Al mejorar mi relación con los demás, mejoro también la consideración había mi propia persona y toda mi vida se fue re-acomodando como en un rompecabezas (armando, por supuesto).
Rescatada ya del aturdimiento y apatía, supe del valor de una mano amiga y conocí la solidaridad. Descubrí que jamas podría disfrutar plenamente de lo que era mio si no lo compartía con alguien, y que hacer algo por el prójimo, era mejor que hacerlo por si mismo. Comprendí que para obtener un logro, el optimismo y el esfuerzo eran obligatorios, y que el tiempo y la energía que utilizaba para lamentarme por el pasado o preocuparme por el futuro, eran los mismos que necesitaba para tomar la poderosa decisión de actuar en el presente.
Lo mas importante es el día de hoy. Es muy valioso no lo desperdicies.
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Mi ángel
RandomUn encuentro fugaz y un cuaderno con anotaciones pueden cambiar una vida...