo de chicas vestidas como ella miraban con insistencia, todas con el mismo halo plateado y la mirada fiera. El chico se acercó a Juleka, que lo miraba con recelo, casi con repulsión.

-Perdona, creo que tus conpañeras te están buscando.

Ella resopló y gruñó por lo bajo.  El joven tuvo que recordarse a sí mismo que las cazadoras de Artemisa odiaban a los hombres, que Juleka no era así en absoluto. Le sonrió como pudo y señaló a las demás. Ella asintió sin decir nada y se fue junto a ellas.

-No parece quererte mucho la chica - rio su amada mientras el felino héroe agachaba la cabeza con pesar.

-Son todas así. No es algo personal.

De repente, Juleka se esfumó. Sus compañeras también lo hicieron. En un momento estaban, y después ya no. Ladybug corrió hacia su anterior posición, asustada, pero Chat había entendido.

-Bichito. No hace falta - le puso la mano en el hombro- Creo que ese era el objetivo.

-Eso no es ningún final feliz - murmuró perpleja.

-Para ellas sí. Creo que basta con encontrar cada personaje y recolocarlo en su historia, con los suyos.

A la chica no le terminaba de convencer la historia, pero no tenían muchas más opciones. Además ni siquiera se consideraba aficionada a la lectura, a diferencia de su pareja, por lo que aquello no le parecía muy entretenido. Sería más fácil hacer caso al experto.

-Vamos. He encontrado a Jason Grace - el rubio se dirigió dando saltitos hacia un muy confundido chico de pelo rubio, que sujetaba en sus manos una espada. Llevaba una camiseta naranja medio quemada, y tenía el pelo revuelto, como si acabasen de sacarlo a rastras de la cama.

-Ven. Tu hermana está para allá - observó Chat mientras agarraba al joven del brazo y lo llevaba en dirección a una chica morena subida a un árbol-¿Por qué estaba subida a un árbol?-.

La chica los vio y bajó de un salto para reunirse con ellos. Chat sonrió ladinamente antes de reunirse con Ladybug, quien había observado el intercambio sin comprender ni desear hacerlo.

Parecía el narrador perdido que no sabía nunca lo que pasaba.

-Una pena ese chico - los ojos verdes de Chat estaban extrañamente entristecidos, como si fuese un familiar o algo así.

Chassé-croisé (MLB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora