Capítulo Cinco

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"Aquello no era mas que un sueño, su cuerpo iba cayendo en el tornado de las memorias, nada de sentimientos solo imágenes y momentos de la vida de alguien..."

La niña, completamente entusiasmada y ajena al resto del mundo, jugaba con las pequeñas esferas: las subía y bajaba con sus poderes, como si fueran globos flotando, de sus manos emanaba aquella luz naranja característica de su ser.

-Mila, ¡Mila! –La llamaba su madre- deja eso, debemos apurarnos, no podremos ver a tu padre a tiempo...-

-Ya voy- la niña dejo flotando la esfera y suavemente le dijo- te estaré cuidando en el futuro. Se acerco a su madre para darle la mano.

-Mami, ¿Por qué yo tengo este color?- agarro un mechón de su pelo y se lo mostro a su madre.- ¿Por qué no puede ser azul o verde como el de papá?-

Su madre la miró atentamente, le sonrió y le dijo: -eso es porque en este mundo existe gente especial, con poderes únicos que nacieron para cumplir una tarea, y vos- la agarro tiernamente y la alzo a su misma altura- cuando seas un mas grande tendrás un deber muy importante- acerco su mano a la cara, y toco tiernamente su nariz con su dedo- mi niña, serás la persona que protegerá los distintos mundos-

-¿Por qué yo, mama? Todavía soy una niña, y parece que es algo muy cansador por hacer. ¡Yo quiero jugar!-

-Mila, la misma tarea también la tenemos tu papa y yo, no te preocupes, todavía tienes mucho tempo para divertirte. Mientras crezcas te enseñaremos como usar tus poderes para ayudarnos. Ahora dejaremos la charla para después- la dejo en el suelo, agarro su mano,- Vamos con papá-

No muy convencida Mila, miro hacia las esferas, luego a su madre.- Bueno mami, ¡vamos!-

Las dos desaparecieron lentamente...

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